INICIO DE LA ADMINISTRACIÓN DE MILEI
Tras la confirmación de Bausili como presidente del BCRA se terminó de diagramar el equipo económico de cara a la asunción del nuevo presidente este domingo. Asimismo, se confirma que Caputo retiene Hacienda, Energía y Minería, todas áreas claves teniendo en cuenta la necesidad de poder planear el programa de ajuste incluyendo todas las partidas y los subsidios estimados.
A la espera de las definiciones de este domingo, el mercado continuó interiorizando una inminente devaluación durante el mes de diciembre aumentando así su demanda de cobertura. Esto puede observarse con activos CER rindiendo por arriba del -30% de TIR y con activos DLK con paridades de arriba del 150%. ROFEX continuó operando con relativa calma y poco volumen.
Frente a este escenario estimamos que una devaluación a un dólar de $650 (escenario que consideramos que se queda a “mitad de camino”) esto implica un aumento en los pasivos consolidados (LEDIV + Deuda DLK y Duales en manos de privados) de alrededor del 70% de la base monetaria. Estimamos que cada punto porcentual adicional de devaluación promedio, en nuestro escenario base, implica una reducción del déficit fiscal primario del 0,016% del PIB, ante un impacto positivo de los impuestos recaudados en relación a los subsidios. El impuesto PAIS representa una parte importante de los ingresos provenientes de la depreciación, por lo que es esperable que este no desaparezca en el corto plazo.
Por lo pronto el mayor riesgo de los próximos días es que las señales no sean lo suficientemente fuertes como para coordinar el escenario positivo. Las señales deberían incluir una fuerte pata fiscal (donde es esperable que no se anuncien más que voluntades de reformas estructurales, como lo previsional o lo tarifario) y una clara señal de voluntad de realizar las reformas estructurales. En este punto es importante recordar la experiencia del 2015, donde el gobierno de Macri tardó una semana en poder empezar concretamente su plan económico (comenzando con la devaluación del 40%).
INTERNACIONAL
Los indicadores del mercado laboral están comenzando a asemejarse a aquellos previos a la pandemia. Las cifras de despidos, que podrían ser el mejor indicador de la inflación de precios (incluidos los salarios) desde hace algún tiempo volvieron a la situación anterior al Covid. Por otro lado, las aperturas de nuevos puestos de trabajo siguen siendo elevadas, pero ya venían con una tendencia al alza en los años previos a la pandemia, por lo que no son necesariamente elevados en relación con eso.