¿SE DOBLA PERO NO SE ROMPE?
Tras la cancelación de los USD2.670 millones de la cuota al FMI el 30 de junio pasado, el Gobierno sigue sentado en la mesa de una nueva revisión del acuerdo que destrabe el desembolso pendiente de USD4.000 millones. Si bien la revisión es sobre el primer trimestre donde los desvíos fueron menores que los observados en junio, la tensión escaló en la última semana frente a un Ministro/Candidato que filtró la reunión virtual con su par de Egipto en un intento por forzar la negociación y ahora filtra a los medios la “amenaza”, poco creíble, de que China permitiría usar el swap para pagarle al FMI.
El desvío en la meta de reservas a junio, luego de haber pagado USD2.100 millones más que el cronograma de pagos netos en el año (USD4.600 millones), asciende a USD14.500 millones. Esto sin contabilizar el pago de los cupones de la deuda reestructurada por USD1.000 millones que se harían en el inicio de la semana. El desvío en la meta fiscal alcanzaría a 0,5 p.p. del PIB (1,3% del PIB estimado en el semestre en vez del 0,8% incluido en el acuerdo) y, aun cuando la emisión del BCRA para comprar deuda en pesos no se computa en el programa, la emisión monetaria vía adelantos transitorios casi cuadriplicó el objetivo semestral, después de la emisión por esta vía de $688.000 millones para comprar los DEGs y Yuanes para pagarle al propio FMI.
La lógica de que a nadie le sirve entrar en atrasos (ni al gobierno, ni a la oposición ni al propio FMI) sigue intacta, pero la magnitud de los desvíos acumulados, la caída constante en las reservas (por la intervención en la brecha vedada en el acuerdo y por la intervención en el MULC frente a un freno en las importaciones menor al acordado) y el propio calendario electoral, tensa la negociación.
Por un lado, el FMI intenta evitar que el gobierno siga vendiendo dólares baratos. Por otro Massa intenta apuntalar su candidatura evitando un salto discreto del dólar, y/o un encarecimiento de las importaciones y su consecuente impacto sobre una inflación que cedió un escalón en junio (6,6% según nuestro relevamiento de precios minoristas). Todo mientras los niveles de importaciones se sostienen mucho más arriba de lo comprometido dada la caída las exportaciones coordinadas por la sequía.
Por lo pronto, el cronograma de cancelación con el FMI estipulaba pagos de amortizaciones para el 7, 14 y 28 de julio por un total de USD2.638 millones, pero se confirmó que las tres cancelaciones se harán en un único pago a fin de mes, ganando tiempo en la negociación que entendemos no se va a romper al menos en esta revisión.
En el mientras tanto, el BCRA sigue entregando reservas internacionales con ventas en el MULC por USD220 millones en la semana. La novedad que lo que entrega no son dólares, sino que la mayor parte correspondió a ventas de yuanes por más de USD400 millones mientras que habría logrado quedarse con más de USD200 millones.
Desde lo fiscal, la recaudación tributaria de junio alcanzó los $3,5 billones, lo que representa una suba nominal de 109,2% y una caída real de 3,6%, con respecto al año anterior. En esta ocasión todos los componentes de los ingresos tributarios exhibieron caídas, no solamente el comercio exterior. En el acumulado, la misma totaliza casi $16 billones, un 6% menos que en 2022 en términos reales.
INTERNACIONAL
La economía estadounidense sumó 209.000 empleos en junio, cayendo por debajo de las expectativas de Wall Street por primera vez en 15 meses. Pero con más de 200.000 empleos creados, un descenso de la tasa de desempleo y un aumento de los salarios (con revisiones al alza de las cifras anteriores), todo sigue apuntando a una nueva suba de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en julio y a una mayor probabilidad de una segunda alza más adelante en 2023. The economy is still running hotter than what the Fed would like.
De esta forma, la economía norteamericana sigue sorprendiendo por su resiliencia- la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro Americano se encuentra invertida en el tramo 10 vs 2 años hace más de un año, señal que históricamente anticipó una recesión pero que hoy no vemos -. Las minutas de la Fed, conocidas más temprano en la semana, señalaron que el debate al interior del FOMC se dividía entre aquellos que abogaban por un wait and see y los hawks que consideraban que no era tiempo de pausas. En la reunión de julio todo indica que la mayoría cambiaría de lado y una suba adicional tendría lugar.