¿Cómo visualiza el contexto económico argentino después de las elecciones?
La aceleración de la salida de capitales observada en los últimos meses en un contexto donde la oferta de dólares generada por el superávit de la cuenta corriente desapareció, achica el margen de maniobra de la política económica. Esto implica que la capacidad para seguir impulsando el crecimiento de la economía a partir de una política fiscal, monetaria y de ingresos fuertemente expansiva como la que vimos este año con el tipo de cambio y las tarifas de servicios públicos funcionando como anclas, no va más. De cara a las elecciones el BCRA sostiene el tipo de cambio entregando reservas, vendiendo dólares a futuro y subiendo en el margen las tasas de interés, pero como estrategia de mediano plazo esto no alcanza si no se modera la nominalidad de la economía.
Para el 2012, ¿ cual puede ser la receta económica ?
Creemos que el Gobierno que llega con un enorme caudal político va a apuntar a moderar la carrera entre precios y salarios, intentando poner un tope en la discusión salarial que apunte al 18% en lugar del 30% alcanzado en paritarias durante 2011. Si esto se logra, y en conjunto el gasto público (ajuste de tarifas mediante) y la cantidad de dinero van más en línea con este número, es factible esperar un reacomodamiento del tipo de cambio en torno a 11%, esto es un dólar de 4,87 pesos a fin del próximo año, la economía puede seguir creciendo con salarios en dólares que se mueven más en línea con la productividad. Si no se logra frenar la nominalidad, la demanda de dólares va a continuar y en algún momento va a gatillar un corrimiento más brusco del tipo de cambio consistente con una caída del salario en dólares y un freno a la economía. Lo que sabemos va a ocurrir en 2012 es una paritaria en torno al 30% con un dólar que se mueva sólo 8% como este año.
Además de lo que dicen el oficialismo y la oposición respecto de la inflación, está el punto de vista de la CGT que admite el alza de los precios pero les hecha la culpa a los empresarios ¿qué piensa usted?
Una parte no menor de la tasa de inflación se origina en un componente indexatorio. Esto ocurre fundamentalmente con los precios de los servicios no regulados –aproximadamente un 35% del IPC- donde el traslado a precios del aumento en los salarios es inmediato. En los precios de los bienes (60% del IPC) esta posibilidad está acotada por el tipo de cambio, aunque en la medida que aumenta el freno en las importaciones, como mecanismo para proteger determinados sectores, el traslado a precios es mayor, y en muchos casos estamos pagando precios que se ubican por encima de los internacionales. Los servicios regulados, aproximadamente 5% del indice están congelados. Los datos de provincias como la de Santa Fe que por ahora no fue alcanzada por las multas muestran que la inflación ronda el 22%, mientras los salarios promedio del INDEC van al 29%.
¿Cómo puede influir el contexto internacional, especialmente lo que ocurra en Brasil y Europa.
Lo que estamos viendo en Europa es la incapacidad de la política para contener el riesgo de crisis en los bancos asociado a los problemas con la deuda de la periferia europea. Si bien uno sostenía que después de la caída de Lehman Brothers los hacedores de política habían aprendido la lección, tres años más tardes vemos que el aprendizaje es acotado. La miopía del Banco Central Europeo que a diferencia de la FED prioriza la escasez de la moneda y de los gobiernos fuertes de la Unión Europea que demoran la ampliación de los paquetes de rescate, que cuando llegan no alcanzan ni para empezar dada la espiralización del riesgo sistémico, amplifica los temores respecto a la existencia de una disrupción financiera. Esto es lo que está detrás de la corrección de los mercados observada en el último mes y medio. Si bien no es nuestro escenario, una salida desordenada tendría consecuencias para Argentina.
¿Y Brasil?
En Brasil, la historia es distinta, aunque la volatilidad de las últimas semanas está asociada fuertemente a los temores respecto a una recesión global. Puntualmente en Brasil, la exageración de la política monetaria generó un freno mayor al deseado en el nivel de actividad, en tanto la apreciación de su moneda que llegó a tocar 1,55 R/US$ mes y medio atrás, empieza a pegar la vuelta frente a la salida de capitales que el Banco Central aprovechó y sólo contuvo cuando el Real asomó a 2 US$. Si bien la política monetaria en Brasil tiene un mayor margen de maniobra, los coletazos sobre Argentina se han empezado a sentir. Coletazos que tienen más que ver con el freno evidenciado en la actividad del país vecino que con la corrección cambiaria observada, a pesar de la cual el tipo de cambio bilateral con Brasil sigue siendo elevado.
¿Qué puede ocurrir con las inversiones el próximo año y cuanto puede crecer el país?
La inversión en Argentina ronda el 22% del PIB, un nivel alto comparado con la historia pero bajo para sostener un ritmo del crecimiento del 7% como el que proyectamos para este año. Sobretodo cuando se tiene en cuenta que un 60% corresponde a inversiones en construcción. En nuestro escenario base, aquel en el cual se logra moderar la nominalidad de la economía la inversión sigue creciendo al doble que el producto, esto es 9% vs. el 4,5% proyectado para el PIB. Esta va a estar fundamentalmente concentrada en sectores que –a pesar de la corrección observada- reciben la señal de precios de commodities, en aquellos protegidos por la política y que además reciben financiamiento a tasas fuertemente negativas y también en construcción.
¿Cuál es la tontería más grande que escuchó en diagnósticos y en pronósticos económicos?
El debate en Argentina en los últimos años, pero fundamentalmente en los últimos meses prácticamente no existe y se limita a defender posiciones que se ubican en extremos. Esto va desde las estadísticas que se usan para debatir la macroeconomía con un INDEC dudoso, a los análisis respecto al impacto de la crisis global, pasando por el rol del viento de cola en explicar el crecimiento de la economía desde 2003. Quizás el argumento que dio pie a la multa a las consultoras, donde se las acusa de haber tergiversado los mecanismos de mercado en la fijación de los precios de las frutas y verduras, es lo más grotesco que he escuchado.
*Directora del Estudio Bein & Asociados.
Entrevista a Marina Dal Poggetto* |