Nota sobre la Participación del Estudio Bein & Asoc. en el Relevamiento de Expectativas de Mercado –R.E.M- del B.C.R.A.Para las Consultoras, Fundaciones y Universidades que hemos participado desde la creación del REM en 2004, la publicación del Top 5 (donde se incluían los primeros puestos de aciertos por cada variable relevada) resultó un incentivo eficaz que derivó en un alto nivel de participación. Sin embargo, el objetivo inicial del relevamiento, que siguió los lineamientos de otros bancos centrales como la encuesta Focus en Brasil y que consistía en tener información permanente para analizar desvíos y/o cambios de tendencia en las expectativas de los agentes económicos sobre la macroeconomía en general y la inflación en particular para el diseño de la política monetaria, se fue desvirtuando a partir de la intervención en el INDEC iniciada a principios de 2007.
El incentivo a figurar en los rankings y a liderarlos empezó a generar la situación no deseada en la cual el consenso del REM acerca de la inflación empezó a convertirse paulatinamente en un consenso que apuntaba a replicar las expectativas sobre los posibles resultados del IPC del INDEC y no la evolución de los precios de la economía (que es la variable relevante para eventuales ajustes en la política monetaria). Esto generó una fuerte divergencia entre los resultados del REM y las proyecciones que mensualmente los respondentes de la encuesta entregan en consultas periodísticas, empresariales y/o académicas. Sin ir más lejos, hoy las expectativas de inflación para el año ascienden según el REM a 6,7% i.a. vs. 15,1% que proyecta el relevamiento que realiza Latin Focus, donde se pregunta cual es la inflación “real”.Adicionalmente, en los últimos meses han surgido evidencias crecientes de que las divergencias metodológicas y los resultados que se entregan en materia de inflación en el INDEC se han ampliado a otras variables como el Producto, la producción industrial, el desempleo y a otros indicadores que representan estimaciones, y no son variables que surgen de registros tales como la recaudación, los agregados monetarios o el superávit comercial externo.
De este modo, buena parte de las proyecciones que los participantes cargamos semana a semana en el REM se han convertido en un cuestionable ejercicio de interpretación y/o adivinanza sobre las futuras entregas de información del Instituto, independientemente del devenir del escenario macroeconómico, que transita por otros carriles.
En nuestro caso, luego de haber mantenido una clara posición de liderazgo en los rankings del REM desde sus inicios en 2005, el incentivo de una competencia que no se libra en el campo de la buena práctica profesional, ha perdido toda significación. En consecuencia, a partir de la fecha seguiremos aportando semanalmente al BCRA nuestras mejores estimaciones de todas las variables económicas y financieras relevadas por el REM sólo en función de nuestros propios indicadores, y no de las proyecciones sobre las publicaciones futuras del Instituto. Evidentemente esta situación es sólo un segundo mejor, ya que creemos que ninguna consultora privada tiene capacidad técnica ni estructura suficiente para reemplazar al INDEC. Si bien las estadísticas deberían seguir siendo un bien público provisto por el Estado, y las Consultoras, Fundaciones y Universidades usuarios calificados de las mismas, creemos que con esta decisión, al apartarnos de la competencia por el ranking de aciertos, apuntamos a preservar el objetivo del BCRA de construir a través del REM un termómetro de las expectativas sobre las tendencias de variables clave en el funcionamiento de la economía. Buenos Aires,
20 de julio de 2009