Monetarias y Financieras
Tras la calma de los últimos meses, a mediados de junio el mar cambiario empezó a picarse. Cambios en el contexto internacional (con una FED algo más hawkish y caída de la cotización de la soja), deterioro de la calificación del mercado argentino (standalone) y mayores dificultades del BCRA para conseguir los dólares de la cosecha despertaron la demanda de dólares a través de los canales financieros.
En el mes de junio la liquidación de divisas del agro finalmente fue similar a la de mayo pasado (US$3.500 millones) y se ubicó finalmente en torno a US$3.400 millones, tras el sprint registrado en las últimas jornadas del mes. El repunte de la soja tras la expectativa de menor siembra en el Hemisferio Norte pareciera reactivó la liquidación del Ciara Cec. A pesar de la buena oferta de divisas, el BCRA sólo compró en el MULC una tercera parte de los US$2.080 millones de mayo, en torno a US$730 millones. Ello se habría debido a que más participantes demandaron las divisas, para el adelantamiento de importación de bienes (entre otros energía) y la cancelación de deudas financieras. Los pagos de importaciones, que en mayo se ubicaron en torno a US$4.900 millones, podrían acercarse a US$7.000 millones en junio, cerca de los valores máximos del MULC de julio de 2013.
El contexto internacional también fue negativo para la cotización de los bonos en los mercados financieros. La salida de capitales desde emergentes sumada a factores idiosincráticos locales (en la medida que arranca la carrera electoral sin acuerdo con el FMI que descomprima los vencimientos), provocó que los precios de los bonos globales descendieran aproximadamente 7% en promedio desde mediados de mes, interrumpiendo la recuperación que se registraba desde inicios de mayo.
Las señales financieras representaron el puntapié inicial para que los inversores empezaran a demandar divisas en los mercados alternativos. La primera cotización en arrancar fue la del tipo de cambio informal que creció más de 10% en pocos días y volvió a ubicarse por encima del dólar solidario (con el riesgo de reactivar su demanda). La brecha con este tipo de cambio llegó a ubicarse por encima del 80%, con una suba de 16 puntos porcentuales en el mes y en niveles similares a los de enero pasado (había llegado a situarse en 50% en el período previo a los pagos por el aporte solidario).
Pero más importante (por los volúmenes operados) fue la señal de precios que se vio en el mercado de cambios de contado con liquidación en el exterior (CCL). Desde la segunda mitad del mes los precios intradiarios máximos empezaron a recalentarse. Ello provocó que el BCRA tuviera que salir a intervenir en la brecha para lograr contenerla. Así, tras una primera quincena muy calma, estimamos que la autoridad monetaria debió utilizar más de US$100 millones en la segunda mitad del mes para contener la suba. Este valor supera las ventas acumuladas de los dos meses previos y es el mayor valor diario promedio desde febrero.
Frente a esto, además de la mayor intervención, la respuesta esbozada por el Gobierno parece que será normativa, con la barrida acordada de la demanda del dólar a través de las pantallas y el florecimiento del mercado cambiario “compensado” a través del dólar euroclear.
Hacia delante, con una menor oferta estacional de divisas y el incremento de la incertidumbre electoral, es factible que la bonanza financiera sea un recuerdo del pasado. Para mantener la calma cambiaria, más allá de las posibles nuevas medidas, es factible que el BCRA reduzca las compras en el MULC y deba utilizar mayores reservas para sostener el tipo de cambio financiero más acotado. Al mismo tiempo, es probable que intente cambios normativos que apunten a disminuir la posición de cambios de los bancos, a reducir el acceso al mercado cambiario de importadores y/o a acotar las cantidades operadas de bonos globales.
Deuda
El lunes la Secretaría de Finanzas realizó una nueva colocación de Letras, consiguiendo financiamiento efectivo por $173.885 millones y totalizando en el mes una suma de $402.512 millones (163% de los vencimientos totales del mes).
Actividad
Confirmando nuestras previsiones, el EMAE oficial reflejó un deterioro de la actividad en el mes de abril, que fue de 1,2% mensual desestacionalizado. De este modo, tras alcanzar la actividad un máximo en enero pasado, se registra un descenso en la oferta de bienes y servicios locales por tercer mes consecutivo (-1,6% acumulado desde enero), denotando las dificultades registradas para sostener la expansión. Nuestra medición de actividad indica que el deterioro de la actividad habría continuado en mayo, por los efectos nocivos de las mayores restricciones en los segmentos relacionados con el esparcimiento, el turismo y la construcción.
Salarios
Los datos publicados ayer por INDEC, correspondientes al Índice de Salarios para el mes de abril, muestran un incremento de 3,2% para el nivel general (vs. 5,0% en marzo) y una variación interanual de 36,7% (vs. 32,7% el mes previo). En el acumulado del año, el primer cuatrimestre registra una suba de 16,8%.
Mercados/Panorama Internacional
En una semana en la que el mercado está pendiente de los datos de empleo correspondientes al mes de junio que se darán a conocer mañana, las acciones avanzaron en la jornada hasta alcanzar nuevos máximos históricos que se sumaron a un sólido primer semestre en el que el S&P avanzó 21,5% y tanto el índice Nasdaq como el Dow Jones lo hicieron en 12,5%. Parte de la suba en el precio de las acciones se explica por la política fiscal ultra laxa del gobierno estadounidense, al igual que por la inyección de fondos por parte de la Fed, quien sólo en el primer semestre del año expandió su hoja de balance un 9,7% (90,5% desde el inicio de la pandemia) y en parte por una recuperación de la actividad económica que superó las expectativas.