MONITOR SEMANAL #382

Monetarias y Financieras En el primer ballotage de la historia argentina, el candidato de Cambiemos derrotó al oficialismo y puso fin a 12 años de gobierno del mismo signo, retomando la alternancia luego del ciclo político más extenso de la democracia argentina. (…)

Monetarias y Financieras

En el primer ballotage de la historia argentina, el candidato de Cambiemos derrotó al oficialismo y puso fin a 12 años de gobierno del mismo signo, retomando la alternancia luego del ciclo político más extenso de la democracia argentina.

El triunfo por un margen de 2,8 puntos (inferior al que reflejaba el grueso de las encuestas) y la composición de ambas cámaras legislativas (en el Senado, incluso, el peronismo conservará el quorum propio) obligará al nuevo gobierno a encarar negociaciones e intentar generar consensos para avanzar en la nueva agenda, que incluirá también la necesidad de corregir las distorsiones cambiarias y tarifarias que afronta la economía en un contexto de alta inflación y una brecha fiscal “relevante” en la zona de 6% del PIB.

La dinámica cambiaria y financiera en la transición dependerá en buena medida de las señales que emita el gobierno electo, dado que hasta el mo-mento las expectativas de una corrección brusca del tipo de cambio habían exacerbado la demanda de cobertura e incluso se habían comenzado a filtrar a los precios de los alimentos y otros productos de consumo masivo de sectores transables.

En otra medida normativa destinada a mitigar la presión sobre el tipo de cambio en la transición, el BCRA dispuso una serie de medidas tendientes a reducir la cobertura cambiaria del sistema financiero, en un intento de disminuir la presión sobre el mercado vía algún aumento en la oferta neta.

Empleo

Según la EncuestaPermanente de Hogares que elabora el INDEC, en el tercer trimestre del año la tasa de desempleo fue de 5,9%, por debajo del 7,5% registrado en igual trimestre el año anterior.

Actividad

El EMAE registró en septiembre un crecimiento de 2,8% respecto al mismo mes en 2014.

Panorama Internacional

En línea con lo que venimos exponiendo en informes anteriores, las minutas de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) de octubre reforzaron el mensaje de inicio del ciclo de suba de la tasa de interés para la próxima reunión del 15 y 16 de diciembre, pero al mismo tiempo sostuvieron la retórica de un escenario de gradualismo en la trayectoria esperada del ciclo alcista de la tasa de interés.

La mayoría de los participantes del Comité de Política Monetaria de laFed (FOMC) consideraron que, en función de las condiciones económicas actuales y del escenario previsto hacia adelante en la actividad económica, el empleo y la inflación, las condiciones requeridas para iniciar el ciclo de suba de la tasa de interés de la política monetaria podrían ser alcanzadas para la próxima reunión de diciembre. Con respecto al sendero del ciclo de suba de la tasa de interés de la política monetaria, los participantes del FOMC volvieron a enfatizar que las condiciones económicas garantizan una salida monetaria gradual del ciclo de tasa cero. En este sentido, los participantes del FOMC señalaron que es la trayectoria esperada del ciclo de suba de la tasa de interés, más que el propio timing del inicio de este ciclo, el aspecto relevante para los mercados financieros y, en consecuencia, para el escenario previsto de la economía y la inflación, con lo cual, esta visión debería quedar bien clara una vez comenzado el inicio del ciclo de suba de tasas. En línea con el mensaje balanceado de una Fed que parece acercarse al inicio del ciclo de suba de la tasa de interés para la próxima reunión de diciembre, pero que al mismo tiempo enfatiza el gradualismo que intentará implementar en el sendero ascendente de las tasas de interés, la curva de rendimientos de los bonos soberanos de EE.UU. sigue reflejando una menor pendiente en un contexto donde las expectativas de inicio del ciclo de suba de tasas presionan al alza sobre el segmento corto de la curva, mientras que el gradualismo monetario y la ausencia de presiones inflacionarias mantienen “amesetadas” las tasas de interés de largo plazo.