Elecciones en Francia: ¿Peligra la alianza Merkozy

Mientras la inconsistencia del ajuste nominal abre el escenario de doble recesión en la Zona Euro, el ruido de la política también empieza a filtrarse en la dinámica de los mercados.

En las elecciones presidenciales de Francia, el candidato del Partido Socialista, Francois Hollande, sigue encabezando los pronósticos del balotaje del domingo frente al presidente actual, Nicolas Sarkozy, aún cuando dicha diferencia se viene acotando en el margen: 52,5% Hollande vs el 47,5% de Sarkozy, según la agencia francesa BVA. Esto en un contexto donde la abstención de la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen (con un 20% en primera vuelta) y el apoyo del centrista Francois Bayrou (9% en primera vuelta) a Hollande, inclinarían la balanza electoral hacia este último.

Todo parecería indicar que a medida que la inconsistencia del ajuste nominal impuesto por una Alemania que pretende que franceses, italianos, españoles y griegos se comporten como alemanes, se filtra a la actividad y el empleo, la plataforma electoral tiende a girar su voto hacia la oposición. Independientemente de las orientaciones de “izquierda” o de “derecha”. Primero en Italia con la caída de Berlusconi. Segundo en España, con el triunfo de la derecha de Mariano Rajoy ante el partido socialista de José Luis Zapatero y ahora en Francia, con el socialista Hollande encabezando los pronósticos de balotaje frente a la derecha conservadora de Sarkozy. Lo mismo en Grecia, donde la economía acumula una caída del PBI del 20% y el desempleo se mantiene en dos dígitos, los tradicionales partidos de centro-izquierda (PASOK) y centro-derecha (Nueva Democracia) que hoy conforman el gobierno de coalición de Lucas Papademos, han perdido buena parte de la plataforma electoral como contrapartida de los ajustes de salarios, pensiones y gasto público. Partido Socialista, el PASOK, que tomó el poder hacia fines de 2009, venciendo al partido de la Nueva Democracia, cuando los beneficios que trajo el ingreso al Euro en 2001 empezaron a pasar factura a partir de la huída de capitales y la suba de la tasa de interés.

Un eventual triunfo de Hollande en Francia podría deteriorar el consenso político materializado en la alianza Merkozy (Merkel y Sarkozy) que dio legitimidad al pacto de austeridad fiscal. Herramienta que la Alemania de Angela Merkel pone como condición necesaria del prestamista de última instancia de la periferia europea. Sobre todo cuando el discurso electoral de Hollande hace hincapié en una estrategia de mayor crecimiento y menor ajuste -con inclusión de Eurobonos- que choca de frente con el pacto de austeridad fiscal alemana.

Mientras los tiempos de la política se extienden, la asimetría entre una Periferia Europea (España, Italia, Grecia, Irlanda y Portugal) con desempleo en dos dígitos e inflación por debajo del objetivo del Banco Central Europeo y una Europa del Norte (Alemania, Luxemburgo, Holanda, Finlandia, Austria y Bélgica) con desempleo e inflación bajo control, no hace más que develar las inconsistencias en torno a una unión monetaria con productividades y disciplinas fiscales bien divergentes.

Evidentemente, en la parte baja del ciclo económico, el statu quo de la política de la Zona Euro no está dando sus frutos: el desempleo sigue ajustando al alza y el escenario de doble recesión está a la vuelta de la esquina, agudizando el agujero fiscal de la periferia. Factura que finalmente también toca las puertas de una economía alemana que exporta el 40% a la propia Zona Euro.

Si finalmente Hollande triunfa este domingo, ¿habrá alguna señal de cambio en la política anti-crisis de la Zona Euro?

O bien, una vez más, entrará en juego el teorema de Baglini. Es decir, la presión para aumentar el gasto público y limitar el ajuste se transmute en una preocupación por sostener el acceso al prestamista de última instancia, convalidando el statu quo que en un principio se quería corregir.

*Analista de Estudio Bein & Asociados.