Este fue un año complicado

25.11.2012 | Marina Dal Poggetto hace el balance de un 2012 agitado. El freno de Brasil golpeó a la industria automotriz. El cepo cambiario impactó sobre la construcción. Las trabas a las importaciones afectaron el ingreso de maquinaria. El modelo pro exportación se reconvirtió hacia el mercado doméstico.
 
Se vislumbra ya el final de un año repleto de medidas en el terreno económico. Se acerca entonces la hora del balance. Cepo cambiario, restricción a las importaciones, redireccionamiento del crédito hacia el sector productivo y merma de la inversión son todos puntos que lucen rojos en la agenda. Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein & Asociados, plasma su opinión sobre un escenario que exige un análisis arduo.

 

-¿Qué balance hace de este año repleto de medidas económicas?

-Este fue un año complicado, volátil en lo económico. Hubo cuestiones exógenas que afectaron la economía, y cuestiones endógenas generadas por la propia política. Hubo sequía, que generó una pérdida de 10% en la cosecha, pero en realidad fue de más del 20% cuando se lo contrasta contra lo que se esperaba. Por otro lado estuvo la crisis global, que pegó directamente a través del frenazo que sufrió Brasil. Afectó la industria automotriz, la más dinámica de los últimos años. En lo endógeno estuvo la reacción de la política frente a una situación en la cual se acabaron los dólares.

-¿Considera que las medidas que se tomaron eran necesarias?

-Se planteó la restricción de dólares, que el Gobierno ya no tenía. Frente a eso se podía mover el tipo de cambio y subir la tasa de interés, o intentar abrir el crédito e ir tratando de frenar la nominalidad y reducir la tasa de inflación. No hicieron ni lo uno ni lo otro. No abrieron el crédito, no devaluaron y pusieron los controles. Forzaron la estabilidad de la demanda de pesos vía la prohibición de comprar dólares, y junto a eso intentaron cambiar un poco la nominalidad de la economía.

-¿Tomaron una tercera vía, menos dolorosa?

-Devaluar implica bajar el salario y una recesión, e intentaron seguir de largo sin abrir el crédito. Intentaron frenar la nominalidad, mover un poco más rápido las dos anclas que estabilizaban la inflación: el dólar y las tarifas de los servicios públicos. Y pusieron un nuevo ancla, las paritarias. Las negociaciones salariales que antes iban al 35%, esta vez fueron del 24%.

RECESION

-¿Terminó dando resultado el esquema?

-Terminaron acentuando la recesión. Hubo una caída fuerte en la actividad durante el segundo trimestre, sobre todo de la inversión. Fue el momento más álgido de los controles. Ahí se produjo la corrección de la brecha. Una vez que se estabilizó, la cantidad de pesos que se volcó a la economía comienzan a buscar estrategias para ser alocados, y eso lleva algún impacto sobre la actividad.

-Se necesitaban u$s 10.000 millones en el año para afrontar compromisos. ¿Se consiguieron a un costo demasiado alto?

-A un costo alto en términos de actividad, al menos en el arranque. Y con una economía que perdió al menos la mitad de los depósitos en dólares. Se generaron varias distorsiones, algunas las fueron corrigiendo, otras no.

-¿Hay una estrategia de largo plazo o se toman las medidas sobre la marcha?

-La decisión es tratar de perder la menor cantidad de dólares posibles, hay una obsesión por el dólar. Que las reservas se mantengan estabilizadas en este nivel y a partir de ahí se van tomando decisiones. Las que generan demasiado ruido se van corrigiendo. Por ejemplo, la obligación de liquidar exportaciones en un plazo de 15 días, o las restricciones a las importaciones cuando se implementó el esquema de Declaraciones Juradas Anticipadas a la Importación (DJAI), que se fueron soltando cuando vieron que habían frenado todo. Se toman decisiones en función del impacto que tienen sobre la oferta de dólares de la economía. La ventaja para el año que viene es que se generarán más dólares.

-¿El Gobierno está cambiando el paradigma económico a través de la pesificación, la reforma del Banco Central y el redireccionamiento de los créditos para financiar al sector productivo?

-Creo que esto tiene más que ver con una readaptación del discurso de acuerdo con lo que está pasando. Este modelo arrancó con un tipo de cambio alto y salarios bajos, y después se transformó en un esquema de tipo de cambio bajo y salarios altos. Inicialmente era un modelo pro exportación y hoy es pro mercado doméstico, con sectores protegidos y costos muy altos.

INVERSION

-¿Otro rasgo importante del año fue la caída de la inversión?

-En el segundo trimestre de este año la inversión se desplomó. Esto tiene dos componentes: un 60% de la inversión es construcción y el resto es incorporación de maquinaria y equipo. La construcción, a su vez, tuvo dos factores: la obra pública, que en un año no electoral mermó por las transferencias a las provincias. El segundo componente tuvo que ver con el cepo y el impacto que generó sobre la actividad inmobiliaria.

-¿Qué pasó con la compra de maquinaria y equipo?

-Ese es el otro gran componente. Hubo un frenazo en el segundo trimestre, en parte inducido por la política. La política que no dejó importar generó el desplome de la incorporación de maquinaria importada a la economía. Si bien hay sectores como los exportadores, que tienen aceitada su ecuación de rentabilidad, hay muchos sectores que venden al mercado interno y tienen la demanda protegida. Hoy por hoy los precios de la inversión para ellos son los más bajos de la historia. Si pueden acceder a comprar maquinaria importada al dólar oficial y encima la pueden financiar con un crédito subsidiado con una tasa al 10%, hay una oportunidad importante.

-¿Cuánto juega la confianza y las reglas a la hora de decidir inversiones?

-Es muy difícil abordar un proyecto a mediano plazo en la Argentina cuando no se saben cuáles son los precios relativos, no se sabe el costo de capital, se desconoce cuánto será el salario, el costo de la energía. Pero dicho esto, hay un montón de pesos volcados en la economía que no pueden dolarizarse. Algunos van a plazos fijos, por eso crecieron un 50%, otros van a decisiones de consumo y otros a la inversión.

CREDITOS

-¿Se están generando alternativas de inversión para los ahorristas? ¿La reforma del mercado de capitales puede ser una herramienta?

-Algunos pesos se están alocando. Pero no se va a desarrollar un mercado de capitales vía normativas. Es cierto que hay pesos buscando alternativas y algunos comprarán fideicomisos financieros.

-¿Qué análisis hace de la estrategia oficial de apuntalar la economía real?

-Creo que en la lógica defensiva funciona. Para empresas que hace mucho tiempo que están en el país y tienen un mercado interno protegido, si encima les regalan la mitad de la inversión a partir de créditos subsidiados… más de algunas empresas están aprovechando.

-¿Se favorece la concentración?
-A los jugadores con resto se los favorece. Si alguien tiene resto para financiar la transición y puede enfrentar una inversión con crédito subsidiado, pienso que está mucho mejor que alguien que no lo tiene. Hay sectores, como las economías regionales, que están perjudicados.