¿Hacia un nuevo ciclo de liquidez global?

¿Hacia un nuevo ciclo de liquidez global?

Si bien en el mediano plazo el escenario global asociado a un mundo desarrollado con crecimiento moderado, baja inflación y elevado endeudamiento estira el escenario de tasas de interés bajas, en el corto plazo, la cercanía del retiro de los estímulos monetarios de la Reserva Federal de USA ¿segundo semestre de 2015? frente a la convergencia de la economía norteamericana hacia el equilibrio de pleno empleo y estabilidad de precios, anticiparía un escenario de liquidez selectiva con nuevos desafíos para los mercados emergentes. 

En la reunión anual de Jackson-Hole, Wyoming (USA), donde se juntan los banqueros centrales de todo el Mundo para debatir, entre otros temas, el contexto de la política monetaria global y las tasas de interés, quedó en evidencia la divergencia entre el ciclo monetario de las economías desarrolladas. Mientras en EE.UU e Inglaterra, el eje del debate empieza a ser la estrategia de salida del estímulo monetario (i.e. la suba de las tasas de interés) a partir de economías que con matices se acercan a la meta de inflación y desempleo, los Bancos Centrales de la Zona Euro y Japón siguen presionados a incrementar la dosis del estímulo monetario en pos de evitar un escenario de estancamiento con deflación de precios. Por un lado, el discurso de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de USA, hizo referencia en la evolución favorable del mercado de trabajo, incluso mejor que la performance esperada por los participantes de la autoridad monetaria, principalmente en lo que respecta al descenso de la tasa de desempleo desde un nivel de 10% luego de la crisis financiera global hacia el 6,2% actual.

De todas formas, Yellen volvió a hacer hincapié en la existencia de obstáculos estructurales en el mercado de trabajo norteamericano, posiblemente heredados de la crisis financiera global de 2007/8, y que en algún punto podrían poner un manto de gradualidad al escenario potencial de suba de las tasas de interés en USA. Entre estos factores se encuentran: la caída de la tasa de participación de la oferta de trabajo en relación a la población urbana total como contrapartida de los empleados “desanimados” que dejaron de buscar empleo, el aumento del empleo part time involuntario (es decir empleados que involuntariamente tienen una carga horaria menor a la jornada laboral estándar) y el estancamiento exhibido en el crecimiento de los salarios. 

A diferencia del debate al interior de la Reserva Federal de USA, en el discurso del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, el énfasis estuvo puesto en el “compromiso” de la autoridad monetaria de acentuar el estímulo monetario si el escenario de baja inflación y crecimiento magro se extendieran en el tiempo. A diferencia del ciclo norteamericano, el estancamiento del nivel de actividad del segundo trimestre y la desaceleración de la inflación (0,4% i.a. la inflación de julio) en una Zona Euro donde el canal del crédito permanece desconectado de la economía real y el nivel de desempleo permanece elevado (11,5%), el estímulo monetario del Banco Central Europeo se extendería en el tiempo. Bajo este escenario de divergencia del ciclo económico al interior del mundo desarrollado, con una Fed que empieza a debatir el timing del retiro de los estímulos monetarios, el mundo entraría en una etapa de liquidez selectiva dejando atrás el escenario de hiper liquidez sistémica y tasa cero que siguió a la Gran Recesión de 2008/9.

Escenario de liquidez selectiva donde a diferencia de la década de los ochenta y los noventa, el recorrido ascendente de las tasas de interés en USA no implicaría a priori un escenario de disrupción financiera en un mundo donde los países emergentes bajaron el ratio de endeudamiento en moneda extranjera y estabilizaron con matices la inflación.

De todas formas, en este nuevo escenario de liquidez selectiva, las economías emergentes mejor posicionadas en términos de equilibrios externos, fiscales e inflación, posiblemente marcarán la diferencia en la competencia por conseguir los capitales internacionales necesarios para financiar la asignatura pendiente asociada a la implementación de un proceso de inversión sostenido en el tiempo que requiere la agenda del desarrollo de la región.