Marina Dal Poggetto: “Si el Gobierno no se ordena, a esta crisis no la resuelve ni Batakis ni Mandrake”

Para esta economista de renombre hace falta “una señal fiscal contundente” para bajar la emisión. De lo contrario la inflación se acercará al 100% anual.

“Las empresas, ante la incertidumbre, ponen el costo de las mercaderías en un nivel más elevado que venía siendo”. Lucía Merle.

– ¿Cómo es ser economista en Argentina y vivir de dar pronósticos en este contexto?

– Cansador. Pero es verdad que cuanto más despelote más trabajo uno tiene. Me dedico hacer coyuntura y prospectiva, tratando todo el tiempo de proyectar el futuro. Y hay una dicotomía entre el corto plazo y el lago plazo. Cuando trabajaba con Miguel Bein nos fue bien viendo el escenario de tasas chinas a largo plazo mientras se hacían macanas en el corto plazo. Eso fue entre 2003 y 2011. En un libro de Eco Go repasamos esos 15 años diciendo qué decíamos en cada uno de los momentos del tiempo. Creo que después de tantos años entendés mejor el trabajo.

– ¿Cuál es la pregunta que más le hicieron esta semana?

– Las empresas de la economía real preguntan hasta cuándo dura este esquema y sobre el acceso al mercado cambiario con el cambio de la normativa del Banco Central. También, cómo cubrirse con todo el stock de pesos que tienen. La dinámica cambiaria está modificándose. Los bancos y el sistema financiero preguntan por el riesgo del reperfilamiento de la deuda en pesos y si las Leliq se aceleran. Desde la prensa la pregunta principal es si hay riesgo de hiperinflación y cómo jugó el salto de la brecha del 50% el 8 de junio.

– ¿Si le ofrecieran el cargo de ministra de Economía, qué pediría?

– Llegan al cargo quienes no tienen nada para perder o si tienen grados de libertad para hacer algo. Pero hoy no veo capacidad para hacer política económica sin horizonte y algún grado de acuerdo político. Y por esto me refiero a una mirada de mediano plazo y gobernabilidad. Está todo cada vez más enrevesado hoy en Argentina. Hay un riesgo de arribar al puesto diciéndole al Presidente que se pueden hacer cosas sin pagar costos, pero está mal. Hoy por hoy no hay financiamiento para el gradualismo. Hay que corregir desequilibrios con shock y ello implica efectos redistributivos que requieren un grado de consensos de uno y otro lado de la grieta.

“Hoy por hoy no hay financiamiento para el gradualismo. Hay que corregir desequilibrios con shock”.

– ¿Que la ministra sea mujer, le dice algo?

– Nada. Me dice en todo caso que haya alguien dispuesto a sentarse en esa silla eléctrica en este momento. Batakis es un cuadro político con capacidad para enfrentar los embates. Pero veo falta de discusión técnica detrás suyo y una clase política no dispuesta a pagar los costos políticos que tiene que pagar. No se llega a 2023 sin hacer nada.

– ¿Qué puede esperarse de Batakis?

– La semana pasada hubo una mayor coordinación entre la política económica y el Banco Central. Pesce actuó de ministro de Economía y banquero central en simultáneo. Martín Guzmán en cambio estaba preocupado por la sostenibilidad de la deuda en medio de una corrida. Ahora el problema es que el Banco Central intervino pero no tiene credibilidad. Salió a comprar deuda en pesos con el mensaje de Mario Draghi [N.E.: Draghi estaba al frente del Banco Central Europa y dijo que haría todo lo necesario para sostener el euro y el mercado le creyó descomprimiendo la presión devaluatoria] pero los bancos no le creyeron y vendieron los títulos. Ese billón de pesos que compró el BCRA desde que arrancó la corrida volvieron como deuda al banco pero Pesce no esterilizó todo y encima la tasa de las Leliq estaban puestas abajo de la tasa de los plazos fijos. Estamos en medio de una corrida alimentada por la dinámica política. Pero creo que hoy hay más chance de coordinación que con Guzmán.

– ¿Qué medida económica cree que hace falta?

– Si no se da una señal fiscal contundente y el Banco Central tiene que emitir más para financiar el déficit, los pesos que salieron de la deuda del Tesoro pueden acelerar la inflación. Estamos cambiando de régimen.

– ¿Qué quiere decir con régimen de inflación?

– Cada vez que la brecha cambiaria saltó arriba de 130% tuvimos cambio de régimen de inflación. En octubre de 2020 se acomodó en 4% por mes, fue cuando Cristina habló de bimonetarismo y atacó al FMI. La segunda vez que saltó la brecha a 120% fue en enero de este año, cuando parecía que se entraba en atrasos con el FMI y la inflación se colocó entre 5% y 7% mensual. Ahora no sabemos en dónde se estacionará. Pero las empresas ante la incertidumbre ponen el costo de las mercaderías en un nivel más elevado que venía siendo.

“La clave para bajar la brecha es ver si el Banco Central sostiene el crawling peg, esto es el aumento del dólar oficial al ritmo de la inflación”.

– Guzmán vs Batakis, ¿qué diferencias ve?

– La preocupación de Martín Guzmán por la sustentabilidad de la deuda puso mucho palos en la rueda en la política económica. Batakis es más pragmática. Pero hay que ver cuánto la deja hacer la política. Esta semana tuviste rumores de renuncia del Presidente. Si la política no se ordena, ni Batakis ni Mandrake resuelven esta crisis.

– ¿El dólar a $ 300 y la corrida es culpa de Guzmán con su renuncia por twitter?

– No lo veo. La renuncia y el fin de semana buscando un reemplazante aceleró las expectativas. Pero la corrida ya estaba lanzada y además el programa con el FMI, que es lo que no hay que dejar de ver en todo esto, era contractivo e inflacionario. Es cierto que Guzmán lo vendió como expansivo, pero no es así.

– ¿Tiene razón Cristina Kirchner cuando critica al Banco Central por no acumular reservas?

– De alguna forma el diagnóstico no está errado. El problema es la receta que toma porque la represión financiera, los controles digamos, genera brecha. Y las brechas incentivan comportamientos perversos en términos colectivos e individuales. El problema es que para solucionarlo piensa en profundizar la represión financiera y eso está mal. Cuando dice ‘El Previaje está bien pero los empresarios no pueden subirte los precios’ lo que ella no plantea es cómo hacés para evitarlo. Porque la economía enseña que no podés manejar precios y cantidades en simultáneo. Cada vez que controlás un precio hay problema con la oferta y tenés que ver cómo asignás esa oferta.

– ¿Cuánto tiempo se puede vivir con brecha arriba de 120%?

Venezuela lo hizo años. Brecha de entre 100% y 400% antes de ir a la híper. Pero pudo desacoplar los precios internos de la brecha. Pero lo hizo porque PDVESA, el Estado, seguía vendiendo los dólares al Banco Central al valor oficial cualquiera fuera la brecha.

“La semana pasada hubo una mayor coordinación entre la política económica y el Banco Central. Pesce actuó de ministro de Economía y banquero central en simultáneo”.

– ¿Cómo se puede descomprimir la brecha?

– Es complicado. La clave es ver si el Banco Central sostiene el crawling peg, esto es el aumento del dólar oficial al ritmo de la inflación. Es lo que vienen haciendo e intuyo buscarán hacer dado la intervención en el mercado de futuros.

– ¿Ayuda un salto como el que hizo Juan Carlos Fábrega en 2014?

– Ahí la inflación mensual era 1% o 1,5% mensual. Ahora 6%.

– ¿Qué otra opción ve?

– Un desdoblamiento. Pero cualquier esquema tiene sus costos. Por ejemplo un dólar financiero libre es un problema. Esto es una olla a presión y está subiendo la temperatura. Por ahora la tapa está puesta. Si sacás la tapa con la olla a presión podés tener lo que yo llamo ‘un evento’. Para tener un Rodrigazo tenés que tener un Rodrigo que retire la tapa.

– ¿Cuáles prefiere?

 Sin una señal fiscal no se podrá corregir la dinámica financiera-cambiaria cualquiera sea la alternativa que menciono arriba. Hace falta lo que hablaba al principio, horizonte y gobernabilidad. Hubiera preferido hacer un ajuste de shock de entrada con el acuerdo con el FMI como ancla y plantearlo como un programa de estabilización. Pero la política festejó que no había reformas estructurales ni ajuste con el Fondo. Cascotearon el programa y se quedaron sin ancla.

– ¿Pueden cambiar?

– Cristina en el último discurso se corrió de decir que el déficit no tiene impactos inflacionario y también se corrió de la demanda de Grabois de plantear un salario universal. El tema es cómo arman el programa. Batakis es fiscalista y manejó la Provincia en un contexto de enorme restricción presupuestaria pero no es lo mismo una provincia que la Nación. Pero además habrá que ver cómo reaccionan los sindicatos, los gobernadores y los movimientos sociales. El año que viene ya arrancan las elecciones.

– ¿Cómo se mejora el salario de cara a 2023?

– Atrasando el tipo de cambio. Es lo que se hizo sistemáticamente en los años electorales desde 2011 no importa quién gobernara. Pero es un esquema perverso porque es redituable en el corto plazo pero no en el largo. El problema es que la posibilidad de hacer algo así con esta brecha es casi nula. Además, el peronismo sin dólares siempre tuvo problemas. Con Isabel Perón fue igual y a Juan Perón le pasó lo mismo en 1952.

– Los radicales también tienen problemas cuando no acceden a dólares

-Los radicales nunca los tuvieron a diferencia del peronismo. Macri los tuvo.

– ¿La inflación puede llegar al 100% este año?

– En el margen ya lo está. Pero no es nuestro escenario base para fin de año todavía. Obvio que con una devaluación a la Fábrega sí llegás al 100%.

“Las tarifas son muy baratas, los bienes muy caros y los salarios están atrasados. Es un problema más de precios relativos que de tipo de cambio esto que afecta hoy al país”.

– ¿El FMI puede pedir una devaluación?

– El FMI está corrido y mira de costado. No la pidió cuando todo indicaba que iba a hacerlo.

– ¿Ve una híper?

– No como la de los 80 con inflación de cuatro dígitos. La inflación ya está entrando en una de tres, pero no veo una híper tipo 1989.

– ¿El dólar está barato?

– El oficial en relación a la brecha sí. El mejor negocio es obtener dólares oficiales y venderlos en la brecha. En términos de competitividad hoy es mejor que la de 2017 aún cuando se atrasó en 2021. Hoy se está 40%-50% arriba. Pero la misma camisa acá o en España o los neumáticos acá cuestan más caros.

– ¿Por qué pasa?

– Una mezcla de economía cerrada y excedente de pesos. Las tarifas son muy baratas, los bienes muy caros y los salarios están atrasados. Es un problema más de precios relativos que de tipo de cambio esto que afecta hoy al país. Para abrir la economía necesitás una mejora de la competitividad vía reformas. Pero si querés mantener una economía cerrada tenés que saber que conlleva un sistema de precios inviable porque implica una distribución del ingreso difícil de reconfigurar en un contexto político tan polarizado.

– La última, ya que se dedica a pronosticar, ¿cómo ve 2023?

Falta. No sé qué pasará la próxima semana.

Ya no hay más qué debatir: la salida es shock sí o sí

“Con estos niveles de inflación y nominalidad no hay más debate: es shock sí o sí”, dice Marina dal Poggetto, economista y directora del Estudio Eco Go.

Dal Poggetto es una de las economistas de más trayectoria en la city, ex coequiper de Miguel Bein en el Estudio Bein & Asociados. Eco Go salió primera en el ranking de Focus Economics por cuarto año consecutivo.

“Necesitás un programa de shock y este gobierno no tiene margen. No hay quién financie el gradualismo y a esta nominalidad, no podés corregir la distorsión de precios relativos paso a paso. Además, el tema es cómo administrás políticamente ese shock redistributivo que implica una estrategia así. Las retenciones son una herramienta que si devaluás necesitás implementar porque hay que cerrar fiscalmente. Pero luego hacen falta reformas que le den competitividad a la economía porque las retenciones son una herramienta más de corto plazo. Hace falta una agenda de reformas estructurales, entonces”. Dal Poggetto cree que la tarea no congeniar la realidad de los distintos sectores en la Argentina no es sencillo. “Los hay con alta productividad y sectores con baja productividad. Para eso hace falta política”.

Dal Poggetto publicó Tiempo perdido, junto al analista de Eurasia Group, Daniel Kerner, un libro sobre las gestiones de los gobiernos de Mauricio Macri y el arranque de Alberto Fernández. Mañana habrá una presentación en el teatro Picadilly a las 18 junto a Facundo Manes.

Dal Poggetto empieza a ver un patrón de los gobiernos en el último tiempo. “Cada uno que asume pasa los primeros dos años discutiendo la herencia del anterior y los otros dos años no puede hacer anda porque espera al próximo. En algún momento tenemos que madurar. No hay forma de recrear un mercado de crédito si el que viene te dice que no pagará la deuda. Se requieren consensos políticos y no sólo decir hace que falta equilibrio fiscal. Hay que ponerse de acuerdo en cómo lograrlo. La Argentina quiere tener el gasto de Suecia y los impuestos de Paraguay”.

– ¿Qué diagnóstico hace falta para 2023 si llega la oposición a ser gobierno como en 2015 y vuelve a heredar lo que deja el kirchnerismo?

– Dependerá de lo que se reciba en ese momento. El gradualismo en 2015 estuvo bien. El problema fue la falta de consistencia del modelo. En 2020 el ajuste macroeconómico estaba hecho.

El problema es que Fernández cambió la fórmula de indexación, demoró la negociación de la deuda con privados, hizo un error con el manejo de la deuda en pesos que estaba en dos terceras partes en mano de Pimco y Templeton cuando los bonos valían 30 centavos y no haber negociado con el FMI de arranque. Hubo errores de manejo de política económica.

Al toque

Un proyecto Terminar el paper sobre mercado laboral que estamos escribiendo con mi hija economista.

Un sueño La construcción de un acuerdo que permita una Argentina de la que los pibes no quieran irse.

Un recuerdo Mis hijas chiquitas.

Un líder Mandela.

Un prócer Sarmiento.

Comida Milanesa con rúcula y parmesano.

Bebida Schweppes de pomelo.

Libro La trilogía “The century”, de Ken Follett.

Persona que admira Angela Merkel.

Un placer Viajar en familia.

Una película La hora del cambio.

Una serie El servidor del pueblo.