Monitor Semanal #709

Revisión FMI, Presupuesto y suba de Tasas

En simultáneo al cierre de la gira de Massa para la revisión del acuerdo con el FMI y el envío del presupuesto 2023, el BCRA tuvo que subir fuertemente las tasas de interés de la economía frente a una escalada de precios que no se frena y tipos de cambios financieros que vuelven a empinarse a pesar de la intervención del ANSES.

Por un lado, Massa habría logrado avanzar con un acuerdo con el staff del FMI para aprobar la revisión del cumplimiento de las metas del segundo trimestre del año bajo la administración de Martín Guzmán. Con excepción de la deuda flotante y con algo de esfuerzo extraordinario en el caso de las reservas internacionales (cerrando el grifo a los importadores los últimos tres días de junio), en general se habrían logrado cumplir las metas cuantitativas y se haría efectivo el próximo desembolso de USD3.870 millones.

Parte de la revisión también habría sido exponer el proyecto de presupuesto 2023 que debe entrar en el Congreso hasta el 15 de septiembre de cada año (también objetivo dentro del acuerdo con el FMI).

Más allá de algunos pifies en los números, los números incluidos en el proyecto de presupuesto enviado al Congreso esta semana, indican la continuidad del ajuste negociado con el FMI, mediante un descenso del gasto público (y a pesar del retroceso de los ingresos).

El proyecto presentado vuelve a ajustar las proyecciones hacia una mayor nominalidad en 2022 y un menor crecimiento económico, aunque sostiene todavía desvíos significativos respecto a lo que espera el mercado, sobre todo en lo que hace a la inflación para 2023. No vemos posible una caída en la inflación de 95% en 2022 a 60% en 2023 en un contexto donde el ajuste fiscal lo hace la inflación, y donde el aumento en el crawling peg, la tasa de interés y las tarifas te pone un ritmo de inflación en torno al 6/7% mensual. La discusión es si se puede evitar una aceleración mayor, lo cual requiere un esquema de cooperación que limite el riesgo de transición y su impacto sobre el mercado de bonos en pesos. Este sigue siendo el principal talón de Aquiles del esquema.

En efecto, el proyecto de presupuesto prevé que la brecha financiera sea cubierta con adelantos del BCRA (0,6% del PIB) y financiamiento en el mercado privado local de bonos por 2,7% del PIB. Dado que en 2023 hay vencimientos de deuda en pesos con privados por $5 billones, la relación de rollover de la Secretaría de Finanzas alcanza a 180%.

Mientras tanto, frente al dato del INDEC de una inflación que corre al 7% mensual en agosto (125% anualizado), el BCRA volvió a subir novena vez en el año las tasas de política monetaria que siguen corriendo desde atrás.  La TNA de la Leliq de 28 días subió 550 puntos básicos a 75%, consistente con un 6,3% mensual. También se ajustaron en sintonía las tasas de los pases y la de los depósitos a plazo fijo.

En la semana se liquidaron USD1.890 millones de dólar soja, de los cuales USD1.142 millones quedaron en las arcas del BCRA. Así, desde el comienzo del programa se han liquidado USD3.564 millones de los cuales el BCRA ha logrado capturar cerca del 60% (USD2.100 millones). Es por ello, que tras iniciar el mes con reservas internacionales netas por USD1.600 millones, estos valores en la actualidad han logrado ser duplicados y se ubican en torno a los USD3.400millones.

Estos dólares comprados, junto con los USD2.050 millones depositados por el Gobierno en el BCRA serán los que le permitirán la semana entrante cancelar la nueva cuota del pago del crédito al FMI, de forma previa a que ingrese el próximo desembolso. Pero también el dólar soja tuvo un efecto negativo en la brecha cambiaria. Teniendo en cuenta que el plazo de liquidación de los dólares para el dólar soja es de 9 días, la emisión de pesos resultante del nuevo esquema se vió reflejada recién el jueves pasado. Ello llevó, entre otros factores, a que en la semana los dólares financieros registraran una suba de 7% en promedio y que la brecha vuelva a superar el 100% (105% el MEP y 110% el CCL).

El índice de precios registró en agosto una suba del 7% -0,1 p.p. por encima de nuestras estimaciones-. En lo que va del año, el IPC acumula una suba del 56,4%, lo que eleva nuestra proyección para el año a 99,9%.

Internacional

La suba de precios en Estados Unidos prueba ser más persistente que lo esperado y escala al 8,3% anual. Las miradas esta vez se concentraron en la inflación core, que alcanzó 0,6% mensual, 6,3% i.a. la primera aceleración en seis meses. En conjunto con un jobs report que a principios de mes indicó la continuidad en la creación de puestos de trabajo, ventas minoristas que continúan al alza y solicitudes de seguro de desempleo que apuntan cinco semanas consecutivas a la baja, la resiliencia de la economía norteamericana pese a un acelerado tightening con la escalada de las tasas de interés es evidente.

Esto no hizo más que socavar toda expectativa de un Fed pivot en el futuro cercano. El S&P 500 se desplomó el martes un 4,3% en lo que fue la peor jornada desde junio del 2020 y se encamina a entrar en un bear market, mientras que el Nasdaq se hundió un 5,2%. Las tasas hipotecarias a 30 años se duplicaron en el año y superaron el 6% por primera vez desde noviembre del 2008. Mientras que la inversión en la curva de rendimientos del Tesoro continúa y si la Fed sube las tasas 75 pbs en su reunión del 21 de septiembre, es muy probable que los retornos del Tesoro a tres meses superen los rendimientos a 10 años.