- Dólar, Tasa de Interés y Reservas:
- La disyuntiva del BCRA
- La lógica de la ANSES
- Programa Financiero 2012 y Perfil de Vencimientos
- Empleo, Salario y Distribución del Ingreso
- ¿Que hay detrás de los fondos de las obras sociales?
- ¿Desacople?
- ¿Cómo impacta el freno de Brasil?
En plena transición entre las elecciones primarias y las presidenciales, y con un resultado ya anunciado, se produce un paréntesis en el que los debates en torno al agotamiento o no del “modelo” se tornan inconducentes para una economía que se aproxima al pleno empleo en simultáneo con el cierre de las cuentas externas. Las dificultades para sostener el tipo de cambio y las tarifas como anclas de los precios locales frente una masa de salarios y jubilaciones que corre al 33% i.a. y un crédito para consumo que lo hace casi al 50% i.a., plantean la necesidad de dar señales ciertas que apunten a frenar esa nominalidad ahorrando así una mayor corrección cambiaria.
La creciente salida de capitales es parte de esta contradicción y empieza a erosionar las Reservas Internacionales. Para limitar la pérdida de Reservas, el BCRA aceleró la pauta de devaluación en las últimas semanas a contramano de la expectativa respecto al sostenimiento de la paridad de cara a las elecciones. Y este comportamiento generó en los hechos una mayor demanda de dólares, que más tarde el BCRA debió frenar a un costo mayor. Las Reservas quebraron los US$50.000 millones a pesar del renovado uso de líneas de Repos con otros bancos centrales por más de US$1.000 millones y de la oferta de dólares de la ANSES (aproximadamente US$3.000 millones en lo que va del año) que surge de la venta de Bonos en dólares en el mercado. Bonos que por primera vez en mucho tiempo funcionan en Argentina como refugio frente a una caída en la demanda de pesos, y que de paso avisan que el mercado de crédito hoy está abierto a tasas entre 9 y 10%. Muy altas comparadas con las que pagan los países vecinos en un mundo desarrollado de tasa cero, pero consistentes con la sustentabilidad de la deuda para una economía en la que los perfiles de vencimientos son ciertamente manejables dado el bajo nivel de leverage del que parte. Hoy a diferencia de 2008/2009, cuando las dudas eran si Argentina podía transitar los próximos dos años sin crédito, no hay ningún escenario en puerta de default, en todo caso sí una mayor licuación de la deuda en pesos.
Frente a esta coyuntura, además de financiar al Tesoro, el BCRA siguió financiando la compra de dólares del sector privado al limitar la suba en la tasa de interés frente al corrimiento de las expectativas de devaluación. Si bien los bancos comerciales ya empezaron a reaccionar frente al estancamiento en los plazos fijos subiendo casi 200 pbs. la tasa de interés (la tasa Lebac se ubica en 12,8%), el BCRA siguió enmarañado en sostener la tasa de política monetaria dejando caer el stock de Letras y Notas -que ya acumula casi $10.000 millones en apenas dos meses-, generando además un corrimiento del stock hacia activos de tasa variable en detrimento de los de tasa fija. Esta expansión financió en definitiva la mayor demanda de dólares que refleja la contradicción que aparece entre los objetivos y los instrumentos de política. Y, junto a ello, la dificultad para seguir usando un año más las Reservas del BCRA en forma directa (fondo del desendeudamiento) e indirecta (adelantos transitorios y utilidades) para financiar los vencimientos de la deuda, sin una corrección más agresiva del tipo de cambio.
La aparición de restricciones en conjunto con un horizonte de cuatro años, indica que el Gobierno que llega con el 50% de los votos debería apuntar a hacer uso de los instrumentos de política el primer año a fin de moderar la nominalidad de la economía (gasto público, expansión monetaria y masa salarial jubilatoria que hoy corren al 33%) y no seguir acumulando distorsiones en un contexto donde el sendero de las reservas es a la baja. Evidentemente un mayor precio de la soja (hoy en US$530) con una buena cosecha como la que se perfila para 2012 y algún intento de aumentar la presión tributaria a sectores beneficiados por la trayectoria de los precios internacionales, podría abrir esta ventana un año más, aunque la capacidad de reacción se reduce hacia adelante si en 2013 no vuelve a ocurrir un salto adicional en este precio, o si ex post ese salto no se concreta en 2012. La posibilidad de seguir subiendo el salario en dólares al ritmo de los dos últimos años se agotó, y más allá del debate preelectoral, la política deberá ir por otro camino. Si bien seguimos considerando que el Gobierno va a intentar avanzar por el camino de la moderación (esto es una paritaria en torno al 18%), y abrir parcialmente el crédito en 2012, corregimos hacia arriba la proyección de tipo de cambio para fines de 2011 (a $4,39) en línea con los movimientos de mercado. En este contexto el debate en torno a los fondos de las Obras Sociales, más que un aumento en la caja del sector público como fueron las AFJP´s, constituye un mecanismo de presión de cara a la próxima negociación salarial y de precios vía un ensayo de acuerdo social. La negociación del salario docente en febrero de 2012 y el aumento en las jubilaciones que anuncie el gobierno a partir de marzo van a ser determinantes para ver si el objetivo del 18% es factible o no.