Juegos Financieros 📈📊📉
En el cierre del año, la semana financiera exhibió señales mixtas con una buena licitación del Tesoro, donde aparecieron los privados, y alguna turbulencia en los mercados cambiarios, donde el Gobierno salió a intervenir para que las aguas no se desborden. Lo cierto es que los mercados siguen siendo inestables y frágiles y cualquier ruido se puede amplificar fácilmente.
En la última licitación del año, Finanzas se hizo de $344.000 millones en una semana que vencían casi $110.000 millones entre pagos de capital por la LELITE y pagos de intereses por los bonos CUASIPAR y DISCOUNT, principalmente. Con respecto a la última colocación de deuda, se recuperó la demanda privada y aparecieron agentes del mercado sobre todo en la letra a descuento que vence en abril.
Con la posibilidad de colocar los fondos excedentes en Leliqs de 28 días topeada por la cantidad de los depósitos a plazo fijo de noviembre, las entidades financieras privadas volvieron a la licitación primaria del Tesoro. La fuerte colocación convalidó TEM de 6,4% mensual, por encima de lo que se pagan las Notaliqs de 180 días y de la inflación esperada en el período. Ello además permitió una ganancia inicial, al pagar un premio respecto a la cotización del mercado. También, muy tímidamente, se observa que las entidades financieras empiezan a colocar alguna ficha en las Leliqs de 180 días, de tasa fija, previendo algún posible movimiento de la tasa si es que la baja de la inflación se sostiene. En esta línea, el Gobierno estima que la inflación de diciembre sería similar a la de noviembre (el RPM Eco Go antes de la última estimación la ubicaba en 5,2% mensual) y además ha decidido reducir la suba del transporte en enero y pateó a la segunda mitad el incremento de los combustibles, para buscar continuar con una inflación en torno al 5%.
Además, la Secretaria de finanzas emitió un comunicado en el que anuncia un canje de títulos del Tesoro, para el próximo martes (03/01/2023). El canje abarca instrumentos tanto de tasa fija y con ajuste de coeficiente CER, a cambio se ofrecen dos canastas. Los instrumentos que el Tesoro ha decidido licitar están concentrados exclusivamente en el primer trimestre de 2023, reduciendo las necesidades de financiamiento en la primera parte del año ($4,6 billones, de las cuales casi la mitad está en manos privadas).
A esta mayor calma en el mercado de la deuda en pesos, se le contrapuso un salto en la cotización de los dólares financieros. El tipo de cambio informal saltó 7,6% en la última semana hasta los $355 por dólar y acumula una suba de 13,1% en el mes. El incremento del tipo de cambio informal, que recordemos es pequeño y volátil, impulsó su valor muy por encima del resto de los tipos de cambio. Los tipos de cambios financieros intentaron seguirle el paso, pero el Gobierno salió a intervenir bajando paridades a fin de contener sus subas. Por ello, los incrementos semanales fueron menores a un 1%. A lo largo del mes el incremento promedio de los tipos de cambio financieros fue de 4,6% mientras que el alza del tipo de cambio oficial se situaría en torno al 5,9%.
Los movimientos en el margen del dólar se dieron a pesar de las compras del BCRA en el MULC y a la consolidación de las reservas internacionales. En la semana el sector agrícola alcanzó el objetivo del programa soja 2.0 (USD3.155 millones) y liquidó más de USD1.000 millones. A ello se le adicionaron fondos provenientes de inversiones de infraestructura (USD290 millones), lo cual le permitió al BCRA concretar una compra semanal de USD993 millones.
Internacional
2022 fue un año marcado por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, con repercusiones en el mercado energético y de materias primas, además de complicar las perspectivas de inflación, ya de por sí bajo presión debido a tensiones entre oferta y demanda que se extendieron a los mercados laborales y a una tercera oleada importante de COVID. También fue un año en el que los bancos centrales que se esforzaban por frenar la inflación finalmente dejaron atrás a las tasas de interés cercanas a cero, mientras el mundo también se despidió de la energía barata, y la globalización económica tal como la conocíamos fue puesta en jaque frente a las crecientes tensiones geopolíticas.
De cara a 2023, la combinación de la inflación con el tightening de la política monetaria, la debilidad de la economía china y la incertidumbre geopolítica tiene muchas probabilidades de desembocar en una recesión mundial –la historia indica que los bancos centrales no podrán reducir los niveles de inflación de dos dígitos sin desencadenar una recesión-. Entonces, la pregunta es, ¿de qué magnitud?
Repasamos qué pasó en la economía mundial durante 2022 y las perspectivas para el próximo año.