Monetarias y Financieras – Pág. 1
Si bien en el mediano plazo la aceleración de la caída en el precio del petróleo (que ya acumula 27% desde los máximos de junio) no contribuye a la alocación de recursos en el sector de shale oil, en el corto plazo la baja en los costos de la energía ayuda a un país “short” petróleo vía un menor requerimiento de dólares para importar combustibles, un menor aumento en el requerimiento de pesos para financiar subsidios a la energía y una brecha algo menor entre los precios internos y los internacionales.
Por su parte, las reservas internacionales se ubicaron al miércoles pasado, último dato oficial publicado por el BCRA, en US$28.895 millones, estables tras el ingreso de los dos primeros tramos del swap con China y los flujos semanales de liquidación de divisas del sector agropecuario tras el acuerdo con las cerealeras para asegurar un ingreso de divisas de US$5.700 millones en el último trimestre por este concepto.
La estabilización en las reservas dio margen a la política para ir liberando un monto algo mayor de dólares y aflojar el grifo de las importaciones en las últimas semanas, en un intento por mitigar el impacto sobre el nivel de actividad de las restricciones sobre los sectores productores de durables con balanza comercial deficitaria.
Actividad – Pág. 2
Los datos de actividad de octubre no muestran signos de reactivación en la economía. Puntualmente, la caída en la producción industrial se aceleró en el margen en los tres indicadores (-1,8% i.a. según el INDEC, -6,4% i.a. según Ferreres y -6,1% i.a. según FIEL), mientras la actividad de la construcción muestra señales contradictorias con un aumento de 4,9% i.a. según el INDEC, una caída de 5,7% i.a. según el índice Construya y una de 3,1% i.a. en los despachos de cemento.
A contramano, los datos de consumo muestran en el margen un aumento en las ventas nominales tanto en lo referente a supermercados como centros de compras.
Panorama Internacional – Pág. 6
La decisión de la OPEP de no recortar los niveles de producción agudizó la corrección a la baja en el precio del petróleo: el barril WTI cotiza en US$65 acumulando una caída del 35% desde los niveles de junio.
La confluencia de un mercado con recomposición de la oferta, frente al aumento de la producción de shale en USA y la mayor producción en Libia, y debilitamiento de la demanda global, como contrapartida de la recesión en Japón, el estancamiento de la Zona Euro y el menor crecimiento de China, son los fundamentos del mercado que explican la corrección del precio del petróleo. Sobre todo en un mundo donde el fortalecimiento global del Dólar asociado a la divergencia del ciclo económico y monetario de USA respecto del resto de las economías desarrolladas, aceita la corrección de los precios de los commodities.
Desde la perspectiva de la dinámica de los desequilibrios globales, la caída en el precio del petróleo acelera la corrección de los desequilibrios heredados del período de apalancamiento pre crisis.
En lo que respecta al ciclo de la política monetaria de los Bancos Centrales, la caída en el precio del petróleo aumenta el riesgo de deflación en los países desarrollados que se vienen recuperando a contramano del desendeudamiento del sector privado, estirando el escenario de tasas bajas, en el caso de la Fed, y aumentando la presión de la política de emisión monetaria de los Bancos Centrales en las economías que todavía se encuentran en un escenario de “trampa de liquidez” (la Zona Euro y Japón).
Proyecciones – Pág. 8