Monetarias y Financieras
Con la baja de 75 puntos en el centro del corredor de pases, el BCRA decidió ayer ubicarse a mitad de camino entre las alternativas polares que el mercado evaluaba: una baja abrupta en la tasa de referencia de la política monetaria que la alineara con la cotización de las Lebacs en el mercado secundario (algo más de 200 puntos, ajustando por duration) o un sostenimiento en los niveles de 28,75%, frente a la suba en las expectativas de inflación en el último REM (16,6% a 17,4% en 2018 para la inflación general, en tanto la mediana de la inflación núcleo se mantuvo en 14,9%) y un piso elevado para los próximos meses de cara a las correcciones tarifarias que se esperan en transporte, electricidad y gas natural.
En este contexto, en su comunicado el BCRA argumentó que la baja en la tasa de referencia estuvo sustentada en el intento de evitar un aumento en el sesgo contractivo de la política monetaria, dada la gradual disminución en la inflación núcleo que revelan los datos de alta frecuencia que analiza la entidad. El wording incluyó también un componente hawkish al argumentar que la “moderación en el sesgo contractivo sólo podrá sostenerse en el tiempo en la medida en que la evolución de la desinflación sea compatible con la trayectoria buscada”.
Actividad
ADEFA publicó su informe sobre el desempeño del mercado automotor en el mes de diciembre 2017. La producción sufrió una caída interanual: -17% alcanzando 33.280 unidades, con lo cual la producción del año fue levemente menor a la de 2016 (-0,1%). Con este dato, ya son cuatro años consecutivos de caída en la producción (40% en el acumulado).
Las importaciones terminaron el año con un 42,2% de suba respecto a 2016, mientras que las exportaciones crecieron 10,3%. El déficit comercial en unidades alcanzó un máximo histórico, al superar las 400 mil unidades.
Mercados y Panorama Internacional
Los mercados internacionales siguen reactivos antes las señales positivas del nivel de actividad de EE.UU. y el consecuente incremento en las expectativas de inflación en este país. Como resultado, la tasa de interés del bono del Tesoro de USA a 10 años llegó al pico que había alcanzado luego de la asunción de Trump (2,6%) para luego, al cierre de este informe, ubicarse en 2,56%.
La suba de esta tasa tiene dos efectos sobre las economías emergentes: puede generar presión en el mercado cambiario y puede encarecer el costo del financiamiento en el mercado de capitales.
Por el lado del tipo de cambio, la señal que dio el BCRA, al bajar gradualmente la tasa de política monetaria y mantener un wording “hawkish”, repercutió en un descenso marcado del precio de la divisa, con lo que la posición de carry trade en Lebacs cobra nuevo atractivo.
Por el lado del financiamiento externo que se requiere para bajar gradualmente el déficit fiscal y sostener el déficit de cuenta corriente creciente (cercano al 5% del PIB), el Ministerio de Finanzas colocó bonos por US$ 9 mil millones, anticipándose al riesgo de suba acelerada de tasas y, a la vez, captando un tercio del programa financiero para el año 2018.
No obstante, aunque el riesgo de volatilidad en el corto plazo existe, la Fed sigue sosteniendo el discurso de gradualismo en el ciclo de suba de tasas y achique de la hoja de balance, con lo que, junto con la situación crediticia de tanto las familias como del sector público (endeudados al 80% del PIB), determina que sea muy probable que el ritmo de incremento en los rendimientos se dé de forma paulatina.