Monitor Semanal #729

Copperfield con galera corta  🎩🪄🐇

El estado de la deuda en pesos sigue prácticamente igual. Ayer se testeó por primera vez el riesgo de transición, intentando pasar vencimientos para la próxima gestión y los resultados fueron magros.

El canje de los bonos finalmente logró capturar 58% de los vencimientos que estaban entre marzo y junio próximos. La adhesión de privados fue mínima. Estimamos que entre un 15 y 20% del volumen canjeado eran vencimientos en manos del mercado y sólo se tiraron los que tenían paracaídas. ¿El resto? Todos los títulos que estaban en manos del sector público.

El canje no se cerró hasta que las condiciones negociadas previamente estuvieran oficializadas. Incorporación de los nuevos bonos a encajes, exclusión de los duales de la PGNME, ampliación del cupo de Leliqs y autorización de dividendos fueron las condiciones para entrar, además del paracaídas de los puts.

La tasa del canje se situó en torno al TNA 11%, estando en la zona que venía cotizando estos últimos días. Claramente la tasa de adjudicación no hubiera pasado un test de sustentabilidad de Guzmán.

Además, no hubo un premio por este lado para los participantes del mismo. E incluso teniendo en cuenta que en las últimas semanas los bonos de similar duration tuvieron una fuerte baja cercana a los 300 puntos básicos, los que canjearon tal vez tengan que enfrentar pérdidas en el corto plazo si la baja no correspondía a fundamentals.

¿Ahora, esto cambia la valuación de la deuda y el riesgo de transición? Por ahora es un NI. Como positivo vemos que un grupo importante de tenedores entraron y se comprometieron con deuda cuyos pagos se van a realizar entre 2024/2025. Esto supone que este grupo buscará influir para preservar su capital en el caso de que aparezca algún político que amenace el valor de los títulos en el futuro. Es decir, debería mitigar el riesgo de transición que se cierne sobre la deuda en pesos.

No obstante, la militancia de este grupo va a ser débil, teniendo en cuenta que el mismo grupo va a contar con el put para salvaguardar o reducir las pérdidas en el caso de que se efectivice el riesgo de transición. Así, el riesgo de monetización de los títulos de la deuda todavía no desaparece.

Por otro lado, si bien el flanco de los pesos logró barrer las minas de corto plazo, el flanco de los dólares sigue mostrando un agujero cada vez más grande. Las últimas estimaciones de la Bolsa de Rosario recortaron en 15 millones adicionales la cosecha esperada en la campaña, por retrocesos en la expectativa que se cierne sobre el maíz y la soja. Así, la cosecha de los principales granos de 2022/23 retrocedería cerca de 34% en toneladas.

Esto determinaría un mayor quebranto fiscal, caída de las exportaciones y por ende de la actividad. Una apreciación inicial implica que las ventas de porotos de soja se reducen a su mínima expresión e importando cerca de 9 millones de toneladas desde Paraguay/Brasil se permite que la industria oleaginosa sigue procesando, aunque muy por debajo del año pasado. Todo ello traería como consecuencia un fuerte retroceso de USD16.000 millones de las exportaciones, dólares que no podremos reemplazar y que obviamente presionarán sobre los pagos de importaciones, a fin de cerrar las cuentas.  

Algo de esto es lo que se ve en el MULC, donde el BCRA sigue perdiendo divisas y la oferta del sector agroindustrial está reducida al mínimo. En la semana el BCRA tuvo que enfrentar ventas por USD282,50 millones. Además, el nerviosismo y una situación internacional tampoco fueron soportes para los tipos de cambios financieros que saltaron en la semana en torno a 5,8%, llevando la brecha a 96,3%

Por otro lado, una caída de semejante magnitud de la cosecha (y el espejo en las importaciones) también impactará en el nivel de actividad. Dado el arrastre estadístico del año, el deterioro del PIB podría alcanzar a 5% del PIB, algo que no sucedía desde la sequía de 2008/09.

Internacional

El Jobs Report correspondiente al mes de febrero mostró que el mercado laboral estadounidense sigue superando las expectativas, con más de 300.000 nuevos puestos de trabajo creados el mes pasado, mientras que la tasa de desempleo subió hasta el 3,6%, en un contexto de inflación persistente y agresivas subas de tasas por parte de la Reserva Federal.

El informe del viernes se publicó a menos de dos semanas de la próxima reunión de política monetaria de la Reserva Federal, en la cual no está clara cual pueda ser la siguiente jugada del Comité de Política Monetaria. Luego de que Jerome Powell dijera esta semana a los legisladores que “es probable que el nivel final de las tasas de interés sea más alto de lo previsto anteriormente” la probabilidad de una suba de 50 bps en la próxima reunión superó el 70%. Sin embargo, la preocupación por el sistema bancario, dada la crisis que estalló en SVB Financial (SIVB) en las últimas 48 horas, ha hecho retroceder los precios del mercado a favor de un alza de tasas más conservadora (del 0,25%) por parte de la Fed a finales de este mes.