La corrida bancaria iniciada con la fuga de capitales y acelerada por la implementación de las medidas cambiarias que gatillaron una salida de depósitos en dólares se frenó. Desde hace dos semanas, el Banco Central volvió a comprar en términos netos en el mercado dólares suficientes para permitir que las reservas vuelvan a crecer en un contexto donde la salida de depósitos en dólares se moderó significativamente luego de que el Banco Central pusiera a disposición de los bancos los dólares encajados en las Reservas. Las tasas siguen en niveles altos, pero por debajo de los máximos que llegaron a alcanzar en plena corrida y a pesar del BCRA se estabilizaron en niveles cercanos a la neutralidad luego de años de ubicarse en niveles negativos.
Este pseudo equilibrio cambiario/monetario es factible por la implementación de los controles, a pesar de que estos no constituyen precisamente una señal positiva para abrir el crédito al sector privado ni para la repatriación de capitales (Recordemos que los Argentinos tienen el equivalente a medio PIB en activos del exterior). Pero además estos no son suficientes si no median otras medidas que apunten a frenar la nominalidad de la economía y por ende a recomponer la caja y los dólares. Esta es la alternativa necesaria para decir “No al club de los devaluadores y No al de los endeudadores” que sostuvo la Presidenta en su discurso inaugural. .
La advertencia al sindicalismo respecto al derecho a huelga en el peronismo esbozada también en ese primer discurso, no pareciera incluir un acuerdo social típico como el que pensamos inicialmente cuando planteamos en nuestros informes el “plan 18%”, pero sí un claro intento de llevar con estrategias diferentes las subas salariales a un número similar desde el 30% registrado en 2011. Al mismo tiempo, a la institucionalización del rol que vino tomando el actual Secretario de Comercio Interior para manejar a través del comercio exterior la oferta de dólares vía el freno discrecional de las importaciones, se suma ahora la creación de una subsecretaría de la competitividad que apunta en un contexto de mayor apreciación cambiaria a recomponer caso por caso la ecuación económica vía la utilización de instrumentos comerciales, fiscales y financieros (licencias no automáticas, reembolsos, regalías y financiamiento subsidiado). La diferencia con los planes de competitividad del fin de la Convertibilidad es que el margen financiero es mayor y la necesidad de corregir desequilibrios es significativamente menor.
El freno a la trayectoria de los salarios, gasto público y agregados monetarios es la contracara necesaria de esta estrategia de moderación. En última instancia, la recomposición de la caja asociada a la evolución de la paritaria estatal, los aumentos del Gasto Previsional y la trayectoria que finalmente muestren los subsidios en un año no electoral donde los Gastos de Capital van a necesariamente aflojar, impacta directamente sobre los agregados monetarios cuyo factor de expansión en los últimos meses vino siendo la monetización de las necesidades del sector público en un contexto donde la salida de capitales desplomaba la demanda de pesos.
El camino elegido va en línea con el esbozado en nuestro escenario base de una economía creciendo 3,8% con una inflación al 17/18% y un dólar que se mueva sólo 12%. El freno o no de la nominalidad será determinante para ver si este camino es posible o no. El desarrollo de la saga europea, Brasil y los precios de los commodities pueden ayudar o complicar el escenario.
* Directora y Economista de Estudio Bein & Asociados