Javier Finkman (Economista jefe del HSBC): “Objetivamente, en las últimas semanas mejoró mucho el ambiente económico global para la Argentina”. Miguel Bein: “Hay brotes verdes, es cierto que están ahí, pero en el mercado algunos están reaccionando en forma demasiado eufórica y se pueden equivocar”. Miguel Broda: “”Ya en abril la economía no cayó y probablemente tenga un leve crecimiento. La economía está aterrizando. Ya se están recuperando China y Brasil”. Dante Sica (Abeceb): “La producción se adecuó a los nuevos niveles de demanda. El segundo semestre va a ser mejor que el primero, aquí y en el mundo”. SOJA, CONSUMO Y DOLAR QUIETO, CLAVES EN EL CAMBIO DE HUMOR Denis Rodman, Ben Wallace y, a nivel local, Federico Kammerichs, son “reboteros” fuera de serie en el basquet. Entre los economistas, el club de los reboteros va sumando adeptos en la Argentina: la idea de un frenazo en la caída de la economía y de una recuperación a corto plazo (o, al menos, el convencimiento de que están las condiciones dadas para que ello ocurra) ganaron espacio en las últimas semanas en los pronósticos de los analistas. El gremio está hoy “partido” entre los economistas que forman parte de la oposición, que pintan un panorama negro para después del 28, y la mayoría de los consultores privados, que ven que lo peor de la crisis se dio entre fines de 2008 y el primer trimestre de este año. En este último grupo aparecen economistas que siempre estuvieron en el rango de los optimistas, como Mario Blejer o Miguel Bein, y otros que mejoraron sensiblemente sus proyecciones en el último mes, como Miguel Broda, Carlos Melconián y Juan Llach. “Objetivamente, cambiaron mucho y para bien las condiciones en las últimas semanas”, explica Javier Finkman, economista jefe del HSBC. Finkman, también profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, resalta que sólo por la apreciación reciente del Real brasileño el Tipo de Cambio Real y llevó esta variable al nivel de agosto de 2008. Lo mismo sucede con el precio de la soja, hoy encima de los 460 dólares por tonelada y un factor clave para la economía local. Pero no son los únicos datos: Mundo reverdecido: Los presupuestos de las empresas en 2009 se armaron en octubre-noviembre del año pasado, cuando las noticias del exterior eran pésimas. Hoy la palabra de moda entre los analistas globales es “brotes verdes” (“green shots”). “La recomposición de la demanda china hace subir el precio de los granos”, apunta Dante Sica, director de Abeceb.com. Expectativas: En abril se frenó la caída de la Confianza del Consumidor, que releva la Universidad Di Tella, y ya en mayo y junio el indicador dio positivo en la comparación interanual. “El consumo cayó menos de lo que pronosticaban los economistas”, dice Lila Guerrero, de Kitelab. Menos devaluación: Los indicadores monetarios también se dieron vuelta: hoy el Banco Central vende dólares en lugar de comprarlos. Clarín publicó la semana pasada un informe que daba cuenta de la moderación de las proyecciones de devaluación para el segundo semestre, con algunos extremos como el Credit Suisse, que se juega por un dólar a $ 3,90 para fin de 2010. Para los partidarios de un dólar bajo, la dinámica se parece a un círculo virtuoso: en tanto los agentes se convencen de que el Gobierno tiene músculo para mantener la divisa planchada, se liquidan más exportaciones: sólo en mayo se liquidaron US$ 2.185 millones, el doble que en marzo. Menos restricción: Los buenos precios de los granos, sumados a la caída de las importaciones por la recesión, están fundamentando una proyección de superávit comercial del orden de los 13.000 millones de dólares para 2009. A principios de año, entre los economistas estaba de moda la discusión por el “superávit cero”. El consenso de los economistas se mueve lento, como un transatlántico, pero en estos días está efectuando su maniobra de giro. Bein, sin embargo, llama a no exagerar: “Pasamos de Apocalypse Now a una película de Disney, no hay que irse a los extremos”. La mayoría de los analistas que ven un cuadro más positivo al mismo tiempo advierten que decisiones “anti mercado” en el segundo semestre podrían arruinar una eventual recuperación. O, como lo expresó el economista jefe de una empresa de servicios: “Esta todo dado para que el avión vuelva a despegar”, explicó, “el problema es que no sabemos si es un Airbus, y si tiene piloto”. |