Periodista: ¿Cuál es su balance sobre 2008? Marina Dal Poggetto: Por el lado fiscal, fue un año de mayor prudencia frente a lo que había sido 2007, cuando el gasto se disparó casi el 50%. En 2008 se vio un intento de moderar la trayectoria del gasto y recomponer los recursos para sanear las cuentas fiscales. Sin embargo, la forma en que se encaró por el lado de los recursos fue el principal error de política, que desembocó en la pelea con el campo. Después, la necesidad de financiamiento, tras pagar el 15% a Venezuela, motivó el cambio en el eje de la política y se avanzó en las negociaciones con el Club de París y los holdouts. Pero fue tarde, justo cuando se modificó el escenario y el crédito se paralizó. Y el plan económico pasó a ser «vivir con lo nuestro». P.: ¿Qué situación anticipa para 2009? M.D.P.: En un mundo donde prácticamente desapareció el crédito y los países que logren financiarse lo harán con ayuda multilateral, la Argentina se encuentra al margen de eso, por decisión de política. Al mismo tiempo, está menos expuesta a los coletazos de la crisis internacional, en parte por estar aislada del crédito. En ese marco, 2009 no se presenta como necesariamente malo. Los dos riesgos que aparecieron después de octubre, tras la caída de Lehman y la reestatización de fondos de las AFJP, que son la suba del riesgo de default y de devaluación y tienen como correlato el alza de la tasa de interés, se redujeron significativamente en el último mes. P.: Sin embargo, estos indicadores se mantienen en niveles muy superiores a los de otros países de la región, con excepción de Ecuador y Venezuela. M.D.P.: La Argentina paga por su deuda un costo más alto que el de sus vecinos. No obstante, cuando se miran los números fiscales, en términos de solvencia, están mejor que los de Brasil, que difícilmente podría atravesar la crisis sin la ayuda del FMI. La Argentina tiene capacidad para transitar 2009 sin entrar en default y sin acudir al FMI, aunque con la asunción de Obama se abre una ventana para que lo haga. Dada su cuota con el Fondo, tendría acceso a unos u$s 15.000 millones. Con la mitad de ese paquete disponible, todas las dudas en el mercado sobre la capacidad de afrontar los vencimientos de deuda se disipan inmediatamente. P.: ¿Optar por pagar deuda no comprometería el financiamiento de los planes de obra pública y otras políticas expansivas anunciadas? M.D.P.: En 2009 hay margen para esas políticas. La cosecha se resentirá por la sequía, pero, según las últimas estimaciones, la soja dará 49,5 millones de toneladas frente a las 46 del año pasado, compensando la fuerte caída en trigo y maíz. De modo que en el sector externo se verá una caída en el superávit, pero no un derrumbe; lo estimamos entre los u$s 7.000 y u$s 8.000 millones. La economía no se quedará sin oferta estructural de dólares, bajó el riesgo cambiario después del pico en octubre y noviembre. Y al hacer los números fiscales de 2009, también cierran. Es la ruta del desierto, un año complicado. Sacando la lengua, pero llegás. Ya en 2010 no es tan claro que se pueda seguir sin acudir a un acuerdo con el FMI. P.: ¿Después de dos corridas contra el peso en 2008, hay riesgos de un nuevo episodio de este tipo en 2009? M.D.P.: Nadie hubiera pronosticado la crisis con el campo. Si bien no se pueden poner las manos en el fuego y algún evento podría gatillar un cambio en el escenario actual, hoy los riesgos se están moderando: los exportadores están liquidando más divisas, el Central compra dólares y las tasas de interés bajaron. Después de las corridas del año pasado, ahora la demanda de pesos se estabilizó, los bancos están hiperlíquidos. No es un escenario de corrida hacia el dólar. P.: ¿El tipo de cambio se mantendría estable? M.D.P.: El Central tiene margen para manejarlo, lo vemos a $ 3,96 para fin de año, no habría un cambio abrupto en lo inmediato. P.: Una devaluación mayor podría favorecer las cuentas fiscales y a las reservas del BCRA. M.D.P.: Mejoraría el balance del sector público y el BCRA, pero hay un tradeoff (intercambio) entre esta mejora y la desestabilización de la demanda de pesos. El arte de la política monetaria consiste en manejar la tasa de interés, las reservas del Central y el tipo de cambio, que son los factores que determinan la estabilidad de los depósitos. Entrevista de Cecilia Roslan |