Monitor Semanal #739

CIERRE DE LISTAS 🗳🗳🗳 

A 15 días del cierre de listas y sólo 5 del cierre de alianzas, ambas coaliciones siguen jugando el juego de gallinas con amenazas de ruptura que ceden y vuelven a recrudecerse.  

En el medio, el Gobierno avanzó con un nuevo canje de títulos en pesos, que permitió despejar gran parte de los vencimientos de aquí hasta el tercer trimestre. El canje abarcaba un stock de alrededor de $9,2 billones de pesos, de los cuales estimamos un 71% estaba en manos de entidades públicas. El resultado no estuvo muy alejado de ese piso inicial, con la operación logrando una aceptación del 78% ($7,2 billones canjeados). Con estos números el canje privado alcanzó a sólo $0,86 billones. Así el “éxito” del canje del Ministerio se debió a una mejora en la coordinación entre la Secretaría de Finanzas, el BCRA y los organismos públicos.  

En los primeros cinco meses del año las necesidades en pesos habrían alcanzado casi $2 billones, si observamos el déficit primario del sector público no financiero y las necesidades que surgieron para atender el pago de servicios de deuda en dólares. Frente a ello, el Gobierno habría recaudado cerca de $1,1 billones a través de la emisión de deuda en pesos en el mercado doméstico, solicitado adelantos transitorios al BCRA por $670 mil millones y utilizado depósitos e inversiones, en manos de organismos y fideicomisos.  

Ahora, no todo el financiamiento fue genuino. Las entidades del sector público financiaron $1,4 billones mientras los privados habrían reducido su exposición al sector público en $344 mil millones. La contracara de esto fue la participación en el mercado secundario del BCRA, con una compra de $2,2 billones, superando los registros de todo el año anterior. En mayo el BCRA financió en $0,9 billones al Tesoro (incluyendo AT), algo por encima de las necesidades del mes.  

Con el BCRA como prestamista de última instancia, el riesgo de la deuda en pesos se fue disipando a costa de una mayor emisión de pesos que terminó en pasivos remunerados del BCRA.  

En lo que queda del año hay vencimientos con privados por $4,2 billones de deuda en pesos. El perfil de vencimientos en pesos sigue concentrado en la inmediatez. En junio y julio, quedan pagos por $1,1 billones en cada mes, en agosto y septiembre los vencimientos mensuales bajan a un promedio de $600.000 millones. 

En lo monetario y financiero tras la finalización del dólar soja (no del dólar economías regionales que continúa hasta fines de agosto), las compras del BCRA se interrumpieron y tuvo que realizar ventas por USD228 millones en la semana. Las reservas internacionales netas vuelvan a verse estresadas, cayendo a USD1.400 millones.  

Finalmente, un comentario sobre la inflación de mayo. Los datos de CABA (7,5% mensual) y Córdoba (8%) indican que la presión habría sido menor en mayo respecto al 9,2% de nuestro relevamiento El menor impacto en los alimentos puede deberse a la caída de la demanda en los canales tradicionales, donde las empresas de consumo registraron bajas de hasta dos dígitos en los volúmenes en interanuales vendidos.  

Teniendo en cuenta que en los meses previos el RPM estuvo por debajo del IPC Nacional, para lograr una convergencia entre los índices y las inflaciones acumuladas en el año en los índices parciales conocidos, la inflación mensual podría ubicarse entre el 7,5% y 8,2%. 

INTERNACIONAL 

Bull market + recession on sight? Yes, well not exactly. El Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico actualizaron sus proyecciones para la economía mundial. Ambas instituciones destacan una capacidad de resiliencia mayor de la esperada en los primeros meses de 2023, lo que los llevó a mejorar sus perspectivas de crecimiento para este año. Sin embargo, se prevé que el impulso se desvanezca y se convierta en una debilidad más prolongada, a medida que los efectos del tightening monetario y la menor disponibilidad de acceso al crédito se sumen a las convulsiones derivadas de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania. 

Como ya señalamos en informes anteriores, el crecimiento mundial se ralentizaría significativamente en el segundo semestre de este año, y la fragilidad continuaría en 2024. En esta dirección, el Banco Mundial sitúa el crecimiento mundial en 2023 en el 2,1% (frente al 1,7% previsto en enero) y en un 2,4% en 2024 (un recorte respecto al 2,7% esperado en enero). Con una visión coincidente, para el año en curso la OCDE revisó al alza la expansión mundial hasta el 2,7%, al tiempo que considera que el crecimiento repuntará modestamente el año próximo para situarse en 2,9%. Una moderación en la inflación y fortalecimiento de los ingresos reales como los factores detrás del mejor desempeño de la economía mundial en 2024 relativo a 2023. No obstante, ambas instituciones consideran que la tasa de expansión se situará por debajo de la media del 3,4% registrada en los siete años previos a la pandemia.