SONDEANDO LOS LÍMITES
Mientras en cadena nacional Milei festejó los superávit gemelos alcanzados en el primer trimestre y consiguió el dictamen de comisión para la Ley Bases recortada y el paquete fiscal incluyendo ganancias, aparecen nuevas desafios como la masiva marcha contra el recorte en el financiamiento a universidades, el planteo de las prepagas en los juzgados frente al freno en los aumentos, el reclamo de las energéticas por la falta de pago y una licitación de deuda en pesos encepados “justita”.
Con este contexto, el BCRA volvió al ruedo con una nueva baja de la tasa de politica monetaria llevándola a TNA 60% (TEA 82,12%, TEM 5,1%),. A pesar de la baja, la tasa real efectiva mensual seguiría un camino hacia valores menos negativos respecto al mes pasado y pasaría de -3,8% de marzo a -2,1% mensual, frente a la baja en la inflación.
El problema fue que el mercado no se sintió cómodo con el nuevo esquema de tasas y, tras un muy buen inicio de mes, finalizó con una licitación donde terminó empatado en lo financiero para conseguir el roll over (y abajo en lo monetario por la venta al BCRA de bonos CER por $1,35 billones), teniendo que pagar una prima importante para poder conseguirlo. El Tesoro juntó $2,7 billones en la licitación del día jueves, por debajo de lo que vencían en la licitación con privados ($2,8 billones) y a pesar de tomar casi todas las ofertas realizadas (ratio tomado/ofertado de 97%).
Casi dos tercios de lo adjudicado fue a través de los bonos con tasa fija, mientras que la porción restante fue colocado en CER (22%) y DLK (15%). Al respecto cabe notar que los precios de la licitación en el caso de las Lecaps se ubicaron por encima de una curva que se derrumbó tras el anuncio de la nueva tasa del BCRA. Así, el Gobierno debió convalidar en la licitacion una TNA de 6,9% y TNA de 8,1% por encima de la curva del final del día, lo que implicó ganancias entre 2,4% y 4,6%. Algo similar ocurrió con la cotización del bono CER que finalmente rindió -2,95%, frente a valores de -11% en el mercado.
En la cuenta de dólares, la liquidación de divisas por parte del campo habría repuntado un 30% respecto de una semana atrás, lo que le permitió al Banco Central volver a comprar divisas en el MULC, donde alcanza a USD3.243 millones en el mes, por encima de los valores de los meses previos. Las reservas por ahora avanzan en USD3.500 millones en abril, pero se reducirán en USD2.809 millones en la semana por la cancelación del capital (30/4; USD1.948 millones) e intereses (1/5, USD861 millones).
Por otro lado, la consolidación fiscal dejó alertas en marzo. El resultado fiscal, tanto primario como financiero, del SPNF base caja fue superavitario, $0,6 billones y $0,2 billones, respectivamente. Más allá del resultado puntual positivo y que el acumulado sigue en línea con el déficit fiscal cero para todo el año, hay señales que indican la dificultad de sostener el balance fiscal en terreno positivo. Por un lado, incorporando el aumento de la deuda flotante en marzo, había déficit financiero en el mes. Por otro lado, dada la dinámica de la actividad (retrocede en torno al 10% interanual en marzo según nuestro indicador) se prevé que la recaudación profundice su deterioro (los efectos del impuesto PAIS se diluyen) y que los gastos tengan menor retroceso en la medida que se empiezan a indexar, reduciendo la brecha entre ambos que es la que permite sostener el superávit fiscal.
INTERNACIONAL
Durante la última semana la volatilidad volvió a estar a la orden del día en Wall Street. Cuando la bolsa americana se encaminaba a su peor mes desde septiembre pasado producto de un dato de crecimiento e inflación para el primer trimestre del año que elevó preocupaciones de estanflación, parte de la caída se revirtió cuando en el cierre de la semana los balances de Microsoft y Google sorprendieron positivamente. A ello se sumó un impulso adicional luego de que la inflación medida por el PCE core (medición que sigue de cerca la Fed) superara las proyecciones de los economistas, pero se ubicara por debajo de la expectativa del mercado.
Ello llevó a una nueva corrección en la curva de rendimientos del Tesoro, donde la 10 Year se había aproximado al 4,75% más temprano en la semana y los futuros de la tasa Fed Funds incorporaban una primera baja de tasas recién en diciembre, corregida en el cierre de la semana a septiembre.
En las últimas semanas las monedas emergentes y el yen japonés fueron arrastradas por la creciente volatilidad. El real brasileño fue una de las monedas más afectadas, reflejo no sólo de las incertidumbres externas, sino también de las internas, algo que se replicó en Japón.