¿Empoderado?
La salida de Feletti de la Secretaría de Comercio y su reemplazo por Guillermo Hang (hasta ahora director del BCRA que respondía a Guzmán), intentó ser mostrada como un empoderamiento al Ministro que busca sostener un programa con el FMI que es sistemáticamente cascoteado desde varios frentes dentro de la coalición de gobierno.
El riesgo de incumplimiento de las tres metas con el FMI en el segundo trimestre sigue siendo alto.
El BCRA sigue comprando dólares a cuentagotas y la Meta de Reservas queda lejos. En la semana logró comprar USD168 millones y acumula en mayo compras por USD937 millones, la mitad que un año atrás. En lo que va de mayo las reservas netas crecieron sólo USD371 millones, un tercio de las compras situación que se explica, por los pagos realizados a organismos internacionales y en menor medida la reducción de los precios de los activos que componen las reservas internacionales (el oro y los yuanes). A valores de hoy, las reservas internacionales netas corregidas por la metodología del FMI se ubican en USD3.852 millones. Acumulan USD1.526 millones desde diciembre pasado y para cumplir la meta del segundo trimestre aún restan comprar USD2.600 millones.
Desde la Meta Fiscal, también se registran complicaciones dada la inercia que trae el gasto y las demandas que aparecen dentro de la coalición. El viernes a última hora se difundió el resultado fiscal de abril: el Sector Público No Financiero registró un déficit primario base caja de $79.185 millones, por lo que acumula en los primeros cuatro meses del 2022 un rojo fiscal de 0,4% del PIB (vs. 0,2% en igual período de 2021). Si bien el resultado (de este mes o el acumulado) no luce detonante, si hay varias alertas escondidas que nos llevan a cambiar la proyección fiscal para este año desde 2,8% a 3,2%, medido como porcentaje del PIB, entre otras el anuncio incluido en el comunicado de prensa de que en adelante no pueden usar las rentas de la propiedad originadas en la colocación de deuda CER sobre la Par (sin ajustar el valor original de los bonos emitidos) como ingresos para cumplir la meta.
Detrás del incumplimiento fiscal hay mayores necesidades de pesos que sino logran ser cubiertas por el mercado requieren una mayor presión sobre la Meta Monetaria. Dado el perfil de vencimientos de deuda en pesos en lo que resta del año y para este nuevo déficit proyectado; el Gobierno debe refinanciar un 130% todos los vencimientos de deuda en pesos. Esto será desafiante para el Gobierno, que se encuentra con las arcas vacías y donde, si bien mejoró en las licitaciones, todavía la mejora no es suficiente para fondear todas las necesidades.
Sobre el cierre de este informe se dio a conocer el resultado de la licitación que en una primera lectura, fue una mala colocación. Esta semana vencían $170.000 millones (mayormente colocadas en una Letra a descuento a tasa fija) y según nuestros parámetros no solo tenía que conseguir ese monto, sino un 30% adicional por el creciente déficit fiscal, que en este caso implicaban conseguir $50.000 millones adicionales -es decir, $230.000 millones en total-. Pero de ellos (a falta de una segunda vuelta) solo se consiguieron $156.000 millones.
El menor apetito que surge del riesgo de transición podría obligar al Estado a recurrir a las “joyas de la abuela” (los fondos en DEGs que transfirió el FMI para asistencia al déficit) para el pago de los aguinaldos de las prestaciones sociales y reduce el margen de maniobra del financiamiento para la segunda mitad del año.
Internacional
En medio de una tumultuosa temporada de balances, con empresas de retail recortando sus proyecciones de ventas para lo que resta del año y un sector tecnológico que ve de lejos su pico de noviembre pasado, la expectativa de que el alza de tasas de la Fed pueda llevar a la economía estadounidense a una recesión no hizo más que sumar a un contexto de revitalizada incertidumbre.
El S&P 500 alcanzó siete semanas consecutivas de caídas, la racha más larga desde las secuelas de la burbuja de las dot-com en 2001. La semana pasada, el índice estuvo a punto de entrar en un bear market -definido como una caída del 20% desde su máximo-, pero se recuperó tras las minutas de la Fed y esta semana logró romper la racha de la mano de resultados positivos de las compañías aéreas y de turismo que también mejoraron sus perspectivas de ventas para los próximos trimestres. Al mismo tiempo, otra noticia positiva para el mercado es que el PCE, medida de inflación predilecta para la Fed, se desaceleró a 6,3% anual en abril.
El petróleo continúa con su tendencia alcista, WTI en USD 114,9 el barril y el Brent en USD 118. La reducción de los inventarios de crudo en Estados Unidos en la semana que terminó el 20 de mayo, tras el aumento de las exportaciones, y la perspectiva de un embargo de la Unión Europea sobre el petróleo ruso, en represalia por lo que Moscú llama su “operación militar especial” en Ucrania, impulsaron los precios al alza.