Monitor Semanal #763

10 de febrero de 2024

TRASPIÉ EN EL CONGRESO, CONTRAOFENSIVA Y AJUSTE 🗺️🦮📉

La semana arrancó con la intempestiva decisión del Poder Ejecutivo de retirar el proyecto de Ley ómnibus del Congreso. Proyecto que, si bien “talado”, había recibido la aprobación en general y se estaba debatiendo artículo por artículo. Si bien fue el debate en torno a la eliminación de los Fondos Fiduciarios, lo que terminó de romper el equilibrio político, y se dejó trascender ex post fue un error volver a foja cero, lo cierto es que a partir de esta decisión el discurso de Milei se radicalizó. La imagen de Milei en el muro de los lamentos, en simultáneo al traspié en el Congreso, viró en los días siguientes a una verborragia, que incluyó la publicación en la cuenta de tuit de la “Presidencia de la Nación” el listado de traidores que habían votado en contra, y terminó el viernes a la noche con el despido a través de la misma cuenta de dos de los funcionarios negociados con los Gobernadores: Giordano (Córdoba/ANSES) y Royon (Salta/Secretaria de Minería).

La saga se aceleró con los agresivos mensajes cruzados de Milei a los Gobernadores y y la aparición en escena del Pacto de San José de Flores, previo a la Constitución Nacional. El mismo que le permite al Banco Provincia de Buenos Aires, no pagar impuestos nacionales. De momento, los títulos aparecen a partir de cuentas truchas de tuiter, pero la pelea por la distribución de los recursos que recauda la Nación está más candente que nunca. Así como con la 125, CFK consiguió lo que nunca antes se había logrado, juntar en la misma mesa a la Federación Agraria y a la Sociedad Rural Argentina; con la misma pericia, Milei estaría logrando juntar del mismo lado a Pullaro, Llaryora y a Kicillof.

Los ribetes son impredecibles, y de momento, la reacción de los mercados quedó desacoplada de la escalada de la política. La apuesta de Milei es que el programa económico siga mostrando una desaceleración en la inflación, que los números fiscales confirmen mes a mes equilibrio después de intereses y que el Balance del BCRA siga mejorando con menos reservas netas negativas y con un overhang de pesos que sigue achicándose en términos reales. En parte por la licuadora, tasa al 8,7% con una inflación que en diciembre cerró en 25,5%, cerraría en enero en torno al 20% según ellos mismos dejaron trascender y podría alcanzar en febrero al 14% según nuestro relevamiento de precios. Vale remarcar que en el número de febrero hay 3 p.p. menos de incidencia de tarifas, dados los cambios en los cuadros tarifarios que se fueron anunciando. En transporte el aumento arrancó recién la segunda semana del mes, el de gas se pateó para marzo y el de energía eléctrica finalmente sólo alcanzó al estrato (N1) que ya no tenía subsidios y sólo trasladó el aumento en el costo coordinado por la devaluación. El N2 (tarifa social) y el N3 (tarifa plena pero con subsidio) se mantuvo de momento sin cambios.

El desplome en los niveles de actividad y consumo se acelera. Nuestra estimación de actividad (EsAE) de diciembre indica que el retroceso de la oferta habría sido cercano al 3% desestacionalizado mensual, lo que implica un ajuste parecido al de septiembre de 2019. En términos interanuales el retroceso de diciembre fue de casi 4% i.a. Una muestra ad hoc refleja que el retroceso se habría profundizado en enero, con bajas pronunciadas en las ventas de bienes relacionados con el consumo y la inversión. En relación al consumo nos cuentan caídas de 9/10% i.a. en supermercados, alimentos secos con caídas de 2/3%, bebidas 10/15%, medicamentos con receta 2/3%, medicamentos sin receta 11%, perfumería 8/9%, textiles 20/30% y calzado 30/40%. En relación a la inversión/consumo durable caídas en las ventas de insumos de la construcción en torno a 25%, de automotores y motos entre 20% y 30% i.a. y de maquinaria agrícola 46,6% i.a.

INTERNACIONAL

Wall Street cerró una nueva semana al alza con el S&P500 terminando por encima de los 5.000 puntos por primera vez en su historia. El impulso esta semana provino en buena parte por los buenos balances de las compañías tecnológicas. Sin embargo el último impulso se lo brindó la revisión de los datos de inflación de diciembre, que mostraron que era incluso inferior a lo que se había informado en un principio.

Por otro lado, los datos más recientes trazan un panorama poco alentador para la economía china. Tres meses consecutivos de deflación en el segmento minorista, un estancamiento en el crecimiento de las importaciones, una ralentización en el ritmo de otorgamiento de créditos y el deterioro de la confianza de los consumidores y las empresas sugieren una demanda interna mediocre que volverá a encabezar los desafíos de la economía china en 2024.

A esto se suman las dudas sobre si la respuesta de Beijing a este problema será suficiente. Desde la segunda mitad de 2023 se han sucedido las medidas de estímulo monetario con un impacto limitado, debido a los bajos niveles de confianza y a la crisis del sector inmobiliario. A medida que transcurre el 2024, hay indicios de que finalmente las autoridades están intensificando sus políticas con un conjunto más amplio y sólido de medidas destinadas a mejorar la confianza. Aun así, surgen una serie de interrogantes a partir de los últimos movimientos de la política. ¿Será suficiente para revertir la situación? ¿Marca esto un cambio de política hacia una acción más asertiva? ¿Qué significa esto para el resto del mundo?