Monitor Semanal #740

DEFINIENDO CANDIDATOS 

Tras el cierre de inscripción de alianzas, donde las coaliciones mostraron capacidad para doblarse sin romperse, ahora entramos en un período de diez días donde se definirán las candidaturas de los espacios. Dentro de esa compulsa, el Gobierno sigue tomando medidas y esquemas de corto plazo para sostener la estabilidad del tipo de cambio y de los precios y aparentar una relativa situación de calma tanto en las reservas como en el financiamiento fiscal. Todo sea por maximizar la capacidad política en el cierre de listas.  

El dato de inflación nacional en 7,8% en mayo sorprendió positivamente al mercado, pero era plausible. Ahora, el Gobierno no está para cantar victoria. La suba mensual sigue siendo elevada y gran parte de la desaceleración obedeció a cuestiones de mayor oferta de alimentos, en particular de carnes (bovina -por la sequía- y avícola -al superar la fiebre aviar-) y de las frutas (entrada de la cosecha de cítricos). Excluyendo estos efectos, el incremento en el GBA de los alimentos hubiera pasado de 5,7% mensual a 9% y el dato general de 8% mensual a 8,8% mensual. 

Dentro de este marco registramos que la suba de los precios de los alimentos en junio viene por debajo de la tendencia previa, con alzas de 1,8% y 0,7% semanal en las primeras dos semanas, que consolidan nuestra proyección mensual en 7% en junio. Ahora esto no necesariamente refleja una nueva tendencia de la inflación, sino a pedidos que surgen del propio Gobierno a las empresas de no realizar las subas acordadas en el marco del programa de precios justos (3,2% en junio) en la primer quincena y la habilitación para poder incrementar los precios de los mismos en la segunda quincena, incorporando también el alza homologada para los 15 días restantes del programa de julio cuando finaliza (5%). Ello llevaría a que la suba de estos productos en promedio en el mes sea de solamente 2,5% vs. un 3,2%, aunque dejando un mayor arrastre para julio (donde no hay listas por definir). 

Desde las reservas y lo cambiario, el Gobierno sigue negociando a nivel empresa y sector para conseguir una mayor oferta de divisas y una mayor estabilidad de los dólares financieros. Acuerdos con petroleras, automotrices y bancos han permitido en la semana revertir las rachas negativas de las semanas previas durante algunas jornadas, aunque el saldo semanal volvió a ser negativo. Parte de la respuesta al cambio en el comportamiento se debe a la liquidación de divisas para inversiones y por la toma de deuda en dólares en el mercado interno por parte de las empresas. Ello está permitiendo que el nivel negativo de las reservas internacionales netas frene el ritmo de caída y se estabilice en un valor negativo entre los USD1.500 y USD1.600 millones. 

En la semana había pagos de deuda en pesos por $430.000 millones, casi todos en manos de privados e indexados a la inflación. Frente a esto, Finanzas logró refinanciar todos los vencimientos y además conseguir otros $430.000 millones de financiamiento neto –200% de rollover-. Sin premio en las tasas frente a la cotización en el mercado secundario -salvo la letra CER de noviembre que tuvo un spread de 0,5%-, tanto los instrumentos indexados a CER, como al FX oficial cortaron en niveles negativos. 

La novedad volvió a ser la supuesta participación privada en la colocación de ayer, que según el Secretario de Finanzas habría ascendido a 86%. De ser así, el rollover de privados sería del 172%, lo que significaría un aumento significativo de la demanda privada por títulos públicos, más allá de que el BCRA siguió comprando deuda en el mercado secundario por más de $200.000 millones.  

INTERNACIONAL 

A dovish decision, a hawkish statement, and very hawkish dots. Tras diez alzas consecutivas de las tasas de interés en los últimos 15 meses, la Reserva Federal decidió de forma unánime mantener la tasa Fed Funds en el intervalo 5-5,25%. Sin embargo, en las proyecciones incluyó 50 pbs adicionales de subas en lo que resta del año, por lo que en la reunión de fines de julio, con nuevos datos de inflación y empleo, podríamos ver un ajuste en la política monetaria si los miembros de la Reserva Federal lo consideran pertinente.  

Para racionalizar esta postura, es preciso destacar que los datos económicos vienen superando las expectativas, especialmente en lo que respecta a la actividad económica y una inflación núcleo que no termina de ceder. Sin embargo, la política de wait and see, donde la pausa podría ser de tan solo un mes entra en conflicto con la visión tradicional de los tiempos más prolongados que transcurren entre las subas de tasas y su impacto pleno en la economía.  

Por otra parte, parte del objetivo de la Reserva Federal es disuadir al mercado de que ocurrirán recortes de tasas en algún momento del año. Objetivo que se encamina a cumplir.