- Inflación…
- …¿de Demanda o de Costos?
- La Tasa de Desempleo se acerca al dígito, con una mejora en la formalización
- La tendencia hacia el desempleo “friccional”
- Estructura del Mercado de Trabajo
- Los estadíos de la política salarial
- Los cambios impositivos ayudarían a amortiguar los reclamos sindicales
- Salarios, Productividad e Inflación
- La mayor inflación modera la mejora de los indicadores sociales
La Tasa de Desempleo, que se ubicó en 10,1% en el cuarto trimestre de 2005, llegaría a fines de 2006 a 8,7%. Este número es compatible con una proyección de crecimiento para el año de 7,9%, y una elasticidad Empleo-Producto similar a la del segundo semestre de 2005, que fue sensiblemente más baja que la registrada en los dos años anteriores.
Otro dato alentador es que en 2005 se observó una incipiente mejora en la formalización de la economía, al tiempo que la brecha entre la Tasa de Desempleo y la Tasa de Desempleo corregida por Planes se redujo en el año 1,5 p.p. hasta ubicarse esta última en 12,7% a fines de 2005.
Esta normalización del mercado de trabajo, con una Tasa de Desempleo que aun con niveles elevados, se acerca a la friccional (en la medida en que se agudizan las restricciones de oferta en el segmento formal), se refleja también en la recuperación del salario promedio, que debe ser analizado como parte del reajuste de precios relativos que sigue devengando la economía, aunque se sigan ampliando las disparidades entre los diferentes segmentos del mercado de trabajo.
Con el último aumento de salarios por decreto en enero de 2005, el Gobierno inició una etapa en la cual se mantuvo al margen e incentivó la negociación salarial. Los resultados fueron 572 convenios firmados (64% más que en 2004) que se reflejaron en un aumento de los salarios privados formales de 26% entre puntas -más de 13 p.p. por encima de la inflación-. En adelante, y teniendo en cuenta las cláusulas de costos incluidas en los acuerdos de precios, es esperable una mayor participación del Gobierno en la discusión salarial, en la cual los cambios en el Impuesto a las Ganancias podrían funcionar como amortiguador de la presiones sindicales. Su éxito será fundamental para la trayectoria de la inflación de 2006, que seguimos proyectando en el orden del 11,8%, medio punto por debajo de la de un año atrás y compatible con una recuperación del salario promedio de 17,6% y de 19,6% en los formales para fines del corriente año.