LIMITES MONETARIOS
Continúa el poroteo de los votos en el Senado con el riesgo cierto de que el proyecto ya comprimido vuelva con cambios a diputados y no se consiga la foto para el acuerdo del 25 de mayo lanzado en la apertura de sesiones del Congreso a principios de marzo. En cambio, se ha logrado un avance con el FMI, donde tras el sobrecumplimiento de las metas se llegó a un acuerdo a nivel de staff en la nueva revisión y se liberan fondos (para pagarle al FMI).
La tensión entre los tres vértices del triángulo (Agenda Macro, Agenda Micro y Gobernabilidad) es cada vez más clara, sobre todo por la premura del gobierno en acercar la inflación al crawling de 2% mensual, frenando aumentos tarifarios y en sectores “desregulados” y acelerando la baja en la tasa de interés.
El objetivo de limpiar el Balance del BCRA entra en colisión con este esquema de atraso cambiario acelerado, sobre todo cuando se mira la cuenta patrimonial completa incluyendo la deuda del Tesoro. Toda la mejora medida en dólares obedeció al salto cambiario de mediados de diciembre. Desde entonces, no sólo aumenta la deuda del Tesoro, sino que también aumenta por sobre la recomposición de las reservas la sumatoria de la base monetaria, los pasivos remunerados (Leliqs + Pases) y la deuda en dólares del BCRA (Lediv+Bopreal). Esto sin tener en cuenta la caída en la valuación de las Letras intransferibles presentada en el balance de la entidad monetaria publicado esta semana, y su revalorización posterior teniendo en cuenta el recorrido de los bonos. Ni tampoco el uso de letras intransferibles (que le colocó el Tesoro a valor nominal) por USD1.900 millones para “comprarle reservas” al BCRA.
El objetivo sigue puesto en la “eliminación” de los pasivos remunerados. Para esto el BCRA volvió a colocar BOPREALES (serie 3) para el pago de dividendos por USD 1.700 millones, llevando el stock de las tres series en el mercado a USD9.906 millones. Habiendo prácticamente llegado al tope de la emisión, los dos mecanismos restantes para acercarse a este objetivo son: la colocación de deuda en pesos del Tesoro por sobre los vencimientos (neto de la venta previa al BCRA vía ejercicio de PUTS o aprovechando las posturas en el BID) y el superávit financiero, que va a ir mermando por la actualización de las jubilaciones, los pagos de aguinaldos y energéticas y mayores subsidios por la postposición de la suba de tarifas.
Mirando hacia adelante, hay una desaceleración en la emisión por intereses por la baja de tasas (que ahora corren al TEM 4,2%) pero se contrapondría por las mayores compras en el MULC por el inicio de la liquidación de la cosecha gruesa. Liquidación agrícola que apareció (USD802 millones semanales) luego de un delay provocado por efectos climáticos, pero que en la última semana se volvió a retrasar por la expectativa de mejora de los precios internacionales tras las inundaciones en el sur de Brasil.
Desde el punto de vista de los dólares y el financiamiento, la dinámica del Gobierno seguirá siendo contractiva en pesos teniendo en cuenta los vencimientos que se vienen que le pondrán un fuerte desafío al equipo financiero. Recordemos que desde que llegó el nuevo Gobierno se realizaron desembolsos netos a organismos internacionales y bonistas por más de USD7.000 millones si incluimos la cancelación de la deuda con el BIS, de los cuales cerca de USD4.400 millones se compraron al BCRA con los pesos excedentes. La última semana el Gobierno canceló necesidades financieras por USD2.760 millones en concepto de amortizaciones de capital y pago de interés de los meses de abril y mayo respectivamente al FMI. Así, la acumulación de las reservas internacionales netas volvió a retroceder para ubicarse en valores negativos en torno a los USD2.800 millones, todavía sosteniéndose por encima de la meta comprometida con el FMI para fines de junio.
En julio próximo, el Tesoro deberá cancelar USD2.132 millones entre amortizaciones e intereses a los bonistas. Partiendo de la cuenta en dólares del BCRA, el Gobierno debería seguir comprando dólares con el excedente financiero, ya que el resultado fiscal financiero de estos meses probablemente sea negativo. El fondeo para la cancelación de la deuda saldría de los recursos que ya tiene en el sistema financiero (lo que impactaría de manera doble, ya que reduciría pases pasivos y eliminaría pesos en la misma operación) que en el año se habrían incrementado en $3 billones, con datos a febrero, y el nuevo fondeo que consiga en el mercado.
Un comentario respecto al fondeo del mercado; viendo la evolución de las tasas de las Lecaps y de la tasa de política monetaria no hubo una reducción equivalente en los rendimientos. Una baja adicional de la TPM de 10 puntos de TNA, dejaría los rindes del Tesoro y BCRA en niveles equivalentes. Así, que el Gobierno deberá optar en la estrategia para seguir reduciendo los pasivos remunerados, ya sea por la licuación o sostener las tasas de interés del Tesoro para conseguir los recursos adicionales.
INTERNACIONAL
2023 se trató de un nuevo año signado por conflictos bélicos, crecientes barreras al comercio internacional (tanto arancelarias como resultado de fenómenos climáticos y acciones bélicas), precios de commodities en retirada y tasas de interés que fueron volviéndose más restrictivas conforme la inflación, si bien elevada, tendía a la baja. En este marco, éste fue el primer año en al menos cuatro décadas durante el cual la dirección del comercio mundial de bienes diverge respecto de la actividad económica mundial. A medida que la economía mundial se expandía un 3,2% en 2023, el volumen de comercio mundial de bienes disminuía alrededor de un 0,5%.