El REPO y la vuelta del financiamiento externo
En los primeros días del año, el BCRA finalmente instrumentó el Repo con bancos internacionales por USD1.000 millones. La operación busca seguir comprimiendo el riesgo país (610 pbs al cierre de este informe) y volver a acceder a los mercados internacionales de crédito para refinanciar los vencimientos de dólares.
Según informó el BCRA el Repo fue instrumentado con un costo de 475 puntos básicos por encima de la tasa SOFR (TNA 4,4% al 2/1) y se habría instrumentado con un aforo del 65% por sobre el valor nominal de la deuda. El Gobierno recibió ofertas mayores, pero sólo adjudicó una tercera parte, dando a entender que tiene el canal habilitado para futuras emisiones.
El aumento en las reservas resultante permitirá compensar una parte de la caída por los pagos de capital e intereses de la semana próxima (USD4.334 millones de los cuales USD1.056 millones ya fueron girados al BONY en octubre pasado). Recordemos que el resto pago ya está financiado con los depósitos en dólares que tiene el Gobierno en el BCRA (USD6.006 millones). Dólares que el Tesoro fue comprando con los pesos depositados en el BCRA originados en la colocación de Lebacs para desarmar Pases.
La llegada del repo y el pago de la deuda probablemente repercutan favorablemente en las condiciones financieras de las próximas semanas, al elevar la oferta de divisas en el mercado y elevar la confianza de los futuros pagos.
Más allá de eso, será clave la baja del riesgo país y la reapertura del crédito público (ya sea vía el FMI o los mercados internacionales). Recordemos que en 2025 con un dólar atrasándose, prevemos se revertirá el superávit de la cuenta corriente devengada del año pasado y, si se sostiene el blend, las necesidades dólares de la economía en su conjunto equivalen a “otro blanqueo”. Si bien las empresas podrían aportar mayor fondeo, será clave conseguir nuevas fuentes de financiamiento si se quiere expandir la economía y no sufrir con tensiones cambiarias en los mercados financieros.
La sostenibilidad del esquema depende de la apertura al crédito apuntalada en la consolidación fiscal, mientras los stocks no mejoran. Las reservas netas siguen siendo negativas, la concentración de los vencimientos de una deuda en pesos (que en dólares volvió a los niveles iniciales) muy alta, con un Tesoro que está usando los pesos que tiene depositados para comprar los dólares que el BCRA le compra al Sector Privado originados en la expansión del crédito post blanqueo. Y un stock de deuda en dólares en dólares (mercado+organismos) mucho más alto que el que manejan los países vecinos que construyeron moneda. La ventaja transitoria es el bajo costo de la deuda y su reflejo en el bajo perfil de intereses (en parte rebajados por la no contabilización de los intereses de la deuda en pesos que capitalizan).
En lo que respecta a la semana financiera, tras las operaciones post caída del impuesto PAIS, el BCRA volvió a exhibir compras de divisas en el MULC privado en el primer mes del año. Con dos días hábiles registró compras por USD200 millones. Respecto a los dólares financieros, la brecha descendió lentamente respecto a una semana atrás. El dólar CCL finalizó en $1.184 por dólar y la brecha se ubicó en 14,4%, sosteniéndose en estos niveles desde la segunda quincena del mes pasado.
Finalmente, se conoció la recaudación del mes de diciembre que registró un leve incremento real en términos interanuales (+0,7% i.a.) alcanzando $13 billones. El alza estuvo favorecida por el incremento de los recursos de la seguridad social, que un año atrás habían tenido beneficios extraordinarios. A nivel impositivo, también fue favorable el incremento de los recursos provenientes de ganancias.
En el acumulado del año la presión impositiva subió levemente respecto al año previo y se situó en 22,9% del PIB. El aumento estuvo relacionado con el impuesto PAIS y el comercio exterior, que compensó la caída de los ingresos de IVA y, en menor medida, ganancias (atenuada por la mayor recaudación de la cuarta categoría).
Internacional
Durante el último año, las cotizaciones de las materias primas se han visto sujetas a vaivenes determinados tanto por factores comunes – la evolución de las condiciones macroeconómicas globales donde se incluye la fortaleza del dólar y la baja de tasas de interés por parte de los bancos centrales, la creciente incertidumbre geopolítica tanto por conflictos bélicos como por una potencial escalada en la tensión comercial entre Estados Unidos y China; y los desequilibrios entre oferta y demanda – como a determinantes propios de cada mercado. En este caso hacemos foco sobre la evolución y las perspectivas de la soja y el maíz.