CONTRATAQUE 📈📉🔫
Tras sufrir un pico en la brecha de los dólares financieros, que escaló a 124% del blue y hasta 108% en los financieros tras la tímida suba en la tasa de la semana pasada, el miércoles el Gobierno empezó a intervenir en el mercado (estiman USD115 millones con dólares y algo más en la otra punta con bonos), aceleró el ritmo de devaluación del oficial y aplicó una suba de 1000 pbs en la tasa de política monetaria. Las medidas son claramente paliativas y no cambian la situación de la baja oferta de divisas, tras finalizar abril casi sin reservas internacionales netas. La capacidad para sostener la brecha pasará por destrabar el dólar soja, trabar más las importaciones, conseguir adelantar desembolsos del FMI y algún cambio regulatorio que obligue a desarmar garantías en treasuries de las cauciones. Todas medidas cortoplacistas que apuntan sólo a ganar tiempo.
Llegando a cotizarse ya casi en los $500 por dólar en el mercado informal, el Gobierno volvió a empezar a intervenir de manera más efectiva (comprando en dólares y vendiendo en pesos) y logró bajar la cotización hasta los $468 (y más allá en los dólares financieros). El blue finalizó la semana con un alza de 5,2% mientras que los dólares financieros finalizaron casi sin variaciones semanales. Adicionalmente, el BCRA subió agresivamente su tasa de política monetaria en 10 puntos porcentuales (p.p.) hasta una TNA de 91%, por segunda vez en el mes. Esta tasa en términos efectivos mensuales es de 7,6%, casi equivalente a la inflación pasada, y de 141,25% en términos efectivos anualizados. También aceleró el ritmo de crawling peg a un ritmo equivalente al 8,2% mensualizado y en el mes el tipo de cambio finalizó con un incremento de 6,5% entre puntas y de 6,6% mensual en promedio.
Este conjunto de medidas logró estabilizar y aplacar parte de corrida contra el peso, pero el balance de fuerzas subyacente sigue siendo desfavorable en el mercado cambiario. Inclusive a pesar de haber ampliado la oferta del dólar agro a nuevos productos (girasol, sorgo y cebada con potencial exportador por USD2.000 millones) y de haber introducido nuevas medidas para reducir la demanda (se amplió el período para poder realizar pagos en divisas de intereses y transporte con vinculados y parte de los servicios).
Así, a pesar de haber introducido a inicios de mes el dólar soja y el dólar agro, el saldo neto en el MULC en abril fue de compras por sólo USD35 millones. Muy diferente a los saldos de USD4.966 millones del primer dólar soja y de USD2.325 millones de la segunda versión. El desempeño del MULC y la cancelación de la última cuota de capital de abril con el FMI (USD692 millones el 28/4) llevaron a que las reservas internacionales netas finalizaran en torno a los USD36 millones.
Desde lo fiscal, el Gobierno logró refinanciar el billón de pesos que se vencía en la semana, pero probablemente fue a costa de mayor emisión. La participación en la licitación habría sido mitad privada, mitad público. De ser así, el sector público habría puesto los $100 mil millones que les vencían, $200 mil millones de financiamiento neto y $300 mil millones para cubrir los vencimientos que el sector privado no rolleó (la tasa de refinanciación de los vencimientos privados habría sido del 60%). Los fondos públicos, vinieron de un fondeo del BCRA al FGS, según estimaciones del mercado y datos del balance de la entidad.
Finalmente, la actividad económica siguió estancada en febrero, a la par que los ingresos reales de las familias se habrían contraído por tercer trimestre consecutivo a inicios de 2023, a pesar de la fuerte creación de empleo.
De este modo, la incertidumbre financiera no se despeja. Aunque al Gobierno todavía le quedan cartas por jugar. Adelantos de los desembolsos del FMI (restan USD10.800 millones en lo que resta del año y USD3.258 millones en 2024) y nuevos mecanismos para destrabar la situación del dólar soja quedan como opciones de corto plazo.
INTERNACIONAL
Esta semana, las empresas tecnológicas reportaron balances y frente a resultados que sorprendieron positivamente tanto el Nasdaq como el Dow Jones y el S&P 500 cerraron la semana en terreno positivo.
Por otro lado, se conoció el dato de actividad correspondiente al primer trimestre tanto para la economía estadounidense como para la Unión Europea, los resultados en ambos casos fueron más modestos respecto a lo que anticipaba el mercado. Tanto en Estados Unidos con el PCE correspondiente al primer trimestre como en la Unión Europea con los primeros datos de países miembros, la inflación se sostuvo más elevada que lo anticipado. Situación que presiona a los miembros de los respectivos Bancos Centrales en su próxima decisión de política monetaria (que en ambos casos tendrá lugar la semana próxima) ya que por un lado la inflación permanece elevada mientras que por el otro las economías se comienzan a hacer eco de las subas en las tasas que ocurrieron a lo largo del último año.
Por último, analizamos el nuevo encuentro de la economía americana con el debt ceiling, hecho que se repite año tras año y que amenaza con un shutdown que podría ocurrir entre junio y julio.