El Gobierno puso sus cartas sobre la mesa en la negociación paritaria al anunciar un aumento del mínimo no imponible del 20%. En rigor este sólo alcanza para limitar el aumento en las alícuotas del impuesto que resultarían de la recomposición salarial que hoy se está negociando, pero no evita que las alícuotas aumenten. Esto es así, dado que al igual que en todas las correcciones anteriores, sólo se tocaron los montos a deducir, pero nunca se corrigieron las escalas. En el mismo discurso, la Presidenta anunció un aumento de 15% en movilidad jubilatoria que regirá a partir de marzo próximo. Si bien este aumento es mayor al 11% anunciado en Septiembre, va a permitir volver a reducir el aumento en las jubilaciones (35% del gasto de la Nación) del 30% vigente a fines de 2012 al 28% a partir de marzo próximo. A diferencia de la presentación en sociedad de estas medidas como un incentivo al consumo, en rigor ambas apuntan a poner un coto a la nominalidad de la economía intentando limitar la suba en la tasa de inflación mientras aumenta el ritmo de devaluación del dólar oficial y continúa la recomposición de las tarifas de servicios públicos.
Por el momento los gremios rechazaron el anuncio, frente a un reclamo del 50%, augurando una negociación con mucho conflicto y un Gobierno con menores grados de libertad que se encuentra en una situación donde tiene muy poco margen para conceder aumentos en los salarios reales, pero al mismo tiempo intenta evitar que una caída en su poder adquisitivo afecte los niveles de consumo. Equilibrio bastante inestable para estos niveles de inflación y que aún saliendo bien puede generar, al igual que en 2012, dinámicas contrapuestas sobre el consumo en los meses en los que no se cobre con aumentos. * Directora de Estudio Bein & Asociados |