Escenario político
Como venimos señalando, el camino hasta las distintas “postas” del proceso electoral era muy largo y probablemente fueran ocurriendo eventos de alto impacto que no eran posibles de prever. Puntualmente planteábamos que la estrategia del Gobierno para romper el armado del medio (consenso y discrecionalidad para intervenir en el mercado de cambios) y consolidar la polarización era inestable y podía derivar en una mayor inestabilidad financiera con impacto sobre la actividad y la inflación en un contexto de caída en la demanda de dinero y escasas reservas netas.
Los primeros análisis tendieron a evaluar el movimiento en términos de un reconocimiento de las dificultades de la ex Presidenta tanto para ampliar en forma significativa su caudal de votos (más allá de las encuestas actuales, que la ubican con chances no menores de triunfar en un ballotage si las elecciones fueran hoy) como para gobernar el año que viene frente a los desafíos que impone la sostenibilidad de corto y largo plazo de la macroeconomía. De acuerdo a esta visión, la decisión podría pensarse como un intento de ampliar la densidad política del espacio kirchnerista, con una percepción de corrimiento al centro que permita atraer dirigentes del peronismo e intentar fagocitar y restar competitividad electoral a toda alternativa que busque romper la polarización.
En principio, el mercado reaccionó con un optimismo (dado por un enfriamiento del riesgo país y el tipo de cambio respecto al cierre de la semana pasada) que fue moderándose con el correr de los días. En este sentido, la primera lectura del mercado parece apuntar a una “moderación” en lo que se percibía como el “abismo”, algo que en términos financieros podría analizarse o bien como una menor probabilidad de default o bien como un aumento en el valor de recupero de los bonos frente a un eventual escenario de reestructuración de la deuda. Si esto alcanza o no para reducir las probabilidades de corrimiento a un escenario inestable mientras dure la campaña dependerá en gran medida de que esta percepción se sostenga en las próximas semanas.
En la jornada de hoy, Alternativa Federal no logró consensuar una estrategia, dejando por el momento el espacio en un limbo con Lavagna anunciando que competirá por fuera, Massa como el “premio” a obtener entre Alternativa Federal y el kirchnerismo y el progresismo representado por el GEN y el Socialismo más cerca de Lavagna que de Alternativa Federal. Aun cuando la situación es muy dinámica y puede haber novedades en el mes que resta hasta el cierre de listas, al día de hoy la polarización pareció consolidarse con la crisis en el espacio del medio. De confirmarse este escenario, la estabilidad macroeconómica dependerá fundamentalmente de la percepción del mercado sobre el espacio kirchnerista, que oscilará entre el incentivo a la moderación discursiva apuntando a captar gobernadores, dirigentes y elevar el “techo” electoral, y el incentivo a “moderar” la moderación, dado que un desplome en el riesgo país que estabilice el mercado de cambios y permita aflojar el sesgo de la política monetaria incrementaría las chances de continuidad del actual gobierno.
