Hay una usina de rumores que tiene más que ver con el conflicto político que con la economía. No hay un tema económico en juego, sino lograr que la gente se asuste. Pero tiene que ver con la forma en que se organiza el Gobierno, porque hay pocos funcionarios con buena información sobre algunas cuestiones financieras que son clave. Cuando pasa algo así la gente que comanda un gobierno sale a decir que son estupideces, pero acá nadie habla y eso es lo peor. Si hasta hay chiflados diciendo que va a haber un corralito. En los últimos días el Banco Central habrá vendido unos 1.000 millones de dólares, pero para una corrida bancaria eso es nada. Simplemente hay una crema de inversores o especuladores sensibles que decidió cambiar su portafolios. Esto no se contrarresta porque tenemos un ministro que no comunica nada y una persona que no está en el Gobierno, pero todos sabemos que tiene influencia decisiva, y que tampoco comunica. Es lo que se denomina “campo prosémico”, la distancia entre los hablantes. * Economista y ex viceministro de Economía. |