Monitor Semanal #707

No pain, no gain

Mientras Powell anuncia que seguirán las subas de las tasas de interés globales y que el control de la inflación podría causar “algo de dolor” a las familias y empresas, el nuevo equilibrio del gobierno tras la asunción de Massa como ministro avanza con los anuncios de consolidación fiscal (apuntando a cerrar el año en el 2,5% del PIB acordado con el FMI) y monetaria con tasas de interés acercándose a la tasa de devaluación y todavía por debajo de la tasa de inflación (5,8%, 6% y 7,4% respectivamente; 6,9% nuestra proyección de inflación de agosto de acuerdo al relevamiento de las primeras cuatro semanas del mes), mientras sigue haciendo agua en el frente externo.

Si bien el BCRA logró frenar la sangría y volver a comprar reservas en el MULC (acumuló compras por USD300 millones en las últimas 12 jornadas, USD160 millones en la semana), las reservas netas apenas remontaron a los USD1.432 millones y las brutas se ubican en USD37.000 millones.

El resultado comercial de julio volvió a ser por segundo mes consecutivo negativo, hecho que no sucedía desde mediados de 2018, con importaciones en USD8.200 millones (a lo que se le adiciona una cuenta de deficitaria de turismo arriba de USD757 millones). Si bien la expectativa es que la caída estacional en las importaciones de energía y la suba en las tasas de interés frenen la avalancha importadora, lo cierto es que con una brecha cambiaria arriba del 100%, y una deuda comercial que acumula USD8.000 millones en los primeros siete meses del año (USD4.000 millones en dos meses), la escasez va a seguir marcando la cancha en los próximos meses.

La mejora en el resultado fiscal de julio con gastos que crecieron por debajo de los recursos por primera vez desde los meses de salida de la pandemia, se explica por la aguda restricción de caja tras la implosión de la deuda el 8 de junio pasado, por factores asociados a la falta de firma durante el cambio de ministros y por el propio proceso de aceleración inflacionaria creciente con una proporción importante del gasto indexado al pasado.

Si bien los flujos destinados a acciones y bonos mejoraron su cotización, no se observó un movimiento similar en el caso de los dólares financieros a pesar de la baja de la semana, donde la brecha en el CCL pasó de 120,7% al 112,5%. Ello se debe principalmente a que las medidas en el MULC habrían incrementado la demanda en el mercado externo, al necesitarse dólares para el pago en el contado en el exterior. Ello además se vería acrecentado. Se ha dispuesto en la semana nuevos cambios en lo que hace al manejo del comercio ampliando el listado de productos que requieren de licencias no automáticas para el acceso a los dólares.

Por lo pronto, el nivel de actividad sigue amesetado, pero en niveles altos, aunque su perspectiva es a la baja por la falta de divisas. El zigzag mensual volvió a aparecer en los datos del EMAE de junio, con un crecimiento de 0,7% mensual, una suba interanual del 6% y un arrastre estadístico del 5,1% para todo el año.

La aceleración en la dinámica inflacionaria erosiona en el margen los ingresos, aunque con matices, los niveles de demanda se sostienen elevados en la mayoría de los sectores y en buena parte de las regiones del país. En parte porque los pesos queman, en parte porque a esta brecha los dólares valen más, en parte por que la economía se va cerrando. El principal problema sigue siendo de oferta asociado a una escasez de dólares que por el momento el BCRA intenta manejar cerrando cada vez más el grifo y aumentando la nominalidad (el ritmo del crawling, de la tasa de interés y la presión sobre la brecha), mientras el BCRA acumula más pesos en sus pasivos y no junta reservas en el activo. La dinámica no es estable, y sólo cierra con una tasa de inflación cada vez más alta. Sobre todo, con un gobierno peronista que difícilmente use al salario como ancla e intente que los ingresos vuelvan a ganarle a una inflación que se acelera. Por ahora, el mercado de deuda en pesos funciona como amortiguador para canalizar los pesos que le sobran a la mayor parte de los sectores y con el put gratis del BCRA podría hacerlo un tiempo más. Mirando hacia adelante, las dudas sobre la transición y los bajos incentivos a la cooperación, agregan ruido al escenario.

Internacional

No Fed Pivot on the horizon. Durante su discurso en el Simposio de Jackson Hole, Powell se encargó de despejar las dudas respecto del curso de la política monetaria, sin embargo, la dirección de sus comentarios fue opuesta a lo que el mercado tenía en mente. Alertando sobre el historial de advertencias contra la flexibilización temprana de la política y reafirmando el compromiso de la institución con el target de inflación del 2% sostuvo que el ciclo alcista de tasas continuará y que se mantendrán elevadas para cumplir con este objetivo. En respuesta Wall Street se tiñó de rojo.

Expectativa de recesión que ya parece inevitable para la Unión Europea – que vio su moneda perder nuevamente la paridad contra el dólar – y que se ve alimentada por una nueva escalada en el precio del gas que se monta sobre cotizaciones ya elevadas, una sequía que promete ser la más agresiva de los últimos 100 años y sobre lo que ya se espera sea un pobre desempeño en agosto de acuerdo a los datos de los PMI manufactureros. En el medio, Estados Unidos parece encaminarse a un acuerdo con Irán para levantar las sanciones impuestas en 2015 y que este vuelva a ocupar un rol central en el abastecimiento de crudo. Hecho que impacta de lleno en la agenda geopolítica de la región con Arabia Saudita, respaldada por un número importante de miembros de la OPEP, insinuando un recorte en las provisiones de petróleo en el futuro cercano y brindando un empujón adicional a los precios.