Por Marina Dal Poggetto y Martín Vauthier*
La escalada del tipo de cambio marginal, que al día miércoles llegó a alcanzar $8,75, impulsada inicialmente por las repercusiones respecto a la política para elevar el costo del turismo en el exterior, se moderó en el transcurso del día para cerrar cerca de $8,45. El actual precio del dólar marginal no tiene relación ni con el equilibrio cambiario (aquel que mantiene neutro el resultado de las cuentas externas), más cercano al dólar turista $6,2, ni tampoco con el que resulta de la relación de convertibilidad de la economía (Base Monetaria/Reservas), en torno a $7. Más aún, el tipo de cambio multilateral resultante de utilizar al dólar marginal -construido a partir de un portafolio promedio que incluye mitad dólar, una cuarta parte Euro y el resto Reales-, se ubica en torno a los niveles de 2002 en pleno overshooting, y el tipo de cambio bilateral real con el dólar vuelve a los niveles de 2006.
Sin embargo, el propio ruido generado por la política en un contexto donde el grifo de la oferta de dólares oficiales vira siempre en el mismo sentido cada vez que las Reservas se erosionan, generó una vez más un aumento significativo en la demanda del marginal, situación que en un mercado chico y con oferta de dólares reducida llevó a sobrereaccionar esta cotización. Todo mientras la tasa de interés que remunera al ahorro en pesos sigue en torno a 15% y no hay lineamientos ciertos respecto a la política fiscal en el año electoral, ni sobre los requerimientos de monetización de un Gobierno Nacional que optó por no acceder al crédito ni siquiera para cancelar vencimientos de capital. O lo que es lo mismo, no hay lineamientos ciertos sobre el deterioro de la relación de convertibilidad hacia adelante.
Lo paradójico de esta situación es que el anuncio de la AFIP de aumentar de 15% a 20% el recargo a cuenta de ganancias y bienes personales que se aplica a compras con tarjetas de crédito en dólares, y su extensión a paquetes turísticos y pasajes comprados en pesos, se dio una vez que culminó la temporada alta turística, y la demanda había empezado a menguar con un stock de préstamos en dólares mediante tarjetas de crédito que dejó de crecer por primera vez en el año en la primera semana de marzo. Y en un contexto donde además se está a pocos días de que arranque la oferta de dólares derivada del salto en la cosecha. Salto que si bien es menor al esperado inicialmente con estimaciones de cosecha que fueron corrigiendo a la baja, sigue siendo altamente favorable en relación al año pasado.
Al igual que en diciembre, cuando la duplicación de la emisión para financiar al fisco y cubrir la deuda flotante y el uso de reservas para cancelar vencimientos de la deuda generó un impulso al dólar marginal que además se vio empujado por el aguinaldo y el achicamiento de la venta de dólares turistas, esta vez el corrimiento en la cotización está impulsado por un nuevo cierre normativo del mercado en un contexto donde el M2 se mueve a un ritmo algo más lento (34% i.a. en las últimas dos semanas vs. 40% i.a. en diciembre) manteniendo desde entonces la relación de convertibilidad en un contexto donde las reservas no se estabilizan.
Evidentemente, hay un nivel al cual la brecha se estabiliza, una vez que su precio relativo en relación al resto de los bienes y/o servicios de la economía acelera la demanda de estos últimos. No obstante, este nivel no es evidente –depende directamente del trade off entre el riesgo local y poder adquisitivo de los dólares atesorados- y además esta coyuntura puede no ser estable a mediano plazo si los pesos que resultan de la venta de dólares que estabiliza el precio en el marginal generan en la segunda derivada un aumento en la demanda de dólares oficiales y el BCRA decide dar una vuelta más al grifo. Mientras tanto, la combinación de brecha cambiaria y tasas de interés en pesos negativas presenta una situación curiosa: mientras se penaliza a quienes ahorraron en pesos, se subsidia a quienes pueden vender sus dólares al tipo de cambio marginal para adquirir bienes importados, que ingresan a un dólar de $5,1.
* Directora y Economista de Estudio Bein & asociados.