Monetarias y Financieras
En medio de la tensión cambiaria, el BCRA reforzó el tono hawkish de su política comunicacional dando a conocer los cambios en la conducción de la política monetaria que había anunciado el pasado 12 de junio. En el comunicado de política monetaria de ayer, donde mantuvo la tasa de referencia de política monetaria en 40%, el BCRA anunció que, en la transición hacia una tasa de inflación de un dígito, complementará al esquema de metas de inflación con la tasa de interés como único instrumento con un seguimiento más atento de los agregados monetarios. En este sentido, comenzará a monitorear una base monetaria amplia, que incluye todos los pasivos del BCRA con los bancos y el bono 2020 del Tesoro, con el cual pueden integrarse parcialmente los encajes.
La decisión no resulta un cambio en el esquema de política monetaria, ya que no se especifican metas de agregados monetarios y por ende no puede evaluarse ni el grado de compromiso de la autoridad monetaria ni el éxito de la política monetaria según esta referencia. Más bien, parece ser un mecanismo de reforzar el tono hawkish de la política monetaria en medio de las turbulencias en el mercado de cambios (teniendo en cuenta que el control de los agregados tiende a conducir a una política monetaria más restrictiva y menos flexible que el esquema de metas de inflación), formalizando en lo discursivo las acciones que la autoridad monetaria viene conduciendo en las últimas semanas tendientes a retirar liquidez del sistema.
Mercados/Panorama Internacional
Los mercados financieros globales siguen reflejando un escenario de mayor volatilidad financiera (VIX en 13,50) con tendencia ascendente en el Dollar Index (94.75), precios de acciones en USA sostenidos en niveles de price earnings ajustado por inflación +19,3% arriba del promedio de los últimos 20 años y precios de commodities agrícolas en baja (el precio de la soja baja a US$304,89 la tonelada, el menor nivel en una década) frente a la “Guerra Comercial” entre China y USA, el fortalecimiento global del dólar y la expectativa de suba de tasas en USA.
Teniendo en cuenta la tendencia gradualmente alcista de las tasas de los bonos del Tesoro de USA frente al aumento del déficit fiscal (mayor oferta de US Treasuries) y el achique de la hoja de balance de la Reserva Federal de USA (menor demanda de US Treasuries), el riesgo de un enfriamiento del nivel de actividad en USA podría derivar en un ajuste de las valuaciones del S&P. El achatamiento de la pendiente de la curva de rendimientos de los US Treasuries es una señal de alerta que el mercado sigue de cerca para anticipar un enfriamiento de la economía.
Frente a este contexto internacional de fortalecimiento global del dólar, tendencia alcista en las tasas de USA y Alemania, caída en los precios de commodities agrícolas y mayor volatilidad financiera, los países emergentes más afectados son los que tienen fuerte concentración de vencimientos en dólares de corto plazo, déficit de cuenta corriente externa, alta concentración de exportaciones en commodities agrícolas y un Banco Central con bajo track record de credibilidad asociada a compromiso anti inflacionario. Puntualmente, la economía argentina encuadra entre las economías emergentes más vulnerables ante un contexto internacional más adverso, en línea con la suba amplificada del riesgo país, el aumento en el precio del dólar y el desplome de los precios de las acciones en dólares.
El desplome del precio de la soja (a US$ 304,8 la tonelada) vis a vis el aumento en el precio internacional del petróleo (a US$70 el barril WTI) anticipa una dinámica más adversa para la dinámica de los términos del intercambio local, escenario que podría aumentar las presiones cambiarias.