Mercados Emergentes: ¿Sigue el “viento de cola”?

Afortunadamente para los mercados emergentes, los estabilizadores de la economía global asociados a la extensión del escenario de tasas de interés bajas en USA, el estímulo monetario y fiscal en China y el shock de liquidez del Banco Central Europeo, oxigenan el canal comercial (las exportaciones del mundo emergente) y financiero (el financiamiento a tasa bajas del mundo emergente) necesarios para reactivar la recuperación del PBI. Durante el primer trimestre del año, la caída en el crecimiento de USA (-2,9% anualizado contra el trimestre anterior) generada por la corrección de los niveles de inventarios de las empresas y el enfriamiento del mercado inmobiliario, en combinación con la desaceleración de la construcción en China, moderaron el ritmo de crecimiento de las exportaciones (i.e. ventas al exterior) desde el Mundo Emergente. Este contexto deterioró el ritmo de crecimiento de las exportaciones (i.e. ventas al exterior) de América Latina, arrastrando a su vez las importaciones (i.e. compras desde el exterior) de la región como producto de la alta dependencia de los insumos importados en la matriz productiva del sector. Hacia adelante, el despliegue de los estabilizadores de la economía mundial comenzaría a reactivar el comercio global: 1)     El descenso de las tasas de interés de largo en USA reactivaría el mercado inmobiliario sosteniendo la recuperación de la construcción. 2)     El paquete fiscal en China empezaría a estabilizar la inversión en activos fijos en línea con una reactivación del crédito bancario. 3)     El shock de liquidez del Banco Central Europeo a las bancos intenta revertir la pérdida de competitividad externa y reparar el canal del crédito bancario. Desde el lado del canal comercial, la recuperación del crecimiento en EE.UU. y Europa empezaría a traccionar sobre las exportaciones con alto valor agregado de Asia Emergente (Corea del Sur, Taiwán y Singapur) y América Latina (México) en un mundo donde la estabilización del crecimiento en China seguiría sosteniendo el dinamismo de la demanda de materias primas agrícolas desde los países emergentes. Mientras tanto, desde el lado de los mercados financieros, el panorama de un mundo desarrollado con crecimiento lento, exceso de liquidez global frente a la extensión del escenario de tasas de interés bajas en los países avanzados y niveles de volatilidad (i.e. incertidumbre) acotada, sigue favoreciendo la entrada de capitales hacia los mercados emergentes en busca de una mayor relación riesgo / rendimiento. Sobre todo, en aquellas economías que empiezan a exhibir señales de corrección de los desequilibrios externos (i.e. déficit de la cuenta corriente externa) e internos (i.e. inflación), luego de la devaluación de las monedas y la sobre reacción de los Bancos Centrales vía el instrumento de la tasa de interés local de referencia. Afortunadamente para los mercados emergentes, el mundo nos vuelve a dar una ventana de tiempo para reactivar la economía. Vale recordar que este escenario no es infinito y que en algún momento, la aceleración de la inflación en USA podría adelantar las expectativas de suba de tasas de la Reserva Federal de USA, presionando sobre las tasas de interés de corto plazo e interrumpiendo la liquidez selectiva hacia el mundo emergente.