- Más gasto…
- …Autofinanciado
- La Reforma de la Reforma
- Cambios que generan dudas
- La política de precios
- La inflación es más alta en las provincias
El Gobierno lo sabe: el margen de maniobra de la política económica depende directamente de la solvencia fiscal. Pero en lugar de procurar limitar la trayectoria del Gasto Público unos puntos por debajo del fenomenal aumento que en términos reales registran mes a mes los ingresos fiscales, genera ingresos adicionales (extrayéndoselos a otros sectores) para financiar algunas decisiones de gasto en el año electoral. La creación de subsidios para evitar subas en los precios de algunos alimentos vía aumento en las retenciones a la soja, o los recientes cambios al Sistema de Seguridad Social que apuntan a captar financiamiento para el aumento en la cobertura derivado de la Moratoria Previsional en vigencia desde mediados del año pasado, van en este sentido.
La sola asignación de los indecisos al sistema de reparto que incluye entre otras cosas el Proyecto de Ley que reforma la reforma del 94, generaría en 2007 ingresos adicionales al fisco por $600 millones (10% del total de aportes que recibe el sistema de capitalización), pero la transferencia de ingresos al sistema de reparto sería en los hechos mayor. Hoy la ANSES es superavitaria ($6.015 millones en 2006), pero con la implementación de la Moratoria Previsional que en régimen permitiría incorporar casi 1,5 millón de jubilados a un costo neto de $5.000 millones, el incremento en los Gastos previsionales comienza a crecer más rápido que los recursos, por lo que con los recientes cambios al esquema de Seguridad Social el Gobierno se asegura parte del financiamiento hoy. La universalización de la cobertura, en un país con recursos fiscales no excedentes, trae aparejado un claro “trade off” entre alcance y equidad. En la medida en que se decida incorporar nuevos beneficiarios sin el financiamiento de largo plazo, la distorsión entre los montos percibidos y las condiciones preestablecidas de los mismos se seguirá ampliando. El retorno al sistema de reparto de afiliados a las AFJP’s generará en lo inmediato una mejora en el financiamiento, pero en el mediano/largo plazo, dependiendo de cuales sean finalmente los incentivos al traslado, generará también un aumento en el gasto. Los flujos resultantes de estas medidas parecieran estar evaluados con una tasa de descuento demasiado alta y seguramente tendrán como contrapartida un sistema que tienda a ser solidario y donde los beneficios no dependerán a futuro de los ingresos aportados.
En el caso de la política de precios, el esquema no difiere significativamente de lo observado hasta ahora. A pesar del fuerte aumento que registran los subsidios para contener alzas en los precios de los sectores regulados (transporte y combustibles), los ingresos por retenciones siguen siendo tres veces mayores. Pero además, el financiamiento creado por la medida difícilmente pueda aplicarse en su totalidad, por lo que en los hechos tendría también beneficios fiscales netos. Igual esto no alcanzó: con la inflación de enero amenazando dispararse por encima del 1,3% de 2006 se idearon otros mecanismos más “creativos”. La eliminación de los planes médicos y la creación de dos nuevas alternativas con costos 2% (con copagos) y 22% (Premium) mayores permitiría reducir la tasa de inflación del mes, aunque al costo de poner en riesgo la credibilidad del indicador y del propio INDEC. De imputarse en febrero el alza en las prepagas la inflación del mes sería algo más alta que lo que la estacionalidad indica. Esperamos 0,9%.