Monitor Semanal #718

Precios, colocaciones, actividad, reservas internacionales… Esta semana el ministro de economía trabajó fuertemente para armar un discurso favorable de la situación económica con el fin de revertir expectativas. Busca convencer a los distintos actores económicos que se puede llegar a puerto dentro de un año, en la medida que siga consiguiendo conejos para sacar de la galera. El problema es que más allá del arreglo de la fachada, los cimientos de la economía siguen siendo vulnerables y no permiten prever cambios en su situación.

Los precios comenzaron el mes con una suba de “4,…”, algo que no pasaba desde febrero pasado y que no prevemos vuelva suceder en los próximos meses. La desaceleración de los precios refleja un menor avance de los alimentos (ayudados por la sobreoferta de carne y la caída de las verduras) así como de los precios estacionales, que se tomaron un descanso. Mientras tanto el Gobierno continúa realizando acuerdos de precios para limitar los incrementos al 4% mensual, a cambio de dar acceso al MULC a las empresas. Esta semana se sumaron calzados, textiles y medicamentos, a lo firmado anteriormente con alimentos, bienes de consumo masivo y combustibles. Teniendo en cuenta la inercia y la estacionalidad, es factible que el dato de noviembre sea el piso para los próximos meses.

El otro trabajo fuerte fue la licitación de deuda en pesos, donde el Gobierno logró duplicar lo que se vencía, rompiendo una racha de varias licitaciones flacas. El resultado inicialmente parece como muy positivo… pero el mercado no lo ha festejado (sólo los diarios afiliados). Ello se debe a que en realidad la licitación reflejaría solamente una operación de manejo de activos del sector público. Por algo la licitación se extendió hasta las 20hs para poder cerrarla. Hubo aporte público variado e incluso se llegó a necesitar reducir la posición de pases y de Leliqs para poder ir a la licitación. También hubo un decreto el sábado (mientras estábamos atentos a otros menesteres contra unos anaranjados) que cambió la reglamentación del FONDEP y lo habilitó a dar préstamos directos a bancos públicos nacionales para otorgar financiamiento de largo plazo….

La colocación tuvo que seguir convalidando tasas elevadas y a corto plazo, con lo cual la pared de vencimientos sigue sumando ladrillos antes de las primarias. Además, ello fue complementado con la necesidad del Gobierno de vender divisas por $200.229 millones. Así, se observa la falta de apetito del sector privado (que retiró fondos en la licitación) para seguir financiando el Gobierno, algo que puede ser un problema de cara a 2023, siendo ésta casi la única fuente de financiamiento genuina (más algo de organismos y bilaterales). Igualmente, y con el dato de inflación, el mercado privado empezó a demandar la tasa fija licitada a una TEA 118%, previendo menores rindes de CER y ¿bajas de tasas?.

También sorprendió a la suba la actividad económica. El PIB exhibió el mayor ritmo de crecimiento de 2022 y aumentó 1,7% trimestral sin estacionalidad (s.e.). El aumento de la oferta habría sido generado por la acumulación de stocks en el período de incertidumbre, post implosión del mercado de deuda en pesos, la renuncia de Guzmán y el mayor control para el acceso al MULC.

Finalmente, sigue avanzando el esquema de dólar soja, que le permite sostener el crecimiento de las reservas internacionales netas y aumentar los recursos fiscales. Desde la implementación del dólar soja las reservas internacionales se incrementaron en USD1.336 millones, tras las compras por USD360 millones de la última semana. El programa de dólar soja II ya alcanzó liquidaciones por USD1.824 millones, de los cuales casi el 60% pudo ser comprado por las autoridades monetarias. Como novedad, se observa en los últimos días cierta reticencia de los productores a desprenderse de su mercadería,  hecho que ha elevado fuertemente la cotización local que llegó a alcanzar los $100.000 por tonelada.

Internacional

Paint it red. La última semana vio un concentrado de subas de tasas de política monetaria a lo largo y a lo ancho del planeta. Desde Estados Unidos hasta Hong Kong, pasando por México, la Unión Europea, Suiza, Noruega y Gran Bretaña la política monetaria restrictiva continúa siendo la norma incluso cuando las economías comienzan a mostrar señales de desaceleración (al igual que la inflación) y el temor de que la economía mundial entre en recesión en 2023 esta cada vez más cerca de materializarse.

El miércoles, la Reserva Federal decidió incrementar en 50 pbs la tasa de política monetaria hacia el rango 4,25% – 4,50%, en sintonía con la expectativa del mercado. En línea con lo que venía anticipando Powell en le reunión previa en donde no se actualizaron las proyecciones, el Dot Plot de diciembre de 2022 se ubicó por encima del de septiembre en 50 pbs, dejando el nivel de la terminal rate en el rango entre 5.00% y 5,25% – es decir, que todavía tendría recorrido al alza de 75 pbs hasta alcanzar su valor final-, que una vez alcanzado en los próximos meses se sostendría por lo que resta del 2023, al menos en el ideal de la Fed.

Abarcando uno de los ejes determinantes para la decisión de la Fed, Powell dejó en claro que la velocidad en las próximas subas disminuirá, tras cuatro incrementos consecutivos de 75 pbs, emergió el primero de 50 bps por lo que podríamos esperar una suba de igual magnitud en la próxima reunión para luego recién pasar a un alza de 25 pbs, aunque bien podrían ser tres subas consecutivas de 25 pbs conforme la nueva información que vaya incorporando la Fed sobre el estado de la economía.