Monetarias y Financieras
A los tropiezos y con incertidumbre, el Gobierno siguió avanzando en su agenda para acercar posiciones con el FMI. Las medidas por ahora se anuncian de manera separada, con un discurso de barricada que busca que “el ajuste lo paguen los que más tienen” y sin tener en cuenta el impacto de los mayores impuestos sobre una competitividad sistémica muy dañada. Pero al mismo tiempo buscan complacer el comunicado del organismo internacional que solicitaba mejorar las finanzas públicas, con un menor financiamiento monetario, tasas reales de interés positivas y acumulación de reservas.
Esta semana el gobierno logró anotarse diversas medidas para fortalecer la posición fiscal. Mientras que la Ley de bienes personales le permitiría acrecentar los recursos en 0,1% del PIB, el nuevo Consenso Fiscal habilitaría a las provincias recaudar un adicional de hasta 0,3% del PIB, lo que podría implicar un ahorro similar en el gasto de la Nación vía menores transferencias discrecionales. En lo que respecta a las tarifas, el aumento de 20% promedio de los costos de los servicios y la reducción de los subsidios a los hogares de mayores recursos permite estimar una disminución de las transferencias a los hogares de 0,1 p.p. del PIB, haciendo varios supuestos dada la falta de información respecto al esquema a implementar y los costos de generación. Por su parte, el impacto en los precios sería de solamente 1,1 p.p. en el IPC, producto de aumentos promedio de los servicios de 42,5% para la electricidad y 47,5% para el gas.
Finalmente, el Gobierno siguió tomando adelantos transitorios en la semana y junto lo capturado en el mercado consiguió recursos netos por 1,4% del PIB en diciembre ($657.822 millones). Teniendo en cuenta que en general el déficit de diciembre se ubica usualmente en torno a 1% del PIB, los recursos excedentes habrían sido transferidos a empresas y fondos fiduciarios estatales, para el pago de gastos adelantados. Ello permite utilizar los adelantos transitorios del BCRA disponibles (que no se sabe si van a estar en el próximo año por el acuerdo con el FMI) y que sea más fácil conseguir la meta fiscal de 2022.
Todas estas medidas implican que en conjunto el Gobierno podría llegar a contar con casi 1 p.p. del PIB de margen para reducir el déficit del próximo año si las maximiza.
Solamente queda en el tintero la suba de la tasa de interés de política monetaria, que estimamos debería elevarse cerca de 5 p.p. para ubicarse en terreno neutral, de manera ex ante. Algo que el BCRA introdujo en su wish list de fin de año.
Por su parte, la semana financiera fue relativamente tranquila, con menores operaciones en general, a tono con el fin de año. En el mercado cambiario, a pesar de las fuertes ventas del sector agroexportador, el saldo de la semana para el BCRA fue negativo en USD113 millones, a pesar de las liquidaciones agropecuarias estimadas de más de USD700 millones en la semana. El desempeño mensual del BCRA fue pobre y perdió casi USD470 millones en un mes de baja estacionalidad donde usualmente registraba compras (USD850 millones en promedio los últimos dos años), por la fuerza de los importadores. En el año, a pesar de los USD5.000 comprados en el MULC y los USD4.217 millones ingresados por la emisión de DEGS, las reservas brutas no tuvieron cambios mientras que las reservas netas finalizaron en torno a USD2.400 millones, por debajo de fines de 2021.
El tipo de cambio oficial mantuvo un ascenso semanal de 6,6 centavos diarios (2,0% mensualizado) y se ubicó en $102,77 por dólar con un avance en el mes promedio de 1,9% mensualizado. Por su parte, los tipos de cambio financieros se siguieron viendo favorecidos por la mayor oferta de divisas de empresas y familias para enfrentar la mayor demanda estacional de pesos. Eso ha llevado a que los tipos financieros sigan retrocediendo entre 0,5% y 1,5% en la semana para ubicarse levemente por encima de los $200 por dólar, con bajas de hasta 6% respecto a los valores de inicio de mes. La brecha, por su parte, fue bajando hasta el 96,4% para el SENEBI/CCL y 93% para el MEP local. Por su parte, a contramano de los dólares financieros legales, el dólar informal trepó esta semana hasta los $208 y finalizó el año con una brecha de 102,4% respecto al valor oficial.
Actividad
En octubre la actividad económica exhibió un retroceso de 0,8% mensual sin estacionalidad producto de las restricciones al pago de importaciones (que afecta los volúmenes de comercio y transporte) y la incertidumbre electoral. Estos efectos se habrían parcialmente disipado en noviembre, dado que la economía habría vuelto a crecer según nuestro indicador adelantado. El año finalizaría con un alza del PIB de 9,7%.
Mercado Laboral e Ingresos
La desocupación cayó 1,4 puntos porcentuales en el tercer trimestre respecto al período previo, ubicándose en 8,2% del a PEA, el nivel más bajo para el tercer trimestre desde el 2015. La mejora obedeció al levantamiento de las restricciones a las actividades, luego de las PASO. La tasa de actividad alcanzó el 46,7%, -ubicándose por encima del promedio de los cinco años previos a la pandemia- y el nivel de empleo siguió avanzando con fuerza, impulsado por el impulso del trabajo asalariado informal y cuentapropista.