Si bien la economía norteamericana viene liderando la lenta recuperación de los países del mundo desarrollado a partir de la intervención monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. y la capitalización directa de los bancos, los obstáculos de largo plazo presentes en el mercado de trabajo y en el nivel de endeudamiento de los distintos sectores, harían más lento el crecimiento potencial de la próxima década. En la jerga económica, el concepto de histéresis hace referencia a los efectos de largo plazo que persisten en el tiempo luego de una crisis sistémica y que en algún punto tienden a deteriorar la capacidad de crecimiento de largo plazo de una economía. Puntualmente, en el mercado de trabajo de EE.UU., estos factores hacen alusión, entre otros, al aumento de los “desempleados desanimados” y a la caída resultante en la tasa de participación de la oferta de trabajo (empleados más desempleados) como porcentaje de la población urbana. Si bien en los últimos cuatro años la tasa de desempleo pasó desde un nivel de 10% al 6,1% actual, en el mismo período, la tasa de participación de la oferta de trabajo (es decir empleados más desempleados en proporción de la población urbana) pasó desde 65% a 62,8%. Evidentemente, parte de esta caída de la tasa de desempleo obedeció a la salida de los “desempleados desanimados” de la oferta de trabajo, y no necesariamente a un “aumento genuino” del empleo. Hacia adelante, en la medida en que la oferta de trabajo vaya recomponiendo participación en la población total frente a la recuperación sostenida pero lenta de la economía norteamericana, la trayectoria descendente de la tasa de desempleo perdería dinamismo, estirando en el tiempo el escenario de tasas de interés bajas de la Reserva Federal de USA. Haciendo un ejercicio teórico de simulación, para que la tasa de participación de la oferta de trabajo se recomponga hacia un nivel de 65% en los próximos dos años (no tomamos el pico pre crisis de 66,5% dado que parte de la caída puede asociarse a la jubilación de los “baby boomer”) desde el nivel actual de 62,8%, manteniendo constante la tasa de desempleo en el nivel actual de 6,1%, el ritmo de creación de empleo necesario para absorber el crecimiento vegetativo de la población (0,1% por mes) y la reincorporación de los “desempleados desanimados” (112.200 por mes) a la oferta de trabajo, ascendería a 300.000 puestos de trabajo por mes. Esta lectura se ubica bien por arriba del ritmo de creación de empleo de los últimos tres meses (272.000), luego del dato de junio donde la creación de empleo se aceleró a un ritmo de 288.000. Evidentemente, el daño colateral de la crisis sistémica de 2007/8 permanecerá latente durante la próxima década, impactando en el crecimiento potencial de la economía norteamericana. Paradójicamente, para los mercados emergentes, este “nuevo escenario” del mundo desarrollado estira en el tiempo el contexto de tasas de interés muy bajas y precios de materias primas en niveles altos. |