Monetarias y Financieras
A la incertidumbre generada por la dilación en la negociación con el FMI en un contexto de escasez de reservas y recalentamiento de la tasa de inflación, se suma el impacto negativo sobre la actividad y la oferta de dólares de la ola de calor y la sequía. A los cortes de luz por dificultades con la oferta de energía y problemas en la distribución se suma el impacto sobre las decisiones de siembra y los rindes de los principales granos que el país exporta.
Las nuevas estimaciones de cosecha prevén un deterioro respecto a 2021 de los principales granos (-5%), merma que todavía es moderada con respecto a otras sequías. Si no llueve el fin de semana y se convalidan estas estimaciones, las exportaciones se reducen casi USD4.000 millones respecto a lo incluido en nuestro último informe mensual. Esto junto con el efecto de los menores precios internacionales esperados por el cambio del contexto internacional, determinarían un deterioro cercano al 20% de las exportaciones agroindustriales respecto a 2021 (USD6.700 millones).
Esta caída provocaría un deterioro equivalente en las liquidaciones del sector agrícola hasta los USD29.000 millones, reduciendo la oferta de divisas del MULC. La merma provoca una mayor presión sobre las reservas internacionales netas, que tras el pago a los bonistas de la semana pasada quedaron en USD1.685 millones (el menor valor desde mayo de 2016). Probablemente, esta situación acelere la necesidad de ir restringiendo los pagos de importaciones, si se sostiene la meta (incluida en la presentación del ministro a los gobernadores de la semana pasada) de acumular al menos USD3.000 millones de reservas internacionales.
Así, el efecto de la caída de la oferta agrícola junto con las mayores restricciones de divisas recorta el arrastre estadístico que deja la economía para 2022. En nuestro escenario base de acuerdo contra las cuerdas en marzo abril, la economía cae 0,7% frente a un arrastre estadístico que dejaría diciembre en torno a 2,5%.
Desde lo monetario, se destacó el movimiento de la liquidez de los bancos tras el cambio en el esquema de encajes. Los bancos aplicaron fondos por más de $600.000 millones en nuevas LELIQs, de las cuales una parte estuvo destinada a las de mayor duración. Estas tasas mostraron ser competitivas con respecto a la valuación de la deuda de corto plazo del Tesoro Nacional e implican un aumento en el margen de la rentabilidad esperada, aunque esta sigue siendo negativa en términos reales.
Por su parte, el Banco Central aceleró la suba semanal del dólar mayorista, la mayor desde abril del año pasado. La suba fue de 54 centavos, un promedio diario de 6,5 centavos (vs. 6,2 centavos en diciembre pasado). Esto lleva al ritmo mensualizado a la zona del 2,0%. En simultáneo con este movimiento y la suba en la tasa de interés, los futuros revirtieron la tendencia a la baja que venía sucediendo desde el 14N y la curva ROFEX escaló entre 1,3 y 4,1 puntos porcentuales, donde las mayores subas se dieron en el tramo marzo-junio.
Precios
La inflación del mes de diciembre fue de 3,8% intermensual, cerrando 2021 con una suba acumulada de 50,9%. Los alimentos experimentaron un aumento del 4,3% impulsado principalmente por fuertes subas en el precio de la carne. En la semana se instauró una nueva canasta de precios cuidados que incluye aumentos. Una corrida rápida del scrapping nos indica un alza semanal de alimentos y bebidas superior al 1%, producto del cambio de productos que ingresan en el programa. La falta de un ancla creíble y la necesidad de no seguir atrasando los precios relativos del tipo de cambio, combustibles y tarifas llevan a prever una aceleración de la inflación en el año. En nuestro escenario base, de acuerdo contra las cuerdas en marzo/abril, la inflación se ubica levemente arriba de 60%.
Mercados y Panorama Internacional
Whatever it takes. En el inicio de la semana Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal aseguró que haría todo lo necesario para contener la suba de precios al mismo tiempo que se busca preservar la expansión de la economía. El timing de las declaraciones coincide con la noticia de una inflación que alcanzó 7% en el 2021, 5,5% cuando se excluyen los rubros volátiles de los alimentos y la energía, un máximo en prácticamente cuatro décadas.
Así la volatilidad continúa a la orden del día en Wall Street con los principales índices sin rumbo definido aunque la magnitud de las caídas y recuperaciones en el agregado es acotada en términos históricos, en este sentido el VIX, índice de volatilidad, oscila en torno a 20,8. En simultáneo se extiende el selloff en los Treasuries que llevaron a la tasa a diez años a la zona del 1,78%, máximo en prácticamente dos años.