Monetarias y Financieras – Pág. 1
La semana pasada, casi en simultáneo, el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas y el BCRA publicaron los programas financiero y monetario, respectivamente.
En el primer caso, las estimaciones de necesidades financieras resultan algo inferiores a las incluidas en nuestro programa financiero, aunque partiendo de un déficit primario similar (4,8% del PIB).
En montos, la brecha estimada por el MHFP se ubica en torno a $195.000 millones, de los cuales $73.750 millones se obtendrían mediante la colocación de financiamiento de corto plazo (letras, incluso algo en yuanes), otros $73.750 millones corresponderían a refinanciación de vencimientos y $44.250 millones a nuevas emisiones netas.
En su vínculo con el Programa Monetario, el MHFP incluye entre las fuentes de financiamiento $160.000 millones correspondientes a giros de utilidades contables y adelantos transitorios.
Por su parte, el Programa Monetario del BCRA incorpora estimaciones sobre la demanda nominal de dinero para lo que resta del año, que a juicio de la autoridad monetaria crecería por encima del financiamiento remanente al sector público ($120.000 millones). De esta manera, y en lo que a nuestro juicio resulta lo más destacable de la presentación, el BCRA parece “darse margen” o bien para adquirir reservas (suavizando la volatilidad del tipo de cambio) o bien para desarmar parcialmente el stock de Lebac, en un contexto donde reafirmó el compromiso de avanzar hacia un esquema de metas de inflación, cuyos lineamientos se conocerían en septiembre y que entraría en vigencia durante 2017.
De alguna manera, el desafío pasará por mantener una tasa de interés positiva en términos reales (contra la inflación) y evitar una apreciación brusca del tipo de cambio para convalidar ese dinamismo de la demanda de dinero que subyace en el programa monetario. La baja de medio punto en la tasa a 35 días en la licitación de Lebac, justificada en la moderación de la inflación subyacente justo cuando se conoce la inflación de abril en la zona de 7% mensual, resulta una señal de que el BCRA prefiere no “apurarse”, como hizo en enero en bajar las tasas, aun cuando hoy claramente sobra tasa frente a expectativas de devaluación acotadas.
Fiscal – Pág. 5
La recaudación tributaria de abril totalizó $150.810 millones, 33,9% i.a. El mayor aumento en el mes en relación a lo esperado fue impulsado por los recursos de Aduana que subieron 61,7% por subas fuertes tanto en los derechos de importación e IVA aduana como en los derechos de exportación.
Panorama Internacional – Pág. 5
Los mercados financieros globales continúan navegando un escenario con aversión al riesgo acotada por la “cautela” de la Fed en su ciclo de suba de tasas y la expansión monetaria de los Bancos Centrales de laZona Euro y Japón, en consistencia con la calma del Dólar en el mundo, una tasa de interés de los bonos soberanos de EE.UU. (1,79%), Alemania (0,20%) y Japón (-0,10%) estabilizada en niveles bajos y una recuperación en el margen de los precios de las materias primas.
Mientras la “cautela” de la Fed sigue anestesiando el Dólar (con un Euro ubicado en una paridad de 1,14 Dólares) y las tasas de los bonos soberanos de EE.UU., el ingreso de los capitales sigue fluyendo a los países emergentes con monedas que devengan una tasa de interés más alta, en un mundo donde la recuperación de los precios de los commodities limita por ahora el riesgo cambiario. La recuperación del precio de la soja, que además de reflejar el debilitamiento del Dólar y las bajas tasas de los bonos soberanos de EE.UU. incorpora la expectativa de una menor oferta en el hemisferio sur por el impacto del clima, siguió de largo y ya se ubica en la zona de US$375 la tonelada, nivel que implica un aumento de 16% respecto del promedio de diciembre de 2015.
Proyecciones – Pág. 8