Monetarias y Financieras
El Tesoro retomó ayer la colocación de bonos dollar linked, con una emisión por un valor nominal de US$1.037 millones (con una oferta inicial de US$500 millones, ampliable a US$1.500 millones) en Bonad 2017, un título con duration intermedia entre los vigentes Bonad 2016 y Bonad 2018 (emitidos durante el último trimestre del año pasado). La emisión se realizó con un precio de corte de USD106 cada USD100 de valor nominal, alcanzando los $10.652 millones. La colocación va en línea con la estrategia de financiamiento de moderar la dominancia fiscal sobre el balance del BCRA recurriendo al mercado doméstico para financiar parte de la brecha de pesos, aunque retorna a las colocaciones en pesos vinculadas a la dinámica del tipo de cambio luego de emitir casi $43.000 millones en Bonac 2016, un título cuyo cupón ajusta con la tasa de Lebac relevante.
En paralelo a la decisión de ofrecer un bono vinculado al dólar, el BCRA intervino vía una fuerte baja en las posiciones de futuros a lo largo de toda la curva, ubicando las cotizaciones en $9,90 a diciembre (frente al $9,95 previo), $10,08 a enero (frente a $10,16), $10,6 a marzo (frente a $10,74) y $11,40 a junio (frente a $11,57).
En otro capítulo de la saga con los holdouts en Nueva York, el juez Griesa activó las sanciones vinculadas a la cláusula Discovery, aunque en forma muy limitada, dejando exentos los activos diplomáticos y militares y postergando una decisión sobre la teoría del “alter ego”.
Empleo
En el segundo trimestre del año, se observó una caída interanual en la tasa de desempleo de 7,5% a 6,6%, a pesar de que la tasa de empleo se mantuvo casi constante. Esto surge no sólo por una mayor creación de empleo sino también como consecuencia de una caída de 0,3 p.p. en la tasa de actividad -alcanzando 44,5%-, que refleja en parte el abandono de búsqueda de empleo de parte de la población desempleada.
Precios
Según el INDEC, los precios minoristas se incrementaron en julio 1,3% mensual, alcanzando una suba de 14,8% en términos interanuales. Los pre-cios mayoristas reflejados en el IPIM, por su parte, crecieron 1,4% mensual (+13,5% i.a.) mientras que el costo de la construcción subió 1,3% m/m y 19,9% i.a.
Panorama Internacional
La decisión del Banco Popular de China de dejar devaluar al Yuan (desde una paridad promedio de 6,2142 yuanes por dólar en julio a una cotización actual de 6,3956) frente a la divisa norteamericana en los últimos días ingresa un nuevo jugador en el Mundo de la “Guerra de Monedas”, en un contexto donde el Dólar se fortalece globalmente frente a la expectativa de inicio del ciclo de suba de tasas de la Fed. Más allá de los fundamentos expuestos por el Banco Popular de China, lo cierto es que la decisión de soltar en el margen la intervención en el mercado cambiario en una coyuntura en la que las “fuerzas del mercado” presionan en el sentido de una devaluación del Yuan frente a la salida de los capitales, constituye una señal que intenta avanzar simultáneamente en tres frentes:
1) La introducción del Yuan como moneda de reserva de valor que constituya la canasta de monedas de los derechos especiales de giro del FMI;
2) Una medida adicional que se suma a los sucesivos recortes de la tasa de interés para estimular el crecimiento económico (vía una mayor competitividad de las exportaciones) y evitar el riesgo de deflación de precios;
3) E intenta revertir en el margen el atraso cambiario de los últimos años derivado de la estrategia geopolítica asociada al rol del Yuan como moneda de reserva de valor, anclando el tipo de cambio al Dólar, en un mundo donde la divisa norteamericana se ha fortalecido contra el resto de las monedas, y perdiendo reservas en la transición frente a la baja de la tasa de interés para contrarrestar la desaceleración del ciclo.