Monitor Semanal #712

LA CARRERA NOMINAL

Con la rueda de los precios corriendo velozmente, el Gobierno busca una manera de sostener los ingresos de las familias, ya sea mediante una ralentización del incremento de los precios o una mejora de los ingresos de las familias. Pero la realidad es que las medidas son sólo maquillaje para tapar los golpes y solamente logra que la pérdida no sea mayor y que los problemas distributivos no se agraven.

Según nuestras estimaciones los ingresos de las familias habrían retrocedido 0,2% interanual en el tercer trimestre, impulsados principalmente por el descenso de los ingresos de los asalariados privados registrados y de las transferencias realizadas por las asignaciones familiares y refuerzos de ingresos (que mejoraron el desempeño del trimestre previo). Solamente habrían mantenido un alza real el ingreso los asalariados privados no registrados y cuentapropistas, por la mayor cantidad de ocupados y el aumento de las horas trabajadas.

Para revertir lo sucedido en el tercer trimestre, y con una inflación que hace varios meses no logra romper el piso del 6% y que según nuestras estimaciones alcanzaría el 101,6% en el año, se busca dinamizar los convenios colectivos, atemperar la suba de los precios y reforzar los ingresos. 

Mientras las paritarias van convergiendo en torno al 100%, el Gobierno estaría buscando un acuerdo con las principales empresas alimenticias para “congelar” los precios de productos masivos a cambio de un dólar diferencial de exportación.

Asimismo, el Gobierno ha lanzado también distintas medidas para recomponer los ingresos de la población en el trimestre. El paquete es de $170.000 millones y representando aproximadamente el 0,2% del PIB anual (mejora de 3% en el ingreso total de las familias). Todo indica que las medidas solamente tengan un efecto limitado y que el avance del consumo privado empezaría a retroceder.

Tras el dólar soja, y a pesar de algún cimbronazo de la semana pasada, las variables financieras se descomprimieron en la semana. En lo que respecta al MULC, si bien las liquidaciones del agro pasaron de USD387 millones diarios a tan sólo USD53 millones diarios en la última semana, el BCRA ha logrado salir neutro. Así, interrumpió las ventas de la semana pasada, aunque la causa no sea más que la introducción del nuevo esquema de licencias no automáticas (SIRA), que trabó y empezó a limitar la operatoria de las importaciones (junto con la caída de las medidas cautelares del “festival de importaciones”). Además, la medida permite tener reservas internacionales que se encuentran a tiro con el objetivo de fin de año.

Por otro lado, el BCRA decidió sostener su tasa de política monetaria en 75% de TNA, favorecido por una inflación núcleo que se ubicó en 5,5% mensual. Ello difiere del desempeño del tipo de cambio Rofex, donde por menor intervención del BCRA (sólo mantienen contratos porUSD3.500 millones aproximadamente), la expectativa de devaluación en noviembre se ubica en torno al 8,4%. De este modo, el BCRA estaría sosteniendo una tasa de interés, tanto ex ante como ex post, relativamente neutra.

En el mercado en pesos las autoridades tuvieron que volver a salir a comprar deuda, dado que algunos participantes aprovechan el momento para descargarse. Lo más complicado lo absorbió la curva CER, donde los rendimientos subieron casi 300 puntos en el corto plazo y en torno a 200 puntos en los más largos.

Septiembre arrojó superávit primario para el base caja del SPNF por $5.000 millones, con la metodología del FMI. De esta manera, el Gobierno cumple con la meta del Fondo y acumula en el año un déficit de 1,3% del PIB. Los Derechos de Exportación explicaron el resultado, luego de verse beneficiados por la implementación del Dólar Soja. Por su parte el gasto no desacelera en la interanualidad y se observa mayores gastos focalizados en este último tramo del año.

Para 2023 preparamos tres escenarios fiscales que comparten un alza en la nominalidad pero que difieren en lo que suceda con el tipo de cambio. La aceleración en la inflación acerca el déficit desde 2,5% en 2022 a la meta de 1,9% en 2023, sin embargo, el movimiento del tipo de cambio afecta en mayor/menor medida a los recursos provenientes de la actividad, el comercio exterior, el gasto en subsidios y el gasto social.

Internacional

The era of “level not seen since …”. Mientras los policymakers de Estados Unidos y la Unión Europea se muestran firmes en su decisión de seguir elevando las tasas de interés hasta que la inflación esté bajo control, el selloff en el mercado de bonos continúa. El rendimiento de los Treasuries a cinco años superó por primera vez desde el 2007 el 4,5%, mientras que los bonos a 10 años subieron casi 11 pbs hasta alcanzar 4,34%.

La vuelta en U de los distintos bancos centrales, que pasaron del anabólico monetario a un ciclo de hiking acelerado prácticamente sin precedentes, está ejerciendo presión sobre los gobiernos y las economías de todo el mundo. El resurgimiento de los rendimientos del Tesoro también contribuyó a la fortaleza del dólar, llevando a divisas como el yen a niveles no vistos frente a la moneda estadounidense en 32 años, forzando al Banco de Japón a intervenir en la curva de rendimientos por segunda jornada consecutiva en un intento de mantener la tasa a diez años en su techo de 0,25%. De esta forma el desarme de Treasuries por agentes internacionales (encabezado por su principal tenedor offshore, Japón) guarda una correlación negativa con el dollar index en tanto los países buscan sostener el valor de sus monedas.

Repasamos las proyecciones de crecimiento del FMI para 2023 al igual que su view sobre la inflación.