Holdouts: las implicancias de la última audiencia

La audiencia de ayer, en la que el juez Griesa sentó a la mesa a representantes de la Argentina y de los fondos litigantes desató un rally en los activos locales, que recuperaron buena parte de las pérdidas ocasionadas luego de conocida la decisión de la Corte Suprema, y a pesar del levantamiento del stay que se dio en forma casi simultánea a la audiencia. Hasta ahora, el Gobierno viene dando señales en dos direcciones. Por un lado, lanzando diatribas contra los fondos buitre, jugando la carta del cambio de jurisdicción y tratando de restar importancia a la instancia de negociación que se abrió. Por el otro, instruyendo a sus abogados a reunirse con Griesa y ofreciendo una primera negociación como mecanismo para intentar adecuarse a una sentencia que tal cual está es imposible de cumplir mediante un pago en efectivo, pero no si se financia. De hecho, tomando los propios números de la Presidenta, los US$15.000 millones que involucraría el fallo representan más del 50% de las reservas (en rigor el número de deuda con jurisdicción extranjera fuera del litigio se ubica en torno a US$10.500 millones), pero sólo 3% del PIB. Por lo que un acuerdo de pago con bonos, similar al de Repsol asegurando el valor de mercado, llevaría la deuda a PIB de 12% a 15%, incluyendo los incrementos de deuda para financiar los pagos a Repsol, el CIADI y el Club de París. Un acuerdo de estas características generaría un aumento inmediato en los precios de los títulos que evitaría tener que ampliar la emisión de bonos tal cual ocurrió en el caso de Repsol. Este último camino es el que presenta los mejores incentivos para la política, dado que el ingreso de dólares financieros permitiría financiar el atraso cambiario requerido para transitar los últimos meses de la gestión dejando un buen recuerdo de la “Década Ganada”. Por lo pronto, trascendió que representantes de Elliot se mostraron dispuestos a avanzar en un esquema que incluya un pago con bonos. Restará esperar los próximos pasos de la política en este sentido, en una decisión que definirá el futuro macroeconómico de la Argentina en el corto plazo.