Monitor Semanal #535

Monetarias y Financieras El tipo de cambio se acercó a pocos centavos de la banda inferior, para luego rebotar al cierre de este informe a $35,90, frente a un piso de la zona de no intervención que al día de hoy se ubica en $35,47. Por ahora, el apretón monetario dado por las altas tasas nominales y la licuación en el poder adquisitivo de los perceptores de ingresos fijos mantiene acotada la demanda de divisas por la cuenta corriente y la dolarización de portafolio, en un contexto de crecimiento de los depósitos en pesos y caída nominal en parte de las líneas de crédito. En el caso de las empresas, el stock de préstamos (descuento de documentos comerciales y adelantos en cuenta corriente) acumula en promedio un recorte de $25.000 millones (-5,5%) desde principios de octubre, cuando entró en vigencia el programa monetario, luego de exhibir un estancamiento desde agosto. En este sentido, el aumento en el costo de oportunidad y el recorte de líneas de crédito llevó a muchas empresas a desarmar inventarios (impactando sobre la demanda de divisas para importaciones) o directamente a vender divisas en el mercado de cambios, presionando a la baja la cotización del dólar. (…)

Monetarias y Financieras

El tipo de cambio se acercó a pocos centavos de la banda inferior, para luego rebotar al cierre de este informe a $35,90, frente a un piso de la zona de no intervención que al día de hoy se ubica en $35,47. Por ahora, el apretón monetario dado por las altas tasas nominales y la licuación en el poder adquisitivo de los perceptores de ingresos fijos mantiene acotada la demanda de divisas por la cuenta corriente y la dolarización de portafolio, en un contexto de crecimiento de los depósitos en pesos y caída nominal en parte de las líneas de crédito. En el caso de las empresas, el stock de préstamos (descuento de documentos comerciales y adelantos en cuenta corriente) acumula en promedio un recorte de $25.000 millones (-5,5%) desde principios de octubre, cuando entró en vigencia el programa monetario, luego de exhibir un estancamiento desde agosto. En este sentido, el aumento en el costo de oportunidad y el recorte de líneas de crédito llevó a muchas empresas a desarmar inventarios (impactando sobre la demanda de divisas para importaciones) o directamente a vender divisas en el mercado de cambios, presionando a la baja la cotización del dólar.

En lo referente al poder adquisitivo, noviembre probablemente represente el punto más bajo para los perceptores de ingresos mensuales (asalariados, jubilados y beneficiarios de programas sociales). Si bien ni el salario real ni las prestaciones sociales ajustadas por inflación van a retornar a los niveles de 2017 luego del fuerte ajuste de 2018, si van a exhibir un rebote en los próximos meses de la mano de la reapertura de paritarias en algunos sectores, la desaceleración luego de los picos inflacionarios de septiembre y octubre, medidas compensatorias como los bonos de fin de año y las subas de diciembre y marzo previstas por la ley de movilidad previsional, que comienza a captar los meses de mayor inflación. En este último caso, el poder adquisitivo de las prestaciones sociales, que hoy se ubican 23,4% por debajo de noviembre de 2015, pueden crecer 12,7% a marzo del año que viene (incorporando los aumentos nominales que ya se conocen para diciembre y marzo).

Mercados/Panorama Internacional

Los mercados globales siguen muy vulnerables a los focos de tensión relacionados con la suba de tasas en USA, la tensión comercial entre USA y China, y la solvencia fiscal en Italia.

Por el lado de la suba de tasas de la Reserva Federal de USA (Fed), un mercado de trabajo muy apretado frente a la caída sostenida de la tasa de desempleo empieza a acelerar la dinámica de los salarios en un contexto de estancamiento de la productividad laboral, aumentando el riesgo de una aceleración inflacionaria. Por ahora, las expectativas de inflación de mediano plazo se mantienen estabilizadas en torno al target de la Fed, amortiguando el impacto de la suba de tasas de la Fed en el tramo largo de la curva de rendimientos, en consistencia con un aplanamiento de la curva de rendimientos.

El riesgo de inversión de la curva de rendimientos frente al ciclo alcista de las tasa de interés de referencia es una señal a tener en cuenta, dado que podría anticipar, de materializarse, un enfriamiento del canal del crédito (dado que los bancos toman préstamo de corto para prestar a largo plazo) y del nivel de actividad, arriesgando una corrección de los precios de las acciones tomando los altos niveles de price/earnings de partida. En este contexto, los niveles de volatilidad financiera del S&P medido por el VIX subieron un escalón.