Monetarias y Financieras – Pág. 1
Luego de ocho bajas de tasas consecutivas, que habían llevado el rendimiento de las Lebac a 35 días de 38% a 30,25%, el BCRA convalidó en la licitación de ayer una suba de un cuarto de punto, logrando absorber $11.498 millones en una subasta donde los vencimientos ascendían a $44.193 millones.
Puntualmente, el organismo absorbió $11.498 millones, recibiendo ofertas por $58.427 millones y ubicando la curva en 30,5%, 29,5%, 28,5%, 28%, 27%, 27,25% y 27,5% para los plazos de 35, 63, 99, 119, 147, 203 y 252 días, respectivamente.
Al cierre de este informe el tipo de cambio de referencia se ubicó en $14,95, acumulando un deslizamiento de 7,6% ($1) en lo que va del mes. En este contexto, el BCRA sigue priorizando la moderación del ritmo de crecimiento interanual de los agregados monetarios por sobre la morigeración de la volatilidad de corto plazo del tipo de cambio, absteniéndose de intervenir en el mercado de cambios, en un contexto de baja estacionalidad en la liquidación de exportaciones (todavía no está la nueva cosecha), y donde amplió la liberación de los controles de capitales permitiendo el giro de utilidades.
Este movimiento del tipo de cambio agrega un componente adicional a la inflación en un momento donde las subas tarifarias impulsarán los índices de febrero y/o marzo. A esto se suma los datos de inflación de enero de la CABA (4,1% m/m), y el 3,6% del reaparecido IPC Congreso, ambos por encima del 2,8% relevado por el RPM EB. Aunque en el acumulado de tres meses los aumentos son similares (10,3%, 9,9% y 9,8%, respectivamente). Esta aceleración de la inflación en las cifras “oficiales” aceleró los cambios en el INDEC en un contexto donde los tiempos técnicos chocaron contra las necesidades lógicas de la política. En medio de estos movimientos, se estaría cerrando la paritaria docente a nivel nacional con un aumento en torno al 32%, con un salario mínimo subiendo 40%.
Panorama Internacional – Pág. 4
A pesar de la mayor intervención monetaria de los bancos centrales, los mercados financieros globales continúan navegando un escenario con volatilidad financiera frente al menor crecimiento de China (y la incertidumbre en torno al desarme de las burbujas infladas), el desplome del precio del petróleo, la debilidad de los mercados emergentes y la salida de capitales desde las acciones de los bancos europeos. En este contexto, trascendió un acuerdo entre Arabia Saudita, Rusia, Qatar y Venezuela para congelar la producción de petróleo en los altos niveles de enero, en un intento por frenar la caída libre del precio del crudo. Los comentarios del ministro de energía de Irán en el sentido de un potencial apoyo a todo acuerdo que intente estabilizar el mercado y los precios del crudo, permitió una recuperación del barril WTI a la zona de US$31, arrastrando una suba de los precios de las acciones en EE.UU. y Europa, impulsada por el buen dato de producción industrial en EE.UU. (+0,9% m/m en enero).
Rotando el foco del análisis hacia la política monetaria de la ReservaFederal de EE.UU. (Fed), todo parecería indicar que de sostenerse el escenario de mayor volatilidad en los mercados financieros, presiones deflacionarias derivadas de la caída de los precios de la energía y debilidad de los mercados emergentes, la Fed transitaría más despacio el ciclo de suba de la tasa de interés respecto del escenario delineado en la reunión de diciembre, que incorporaba 4 subas de 25 puntos básicos consistente con una tasa de interés del 1,375% para el final de este año. El escenario de aversión al riesgo, junto con las expectativas de mayor intervención monetaria de los bancos centrales de la Zona Euro y Japón y la pausa en el ciclo de suba de tasas de la Fed, derivaron en un desplome de las tasas de interés a 10 años de los bonos soberanos de Japón (0,05%), Alemania (0,27%) y EE.UU. (1,82%), considerados como activos de refugio frente al riesgo de un escenario con deflación de precios.
Proyecciones – Pág. 8