- Sustitución de importaciones… al uso nostro:
- Normalización financiera con represión… por ahora funciona
- Convergiendo nuevamente a un solo escenario para 2012
- Estimando la oferta neta de dólares
- Los datos del agro
- Importaciones sin uso de divisas ¿una salida al laberinto?
- La IED y la reinversión de utilidades
- 2012 sin elecciones… recuperando la caja
- Los hilos conductores del crecimiento
- El Mundo:
- Europa más lejos del tsunami financiero
El giro del Banco Central Europeo respecto a otorgar liquidez ilimitada a los bancos disipó el pánico financiero en torno a un evento sistémico y fue el puntapié que permitió la rápida recuperación de los precios de los activos distintos al dólar observada en el último mes. Esta situación, en conjunto con la extensión del escenario de tasa cero al menos un semestre en USA y nuevos datos de actividad que muestran que el ciclo arrancó, devolvió la liquidez a mercados emergentes de donde los capitales venían saliendo con fuerza hasta entonces. De hecho, la devaluación en Brasil se achica día a día con un Real que vuelve a cotizar a US$1,72 a pesar de que el Banco Central de Brasil bajó su tasa de interés 200 pbs en los últimos tres meses, y empieza a haber indicios tenues de recuperación. Es cierto que no resuelve los problemas de solvencia de la periferia, y por ende de los bancos de la Eurozona -que están montados sobre un fuerte apalancamiento y atiborrados de deuda soberana de estas economías-, por lo que no se descartan nuevos eventos que generen ruido. Lo que sí es evidente es que mientras la liquidez se sostenga, ningún banco se va a caer, situación que habilitó que la tasa interbancaria empezara un sendero suavemente descendente. Nuevamente, “tarde pero inseguro”, parecería que la lección de Lehman fue aprendida por los hacedores de política.
Esta normalización financiera se traslada a la Argentina, con un mercado cambiario fuertemente reducido a partir de la implementación de los controles. La urgencia por recomponer las reservas y la caja que muestra la política en los primeros meses de la nueva gestión se monta sobre fundamentos que a pesar del deterioro evidenciado, siguen siendo muy buenos en cualquier comparación internacional. Esta situación más que compensa -en la coyuntura- el impacto negativo que genera sobre las expectativas la catarata de intervenciones. El BCRA volvió a adquirir divisas frente a una demanda de dólares para atesoramiento, remesas de dividendos y pagos de importaciones cuasi frenados, y donde se obligó a la repatriación de fondos a mineras, petroleras y compañías de seguros. Pero además, se contuvo la salida de depósitos en dólares gatillada por las medidas cambiarias en tanto los depósitos en pesos volvieron a los bancos a tasas de interés algo más bajas que los máximos que alcanzaron en plena corrida (la Badlar volvió a 15% frente al 22,5% de noviembre). Las expectativas de devaluación a un año implícitas en los mercados de futuros se retrotrajeron a 10% para las operaciones locales y a 18% para las pactadas en Nueva York, en tanto el tipo de cambio implícito en el contado con liquidación se desplomó a $/US$4,62, mientras el billete del mercado paralelo oscila cerca de $/US$4,8.
El giro en la política fiscal y de ingresos respecto al año electoral es elocuente, aunque esperado. El 18% de pauta salarial para 2012 incluido en nuestros informes pasó a ser la pauta oficial, con sindicatos que demandan 25% (esto es 10 p.p. abajo del 35% de 2011). El Gobierno Nacional ya se corrió de la negociación salarial docente, dejando la misma por primera vez en seis años en manos de las provincias y, lejos de un acuerdo social explícito, la negociación con los sindicatos empieza a dividir aguas entre sectores más y menos intensivos en la utilización del factor trabajo. Así, para las ramas de petróleo petroquímica, fertilizantes, aceites industriales, siderurgia, etc., probablemente los acuerdos puedan ubicarse más cerca del 25% i.a., mientras que aquellas más intensivas en mano de obra: indumentaria, neumáticos, calzado y sectores de servicios (seguros, comercio, turismo, educación, sector público, etc.) la nominalidad se ubique algunos puntos por debajo ¿18%-22%?. Respecto al gasto público, las novedades que aparecen son por un lado una pauta jubilatoria mayor a la esperada (17,6% en marzo) y por el otro anuncios de quitas de subsidios que van más rápido. La combinación de ambos impactos nos permite mantener la proyección de crecimiento del gasto primario (antes de intereses) en el orden del 22% frente al 33% del cierre de 2011. La sustitución de importaciones a la Argentina, podría tener la capacidad de ganar un mes de importaciones a ser extraído presumiblemente de los stocks de la economía permitiendo de esta manera, por una sola vez generar un superávit comercial más alto que el que surge de cualquier modelo de funcionamiento de la economía argentina. Frente a esta nueva “metodología” elevamos nuestra estimación de superávit comercial a US$8.400 millones.
Finalmente, desde la perspectiva del crecimiento para 2012 aparecen también contrapuestas una mayor fuerza descendente generada por una agricultura que va a presentar una caída de alrededor de 5% respecto a la de 2010/2011 compensada parcialmente por un dinamismo del consumo algo mayor que el esperado a partir de la nueva readaptación alcista de la moderación de la nominalidad (21% vs. 18%). A partir de estos vaivenes consolidamos los dos escenarios para 2012 en un nuevo y único escenario: un híbrido que se asemeja más al escenario base, aunque con una nominalidad algo más alta que la planteada entonces (paritarias al 22%, inflación al 20/21% y tipo de cambio al 11%, 4,77 a fin de 2012), aunque también con un crecimiento algo menor 3,5%, dados los impactos directos e indirectos (transporte, almacenamiento, puertos) de una sequía que afortunadamente empezó a ceder.