Monitor Semanal #461

Monetarias y Financieras – Pág. 2 Frente a un dólar estable en torno a $15,9/16 y una inflación que en junio se ubicaría en la zona del 1% (ya sin impactos directos de correcciones tarifarias, en un mes que de por si exhibe una baja estacionalidad en precios), el BCRA dispuso mantener en 26,25% la tasa de referencia de política monetaria (centro del corredor de pases a 7 días). (…)

Monetarias y Financieras – Pág. 2

Frente a un dólar estable en torno a $15,9/16 y una inflación que en junio se ubicaría en la zona del 1% (ya sin impactos directos de correcciones tarifarias, en un mes que de por si exhibe una baja estacionalidad en precios), el BCRA dispuso mantener en 26,25% la tasa de referencia de política monetaria (centro del corredor de pases a 7 días).

Por su parte, el tipo de cambio volvió a registrar presiones a la baja a pesar de la sostenida demanda para atesoramiento, en un contexto de fuerte flujo de divisas para ingresar a la suscripción del bono con vencimiento en 2020 atado a la tasa de pases pasivos. Más allá de la participación institucional, es posible que buena parte del fondeo que ingrese al bono esté vinculado a inversores del exterior (dado que el mismo puede operarse a través de Euroclear, a diferencia de las Lebacs), y derive en una colocación por encima de la par que ubique el retorno del bono por debajo del de las Lebacs más cortas (aunque ello dependerá del precio de corte por el que opte el Ministerio de Finanzas).

Al cierre de este informe el tipo de cambio se ubicaba por debajo de $15,85, en un contexto donde la liquidación semanal de divisas del CIARACEC se sostiene algo por debajo de US$600 millones. Por el momento, la brecha de pesos remanente de la Nación y las provincias y el atractivo que ofrecen las altas tasas nominales que ofrece el país en un mundo de tasa cero aseguran una oferta de divisas para el país en los próximos meses que brinda margen a la política económica para evitar movimientos bruscos del tipo de cambio de cara a los comicios de octubre.

Actividad – Pág. 3

En mayo, según la CámaraArgentina del Acero, la producción de acero crudo exhibió un aumento de 4% i.a., mientras que la de hierro y laminados en caliente creció 31,1% y 8,3%, respectivamente. En el caso de los laminados en frio la producción se retrajo 2% i.a.

Precios – Pág. 4

El IPC GBA relevado por el INDEC arrojó una inflación de 1,3% en mayo, llevando la variación interanual del índice relevado por el organismo de estadísticas a 23,9% i.a. y acumulando en los primeros 5 meses del año un aumento de 10,5%. Por su parte, el IPC CABA arrojó una variación de 1,8% en el mes (25,4% i.a. y 11,3% acumulado desde diciembre), mientras que RPM EB había exhibido una suba de 1,6% en el mes (24,6% i.a. y 10,9% acumulado en el año).

Panorama Internacional – Pág. 4

Finalmente, la Reserva Federal de EE.UU. convalidó las expectativas del mercado y subió la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos hacia un nivel objetivo de 1/1.25%.

Con respecto al wording del comunicado, la Fed sigue señalando que la evolución de las condiciones económicas seguirán garantizando aumentos graduales de la tasa de interés, que seguirá por un tiempo por debajo de los niveles neutrales de largo plazo.

En lo que atañe a las proyecciones de la tasa hacia adelante, la Fed mantuvo el escenario de gradualismo de marzo, previendo un movimiento alcista adicional para lo que resta de este año en línea con una proyección de tasa de 1,4% hacia fin de año, una tasa de 2,1% para 2018 y una tasa neutral de largo plazo de 3% para después de 2019.

En este contexto, a pesar del movimiento alcista de la tasa de interés de referencia, los indicadores de debilidad de la actividad junto al desinfle de las expectativas de inflación con el dato de caída en el margen en la inflación de mayo (-0,1% mensual desestacionalizado) presionaron a la baja en la tasas de interés de largo plazo de los bonos del Tesoro, con un rendimiento del bono del Tesoro a 10 años colapsando hacia niveles de 2.14%.

El “factor sorpresa” pasó por el anuncio de la Fed de empezar a reducir este año la hoja de balance tras la inyección monetaria asociada a los programas de relajamiento cuantitativo que multiplicaron casi por cinco el tamaño del balance desde el 2007. En este sentido, la Fed delineo un programa de reducción gradual de la hoja de balance vía una menor reinversión del flujo asociado a la cartera de bonos del Tesoro y de títulos respaldados por hipotecas.

Proyecciones – Pág. 6