Monitor Semanal #617

Monetarias y Financieras

El mercado se encuentra en plena operación de canje de la deuda, tanto en el caso de los bonos con legislación internacional como local. En este contexto, cada jornada que pasa el mercado dispone de menor liquidez y se van generando oportunidades de arbitraje que restan representatividad a los precios, impactando adicionalmente en la dinámica de la brecha cambiaria.

En este contexto, los pasivos en pesos del BCRA (base monetaria y pasivos remunerados) se ubican hoy en la zona de 18,6% del PIB, exhibiendo una fuerte suba respecto al 9,6% del octubre de 2019 frente al salto en el financiamiento monetario del déficit fiscal en el período, y acercándose a los máximos de principios de 2018 (20,2% del PIB).

Venta de bonos contra dólares para calmar la brecha

La cartera de bonos del BCRA por US$14.000 millones de dólares ganará liquidez tras el canje local, y eso le dará cierto margen para intervenir vendiendo bonos en dólares contra pesos para intentar bajar la presión en la brecha, teniendo en cuenta el tipo de cambio real de overshooting implícito en el dólar MEP/CCL, y maximizar la absorción del excedente de pesos al tipo de cambio MEP.

Canje de deuda. Valuando alternativas

El NPV de salida del bono 2030 da mejor que el 2035 y 2041 para exit yields (EY) arriba de 8%. Pero hay que tener en cuenta dos factores: 1) efecto carry, el cupón promedio ponderado por el capital residual del 2035/2041 es mejor que el 2030, haciendo más atractivo el “current yield” a las paridades actuales y 2) efecto duration/convexidad. La relación capital gain/capital loss ante movimientos esperados en las tasas de interés de descuento, en un contexto de volatilidad, es más atractiva en el bono 2035/2041 que en el bono 2030, partiendo de las paridades de mercado.

Licitación de Finanzas

Finanzas logró captar $120.700 millones en letras de descuento y bonos CER en un contexto de excedente de pesos y hard cepo. De esta manera, el mes de agosto vuelve a cerrar con un financiamiento neto de $60.500 millones con el sector privado, dinámica que ha permitido bajar la dosis de emisión monetaria requerida en el mes para financiar el déficit fiscal y el crecimiento de los pasivos remunerados frente a la presión en la brecha cambiaria.

Actividad

Los indicadores de alta frecuencia de julio muestran un amesetamiento en la actividad económica debido a las mayores restricciones a la movilidad. Si observamos la dinámica del Google mobility report, en el margen se observa un reinicio de la recuperación post agosto con principal impulso en la ciudad de buenos aires y en la provincia de buenos aires. Los datos provenientes de la venta de combustibles indican una reducción en la tenencia de la recuperación.

Fiscal

El resultado fiscal del mes de julio registró un déficit de $155.524 millones de pesos. Esto se explica principalmente por un aumento en los recursos del orden del 16,1% i.a. y un incremento de los gasto de 59,2% i.a. Por primera vez desde marzo el dato sorprende hacia abajo, dando las primeras señales concretas de un cierto “fiscalismo” en las primeras acciones post-shock. Los datos de alta frecuencia provenientes del goteo de coparticipación federal de impuestos muestra una tendencia alentadora que pareciera indicar un crecimiento de los ingresos tributarios cercano al 40/45% i.a., dejando atrás los niveles debajo del 30% percibidos en los últimos meses.

Comercio

La balanza comercial, en el mes de julio, alcanzó un superávit comercial de 1.476 millones de dólares, compuesto por exportaciones que ascendieron a 4.903 millones de dólares e importaciones que se ubicaron en 3.427 millones de dólares.  El intercambio comercial alcanzó un valor de 8.330 millones de dólares, registrando una disminución interanual de 22,6%.

Mercados/Panorama Internacional

Durante la rueda de hoy el mercado continuó en modo risk on luego del discurso de Powell en el que confirmó el cambio de objetivo de largo plazo de la política monetaria de la FED, al pasar de un  enfoque preventivo de suba de tasas cuando la inflación estaba llegando al 2% a uno “promedio” donde sería tolerante en cuanto a desvíos por encima de dicho valor antes de subir la tasa de los Fed Funds. Esto envió una señal contundente hacia el mercado que esperaba que la FED brinde certezas sobre la trayectoria futura de tasas, asegurando que tanto las tasas cortas como largas seguirían bajas por un largo tiempo, tratando de estimular así el consumo y la inversión a partir del acceso al financiamiento barato para las familias y empresas, evitando el riesgo de deflación en un contexto de trampa de liquidez agudizado por el contexto de la pandemia.