Luego de varias semanas en las que no se conocieron datos que movieran el amperímetro (más allá de mostrar un mercado inmobiliario en recuperación, desde niveles muy bajos, y números mixtos sobre la marcha de la actividad), los últimos dos días de la semana pasada el mercado recibió nueva información que brinda pistas acerca del rumbo futuro de la política monetaria en EE.UU. y la eurozona.
El anuncio de Draghi del jueves estuvo en línea con lo que esperaba el mercado y, a diferencia de otras ocasiones donde el Banco Central Europeo parecía no entender la importancia del manejo de las expectativas como parte integral de la política monetaria, esta vez el discurso intentó maquillar la fuerte oposición interna del principal banco central de la eurozona, el Bundesbank, a cualquier medida que implique una mayor flexibilización monetaria o una compra de bonos de la periferia europea que pueda considerarse como un financiamiento indirecto del déficit fiscal. No obstante ello, y si bien el anuncio es positivo en el sentido que apunta a una intervención ilimitada en los mercados de bonos (incrementando sensiblemente el riesgo de “apostar en contra” de la deuda de los PIIGS) y no otorga preferencias de cobro a la deuda que eventualmente adquiera BCE en caso de un evento de crédito (lo que hubiera aumentado el riesgo potencial de los tenedores privados), contiene ciertos aspectos que dejan margen para la duda y que deberán ser digeridos por el mercado en las ruedas posteriores, más allá del rally inicial. Por un lado, la intervención queda sujeta a una fuerte condicionalidad, y es aquí donde se refleja la huella alemana. En este sentido, para que el BCE comience a intervenir se requerirá que el país objetivo “se declare en problemas” y quede sujeto a negociaciones que podrían incluir condiciones que profundicen el ajuste nominal y resulten difíciles de sostener en el tiempo en un contexto de depresión en la actividad económica y el empleo. A su vez, la inyección de euros resultante será completamente esterilizada, achicando el impacto inicialmente esperado. El riesgo es que el BCE, en un contexto de alta preferencia por la liquidez en la eurozona, no logre esterilizar la totalidad de los euros emitidos (como ya ocurrió el año pasado), y deba, para cumplir con el plan, subir las tasas de interés para tentar a los bancos a inmovilizar su dinero. Finalmente, las operaciones se limitarán al tramo corto de la curva (hasta tres años), lo que genera dudas acerca del comportamiento en los tramos medios y largos, que son los más comprometidos y los más relevantes para las decisiones de inversión. Del otro lado del Atlántico, el viernes se conoció el esperado dato de empleo de agosto, que mostró un sorpresivo deterioro en el mercado de trabajo de la principal economía mundial. Mientras el mercado esperaba una creación de empleo en torno a 125/130 mil puestos, el dato se ubicó en apenas 96 mil. Adicionalmente, con la corrección a la baja de los números de junio y julio, la economía creó 41 mil empleos menos que los inicialmente reportados en los informes del Departamento de Trabajo de EE.UU. Los mercados accionarios reaccionaron con leves subas iniciales, los bonos del Tesoro americano subieron (efecto refugio ante la marcada incertidumbre de la política estadounidense en un contexto de debilidad de la economía) y el oro y el petróleo aumentaron, al incrementarse la expectativa del mercado en torno a nuevas medidas de estímulo monetario por parte de la Fed, con un Bernanke que reafirmó el tono dovish en Jackson Hole y anunció que no dudará en intervenir en caso de un deterioro en las perspectivas de la economía. El dato de empleo de agosto ciertamente da cuenta de un “deterioro” en el mercado de trabajo americano y, en un contexto donde el debate político en EE.UU. sólo suma dudas y agiganta el fantasma del “precipicio fiscal” y donde la demanda en Europa y China sigue débil, podría inclinar la balanza en el Comité de Política Monetaria de la Fed hacia un mayor sesgo expansivo. El calendario electoral, con los comicios presidenciales cada vez más cerca, ciertamente forma parte de los temas que se discuten adentro de este Comité. *Analista de Estudio Bein & Asociados. |